No hubo "Waterloo" para la Democracia Cristiana.
Tras una noche de vigilia nacional la burgues¨ªa italiana puede dormir m¨¢s tranquila. Su enemigo de clase, el comunismo, sigue avanzando, pero no ha logrado superar a su rival, la DC, ni tanto menos postrarlo de rodillas. Tampoco ha logrado obtener la mayor¨ªa relativa que le hubiese hecho protagonista de un juego parlamentario desplazado a la izquierda.
Si la burgues¨ªa no tiene por qu¨¦ dejarse llevar de un miedo irreflexivo, no tiene tampoco por qu¨¦ cantar victoria, porque el comunismo est¨¢ hoy en condiciones de hacer presi¨®n en el sistema con mayor fuerza.Es impresi¨®n general que las elecciones han servido para poco. Porque de lo que se trataba era de dar un Gobierno estable y duradero al pa¨ªs que solucione la grave crisis econ¨®mica y le d¨¦ cr¨¦dito en el concierto internacional. A las puertas de las elecciones se dec¨ªa: es preciso que alguno ceda.
El fiel de la balanza
Echada la cuenta, es f¨¢cil individualizar hoy a ese alguno. Se presenta como fiel de la balanza y como ¨¢rbitro de la situaci¨®n el Partido Socialista. Por motivos simples: es el ¨²nico interlocutor v¨¢lido pol¨ªticamente de la Democracia Cristiana y, en el ¨¢rea de la izquierda, si no quiere ser fagocitado por el Partido Comunista, arrastr¨¢ndolo o no al ¨¢rea de Gobierno, no tiene m¨¢s remedio que venir a pactos. Durante la campa?a electoral hab¨ªa puesto como condici¨®n necesaria que en el Gobierno ten¨ªan que entrar los comunistas. Si la Democracia Cristiana cumple con la promesa hecha a su electorado de excluir el comunismo, no s¨®lo de una colaboraci¨®n org¨¢nica de gobierno (?compromiso hist¨®rico?), sino incluso de una coalici¨®n de emergencia, de ?salvaci¨®n nacional?, podr¨¢ imponer a los socialistas su planteamiento. Si el Partido Socialista no las aceptara, corre el riesgo de ser saltado a la torera por la misma Democracia Cristiana, para quien el compromiso ?de facto? en algunas regiones dejar¨ªa de ser un compromiso ?reptil? para serlo manifiesto y claro.
El socialismo ha sobrevivido a la radicalizaci¨®n, pero no ha conquistado la meta prefijada y esto es lo grave, porque no le ha dado poder contractual, para la alternativa de izquierda que sonaba. De un modo u otro tendr¨¢ que jugar la carta de ?implicar? al Partido Comunista en la mayor¨ªa.
?Tapaos las narices?
Por su parte la Democracia Cristiana, que en vez de sufri un waterloo se ha reforzado, a costa de sus aliados tradicionales los parti dos laicos menores no podr¨¢ congeniar f¨®rmulas y programas de gobierno a su gusto y capricho. Su ¨®rgano de prensa Il Popolo escrib¨ªa ayer: ?El pueblo italiano acepta cambiar en la libertad, pero se niega a cambiar la libertad?. Trata de presentarse como garante de la democracia del sistema, dentro del cual tiene que promoverse el desarrollo pol¨ªtico-social del pa¨ªs. El periodista Indro Montanelli, director de Il Giornale de Mil¨¢n, hab¨ªa escrito: ?Tapaos las narices, pero votad Democracia Cristiana? Y as¨ª ha sido Muchos italianos que vot¨¢b¨¢n sodialdemocr¨¢tico, liberal y neofascista no han querido sentir el olor de la corrupci¨®n, de los esc¨¢ndalos y han preferido la seguridad a la aventura.
El triunfador de estas elecciones ha sido el senador vitalicio Amintore Fanfani, derrotado por la Italia del refer¨¦ndum sobre el divorcio, del aborto, por la Italia que ayer hablaba en la calle fuera del Parlamento y que hoy con sus 10 diputados (cuatro radicales y seis demoproletarios) hablar¨¢ en el Parlamento, constituy¨¦ndose como una ?nueva izquierda?.
No al neocentrismo
Con 135 senadores, como en 1972, y 263 diputados, tres menos que en 1972, la Democracia Cristiana no ha conquistado ese 3,2 por 100 m¨¢s, que se so?aba y que le hubiera dado a Fanfani poder para poner l¨ªmites a la libertad de oposici¨®n y al derecho de huelga, y crear incluso una polic¨ªa m¨¢s dura. El cielo ha querido que el ?caballo de raza?, Fanfani, el ?peque?ajo? no pueda hacer con los partidos menores de centro (reuniendo un 47 ¨® 48 por 100) operaci¨®n alguna de ?neocentrismo?. En este sentido la Democracia Cristiana es en la derecha lo que el PCI es en la izquierda: si uno ha provocado ¨¦l hundimiento del ¨¢rea laica, el otro ha hecho retroceder al ¨¢rea socialista.
Saragat dimite
El ex presidente de la Rep¨²blica y secretario general de la Socialdemocracia, Giuseppe Saragat, anunci¨® ayer su intenci¨®n de dimitir del cargo en su partido, como consecuencia del fracaso electoral.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.