Factores sociales y psicol¨®gicos de las enfermedades

En la actualidad apenas se valoran los factores sociales y psicol¨®gicos que determinan las enfermedades, lo que origina un aumento considerable de enfermos que ruedan de m¨¦dico en m¨¦dico y de cl¨ªnica en cl¨ªnica sin encontrar alivio a sus sufrimientos.Rof Carballo define la medicina psicosom¨¢tica como una ciencia que aspira a una consideraci¨®n de los problemas m¨¦dicos, desde un punto de vista superior, movi¨¦ndose con igual soltura en las vertientes psicol¨®gicas y biol¨®gicas de los problemas m¨¦dicos.

El desconocimiento de la medicina psicosom¨¢tica hace que la organizaci¨®n sanitaria, creada para disminuir la enfermedad, no s¨®lo se muestre ineficaz para lograr su objetivo, sino que, por el contrario, produce resultados opuestos, produce enfermos. El menosprecio de la medicina psicosom¨¢tica le cuesta a la Seguridad Social muchos millones de pesetas y a los asegurado, muchos sufrimientos. Esto se debe a que las ideas b¨¢sicas, que comparte con las generalmente admitidas por la medicina cient¨ªfico-natural, por parciales son falsas.

Quiz¨¢ un ejemplo personal nos ayude a entrever el complejo problema. Hace alg¨²n tiempo, un representante de un laboratorio farmac¨¦utico me presentaba un preparado antianor¨¦xico ?Otro m¨¢s...? Existen ya numerosos preparados de este tipo en el mercado. No importa, me contest¨®, casi todos los ni?os y adolescentes los toman alguna vez. ?Es que todos los ni?os espa?oles son enfermos? Si no lo son ?por qu¨¦ exponerlos a posibles reacciones secundarias? ?No ser¨¢n man¨ªas de las madres? Puede ser, me respondi¨®, pero como en su composici¨®n no entra ning¨²n principio que sea perjudicial, s¨®lo son vitaminas, usted, al recetarlo, no hace da?o a nadie y deja tranquila a la madre.

Falso. Hay muchos perjudicados. En primer lugar, el supuesto enfermo. El ni?o, incoscientemente, utiliza su inapetencia para comunicarse de una manera neur¨®tica con su madre, bien para llamar su atenci¨®n o para fastidiarla y contrariarla, o por pelusa con otro hermanito, etc¨¦tera... En otras ocasiones sufre pasivamente las manipulaciones de una madre angustiada que utiliza la comida de su hijo para equilibrar su neurosis.

Si el m¨¦dico estuviera formado en medicina psicosom¨¢tica podr¨ªa descubrir en esta situaci¨®n y en m¨¢s de la mitad de todas las consultas m¨¦dicas: a) Que el enfermo es responsable, como en algunos de estos casos, de la duraci¨®n, evoluci¨®n y desencadenamiento de su enfermedad. b) Que el enfermo, en este caso el ni?o, manipula y maneja con su anorexia a todo el grupo familiar. c) Que el grupo de enfermos maneja a los m¨¦dicos y a la sociedad para que no modifique su equilibrio neur¨®tico. d) El m¨¦dico, a su vez, con su diagn¨®stico y tratamiento, organiza la neurosis, imposibilitando salir de ella.

En el caso que estamos comentando, si el pediatra receta un preparado antianor¨¦xico, sanciona con su autoridad la situaci¨®n como una enfermedad som¨¢tica del ni?o, quedando oculta y sin tratamiento la enfermedad ps¨ªquica del ni?o, de la madre o de ambos.

No es infrecuente que estos ni?os tengan tendencia a repetir en el transcurso de su vida estos mecanismos patol¨®gicos, que tan buenos resultados les dieron en la infancia.

?Podremos seguir pensando, como el representante del laboratorio farmac¨¦utico, en la inocuidad del medicamento, aunque sea totalmente inofensivo para el cuerpo?