Preocupaci¨®n de Pretoria por la situaci¨®n en Rodesia
Aunque la fecha del encuentro que sostendr¨¢n este mes en Alemania Federal el secretario de Estado norteamericano, Henry Kissinger, y el primer ministro sudafricano, John Vorster, fue confirmada para los d¨ªas 23 y 24, sigue sin decidir el lugar exacto.
Despu¨¦s de descartarse la ciudad de Hamburgo, cuyos responsables opusieron razones de seguridad, el Gobierno de Bonn ha ofrecido dos lugares en Baviera como emplazamiento m¨¢s seguro para la reuni¨®n.
Un encuentro entre los primeros mistros de Sud¨¢frica, John Vorster, y de Rodesia, Ian Smith, celebrado hace una semana, sirvi¨® de preparaci¨®n al que el primero de ellos tendr¨¢ con Henry Kissinger a finales de este mes en Alemania Federal.
El secretario de Estado norteamericano, durante su reciente viaje por Africa hab¨ªa se?alado en Lusaka (Zambia) que, de los tres focos de conflicto en el continente (Rodesia, Namibia y Africa del Sur), tiene prioridad la formaci¨®n de un Gobierno de mayor¨ªa en Salisbury. Kissinger expres¨® al mismo tiempo su esperanza de que el Gobierno sudafricano ejerciese su influencia sobre Rodesia para ayudar a resolver este problema antes de que empeorase la situaci¨®n y de que los sudafricanos fuesen incapaces ya de cambiar el curso de los acontecimientos.
A ese punto parece haberse llegado ya: los guerrilleros nacionalistas rodesianos han tomado la iniciativa y cuentan con el apoyo de toda la poblaci¨®n negra del pa¨ªs.
La detente fracas¨®
La guerra de guerrillas en Rodesia ha suscitado serias preocupaciones en Africa del Sur. La pol¨ªtica de detente de Vorster, a ra¨ªz de la guerra angole?a, ha fracasado por completo como consecuencia de los acontecimientos de Rodesia. Los contactos entre Pretoria y Lusaka se rompieron, despu¨¦s de que Vorster y el presidente de Zambia, Kenneth Kaunda, intentasen sin resultado que nacionalistas y Gobierno blanco rodesiano llegasen a un acuerdo.El problema de Vorster es que no puede, sin perder la cara, pedir a Smith lo que ¨¦l mismo no puede conceder en su propio pa¨ªs. C¨®mo se puede llegar, en esta hora tard¨ªa, a una soluci¨®n en Rodesia que permita a los blancos conservar su situaci¨®n en la nueva sociedad, ser¨¢ el tema a tratar entre Vorster y Kissinger.
Hasta ahora los guerrilleros rodesianos han evitado la ayuda de tropas extranjeras y no tienen la intenci¨®n de sustituir simplemente un Gobierno blanco por otro negro, sino de realizar un cambio fundamental de la sociedad rodesiana. En Pretoria se comenta con amargura el por qu¨¦ Smith no ha aprovechado las posibilidades de llegar a un compromiso con el obispo Abel Muzorewa o con Joshua Nkomo, dirigentes de las dos facciones del Consejo Nacional Africano.
Vorster tratar¨¢ de convencer a Kissinger de la gravedad de la situaci¨®n desde el punto de vista sudafricano. En Pretoria se indica que algunos pa¨ªses est¨¢n dispuestos a colaborar con Sud¨¢frica para encontrar una soluci¨®n que impida la constituci¨®n de un Gobierno izquierdista en Salisbury. En este sentido se habla de un eje Africa del Sur-Francia-Israel-Ir¨¢n.
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