Un mitin comunista clausur¨® en Roma la campa?a electoral italiana
La campa?a electoral italiana ha concluido. Anoche, los secretarios generales de los nueve partidos concurrentes hicieron su ¨²ltimo llamamiento al electorado. Al margen de las alusiones rec¨ªprocas que han dado color y calor a la campa?a, como el esc¨¢ndalo de la Lockheed y el generalizado de la corrupci¨®n, esta ¨²ltima intervenci¨®n pol¨ªtica ha dejado bien claros los t¨¦rminos plebiscitarios enque se plantean las elecciones del 20 de junio: s¨ª o no a los comunistas en el Gobierno.
El ¨²nico partido que claramente y sin duda de compromiso posible se ha declarado anticomunista ha sido, como era de esperar, el rileofascista Movimiento Social Italiano-Derecha Nacional. Zaccagnini, el secretario general de la Democracia. Crist¨ªana, ha pedido en cambio que los, comunistas Se constituyan en algo as¨ª como la leal oposici¨®n.Horas antes de esta intervenci¨®n general en televisi¨®n, 1 cerraba su campa?a electoral el Partido Comunista con un mitin multitudinario (m¨¢s de 100.000 personas) ante la bas¨ªlica de San Juan de Letr¨¢n.Elinter¨¦s del atto era evidente. El partido proscrito durante 30 a?os de las ¨¢reas gubernamentales, no obstante ser en los ¨²ltimos a?os el segundo partido por el n¨²mero de electores, puede que esta vez obtenga el apoyo electoral necesario para compartir las tareas de gobierno con otros partidos.
Berlinguer, de quien el director del prestigioso diario La Rep¨²blica, Eugenio Scalfari; dice que es un dirigente fascinan te, ha pronunciado un discurso que se puede considerar como una lecci¨®n de his toria y an¨¢lisis pol¨ªticos, de cara a los millares y millares de militantes desu partido que lo escuchaban. En primer lugar, su oposici¨®n a que el voto del 20 de junio tenga matices plebiscitarios. Su argumentaci¨®n es que, durante los ¨²ltimos 30 a?os, la Democracia Cristiana ha ensayado todas las f¨®rmulas de gobierno posible, y que, consumidas estas posibilidades, ha llegado el momento de ensayar la ¨²nica f¨®rmula in¨¦dita (salvo el par¨¦ntesis postb¨¦lico de la Asamblea Constitucional). En segundo lugar, que el Partido Comunista Italiano (y aqu¨ª u?a cita de Togliati, ampliamente aplaudida por,el p¨²blico, ?un partido que viene lontano e che guarda (mira) lontano?) no est¨¢ contra la libertad, ni contra la propiedad, sino por la pluralidad de la discusi¨®n pol¨ªtica: en resumen, una lecci¨®n de eurocomunismo a la italiana.
Por lo dem¨¢s, la reuni¨®n de Piazza San Giovanni ha sido una fiesta popular. No exist¨ªa, por ejemplo, la tensi¨®n q" ue reinaba el jueves en Piazza del Popolo, durante el mitin neofascista. No exist¨ªa siquiera similar aparato preventivo de las fuerzas del orden p¨²blico. Los asistentes abandonaron la plaza cantando sus viejas canciones y enarbolando banderas rojas (hab¨ªa pocos pu?os en alto) con la misma tranquilidad, la misma euforia, y los mismos corros espont¨¢neos que tienen en esta misma Roma las concentraciones religiosas en la plazade San Pedro
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