La CEE participar¨¢ en la reuni¨®n de Puerto Rico

La Comunidad Econ¨®mica Europea estar¨¢ presente en la cumbre de Puerto Rico, si los ministros de Asuntos Exteriores aprueban hoy el acuerdo al que llegaron anoche altos funcionarios de los nueve en Luxemburgo.

El visto bueno de los jefes de la diplomacia europea se da por seguro y en consecuencia, Gaston Thorri y Frangois Xavier Ortoli, presidente del Consejo de la CEE y de la Comisi¨®n, respectivamente , podr¨¢n asistir a este encuentro con car¨¢cter selectivo convocado por el presidente Ford para los d¨ªas 27 y 28 de junio.La iniciativa de Ford, que parece encuadrarse dentro de su dif¨ªcil campa?a electoral, hab¨ªa irritado a los pa¨ªses peque?os de la CEE, desplazados una vez m¨¢s de estos foros internacionales.

El presidente norteamericano, como hizo Giscard al organizar el pasado oto?o la cumbre de Rambouillet, curs¨® invitaciones a Francia, Italia, Gran Breta?a, Rep¨²blica Federal de Alemania, Canad¨¢ y Jap¨®n, ignorando aparentemente la existencia de una Comunidad Europea.

No obstante, los cuatro grandes del Mercado Com¨²n se apresuraron a dar una respuesta afirmativa a la invitaci¨®n, sin consultar ni a las instituciones comunitarias, ni al resto de sus colegas de la CEE, que, en e se momento, montaban en c¨®lera al escuchar a Henry Kissinger diciendo que las cumbres deb¨ªan ser institucionalizadas.

Cuando se celebr¨® el encuentro de Rambouillet, los pa¨ªses del Benelux, capitaneados por Holanda, anunciaron que no estaban dispuestos a aceptar los acuerdos adoptados sin su presencia.

En esta ocasi¨®n el primero en reaccionar ha sido Thorn, pero de forma m¨¢s pragm¨¢tica y contando con el apoyo de Alemania Federal. El presidente del Consejo hizo gestiones en Washington para -conseguir su participaci¨®n como elemento comunitario e impedir que las cumbres terminen formando una especie de directorio dentro de la Comunidad Europea.

Si tal objeto es discutir problemas econ¨®micos, no cabe duda que los jefes de Gobierno abordar¨¢n temas que son de la competencia de la CEE, entre otros el de la serpiente monetaria, de la que no forman parte ni Gran Breta?a, ni Italia, ni Francia, pero s¨ª el Benelux y Dinamarca.

El acuerdo parece pues, haberse planteado en estos t¨¦rminos: si existe una Comunidad Europea, los nueve pa¨ªses miembros deben .asumir las responsabilidades pol¨ªticas que ello implica y mostrar un m¨ªnimo de coherencia de cara al exterior.

En definitiva el Mercado Com¨²n estar¨¢ presente en Puerto Rico, aunque nadie sabe todav¨ªa a ciencia cierta cu¨¢l es el objeto del encuentro que, Como dec¨ªamos antes, parece pensado con fines electorales.

S¨®lo los alemanes han sido algo expl¨ªcitos al declarar, por boca de un portavoz que en el transcurso del mismo se hablar¨¢ del resultado de las elecciones italianas y podr¨ªa aprobarse una nueva ayuda financiera a ese pa¨ªs.

De cualquier modo, los resultados de este conclave occidental parecen imprevisibles, pero todos desean que sean m¨¢s positivos que los obtenidos en Ritnibouillet, donde se perfil¨® una especie de acuerdo monetario, pero no se Consigui¨® frenar las depreciaciones de la lira y la libra, ni la salida del franco franc¨¦s de la serpiente.