La situaci¨®n, ahora

Las especulaciones de estas horas se centran en tres ¨¢reas diferentes: los movimientos de los sectores pol¨ªticos ante la nueva situaci¨®n, las posibilidades de supervivencia pol¨ªtica de algunos ministros del actual Gobierno y la actitud que pudiera esperarse de los sectores representados en el Consejo del Reino.Sobre la actitud de los sectores pol¨ªticos cabe esperar para hoy mismo varias tomas de posici¨®n pol¨ªtica, que abarcar¨¢ desde los sectores oficiales a los partidos de oposici¨®n representados en Coordinaci¨®n Democr¨¢tica, que ya han hecho una declaraci¨®n oficial.

La imagen del Gobierno que ahora ha de cesar con Arias es, en t¨¦rminos generales, la siguiente: dos ministros, los se?ores Fraga y Areilza, aparecen ante la opini¨®n p¨²blica, como los ?pesos pesados? del actual Gabinete. El primero ha probado, una vez m¨¢s, su capacidad de trabajo y de persuasi¨®n al frente de la dificil parcela interior. Algunos tropiezos graves (Vitoria, Montejurra) no han logrado da?ar decisivamente el prestigio de bulldozer pol¨ªtico del se?or Fraga. La posici¨®n tomada por sus colaboradores de Reforma Democr¨¢tica en la reciente reuni¨®n de Par¨ªs, ha levantado algunas dudas y pol¨¦micas, pero ha contribuido a beneficiar la imagen de su l¨ªder. El se?or Areilza ha sabido desplegar, en medio a?o, una imagen nueva y distinta de Espa?a hacia el exterior, pero no ha descuidado la actividad interior. Podr¨ªa disponer hoy de puentes y contactos ¨²tiles para el llamado pacto social. Es, en el Gobierno actual, el pol¨ªtico m¨¢s distante del franquismo, con el que mantuvo diferencias de fondo en los ¨²ltimos diez a?os.

El resto del Gobierno no ofrece fisuras que hayan destacado en los ¨²ltimos meses: al desacierto en la gesti¨®n econ¨®mica, ruidosamente protagonizada por el se?or Villar, habr¨ªa que a?adir la neutralidad escrupulosa de los cuatro ministros militares y la direci¨®n de los colaboradores personales m¨¢s pr¨®ximos al presidente: concretamente los se?ores Osorio, Vald¨¦s y O?ate, el primero y el ¨²ltimo de obediencia silvista. El ministro secretario general, vinculado a la asociaci¨®n derechista UDPE no parece haber robustecido su posici¨®n en los d¨ªas anteriores a la crisis.El Consejo del Reino ha sido motivo de especulaciones muy intensas desde la muerte de Franco. Algunos observadores han creido "ver en ciertos consejeros posiciones de abierta discrepancia con cualquier transformaci¨®n pol¨ªtica que pudiera alterar los supuestos del franquismo. Tal podr¨ªa ser el caso del ex consejero se?or Garc¨ªa Lomas, y tambi¨¦n el de algunos miembros del alto ¨®rgano consultivo que por su cohesi¨®n, casi dir¨ªamos familiar, tienen posibilidades de formar un frente unido en torno a la figura m¨¢s visible del autoritarismo: don Jos¨¦ Antonio Gir¨®n. Sin embargo, los observadores m¨¢s expertos coinciden en afirmar que el Consejo del Reino no opondr¨¢ en esta hora divergencias fundamentales a cualquier criterio de inter¨¦s nacional expresado por la Corona. En esta misi¨®n de obviar cualquier clase de desacuerdo, podr¨ªa ejercer una misi¨®n disuasoria y conciliadora el actual presidente del organismo, se?or Fern¨¢ndez- Miranda, nombrado por don Juan Carlos tras la muerte del general Franco. Porque en definitiva, los espa?oles podr¨ªan considerar contradictorio que en una etapa nueva fuera un organismo del pasado -con hombres, ideas e intereses del pasado- el que fuera a detentar la mayor parte del poder de decisi¨®n en estas horas en que empieza, de verdad, una situaci¨®n pol¨ªtica distinta.