Perros y gatos, prohibidos en lugares p¨²blicos
El Bolet¨ªn Oficial del Estado public¨® ayer una orden del Ministerio de la Gobernaci¨®n, firmada por el se?or Fraga Iribarne, el 14 de junio, por la cual se regulan las medidas higi¨¦nico-sanitarias en perros y gatos de convivencia humana. La medida viene a homologar nuestro pa¨ªs con otras naciones donde existe una gran preocupaci¨®n frente a enfermedades y riesgos causados por animales. Concretamente una seria amenaza de rabia se advierte en varios pa¨ªses europeos.
A muchas personas le gustan lo animales. A otras no tanto, sobre todo cuando la convivencia con ellos puede suponer riesgos para la salud humana. Es especialmente a este segundo grupo, que ha hecho o¨ªr su protesta, a quien viene a complacer la nueva legislaci¨®n que ha entrado en vigor ayer.Recientemente se dio la cifra de 60.000 perros andando sueltos por las calles y plazas de nuestras ciudades. Pero la cifra al parecer no refleja m¨¢s que una cuarta parte de la realidad del problema.
?Hay por ejemplo familias -declaraba recientemente Benito de Benito Espinosa, impulsor de algo as¨ª como una asociaci¨®n de defensa de los derechos del perro an¨®nimo-, que adquieren el perro po capricho y que luego, al cabo de los meses, optan por abandonarlo en cualquiera de sus salidas dominicales hacia la regi¨®n?, a?adiendo que ?esos 60.000 perros que vagan por ah¨ª, abandonados, morir¨¢n o se convertir¨¢n en salvajes antes de que finalice el a?o?.
Los intereses de los canes coinciden en este caso con los de los humanos, puesto que esos perros abandonados por el capricho de los due?os son precisamente id¨®neos portadores de los m¨¢s diversos virus y enfermedades.
Muchas de estas enfermedades son transmitidas a las personas sin apenas percibirlo. No se trata de la temida rabia que ahora preocupa muy seriamente a las autoridades sanitarias europeas. Se trata de una amplia gama de enfermedades respiratorias o parasitarias (psitacosis, sarcopies scabei, microsporum canis, etc¨¦tera).
El decreto que ayer ha entrado en vigor consta de 23 art¨ªculos, a lo largo de los cuales se se?alan las m¨²ltiples obligaciones de los propietarios de animales dom¨¦sticos, concretamente de los. perros y gatos, ?a fin de evitar ciertos problemas que los perros y gatos pueden crear a la sociedad en que conviven?, afirmando en su introducci¨®n que ?se hace aconsejable poner en pr¨¢ctica medidas complementarias? al decreto de 17-5-1952 y concluyendo que ?concretamente la estrecha relaci¨®n de aquellos animales con el hombre y los peligros de difusi¨®n de diversas enfermedades, entre las que destaca la rabia, obligan a la adopci¨®n de especiales medidas preventivas?.
Medidas
Los propietarios o poseedores de perros est¨¢n obligados a censarlos en los servicios municipales correspondientes y a proveerse de la Tarjeta Sanitaria Canina, notificando las bajas por muerte o desaparici¨®n en el plazo de diez d¨ªas, as¨ª como los cambios de domicilio. Para circular deben ir provistos de correa o cadena y collar con la medalla de control sanitario, incluso los perros lazarillos.El perro vagabundo es severamente tratado por la ley, entendi¨¦ndose como tal ?aquel que no tenga due?o conocido, domicilio, ni est¨¦ censado, o aquel que circule sin ser conducido por una persona en poblaciones o en v¨ªas interurbanas?.
Los perros que circulen en estas condiciones -sin la chapa numerada de matricula o sin ir conducido por alguien-, ?ser¨¢n recogidos por los servicios municipales o de las Diputaciones, seg¨²n lo previsto en la orden ministerial de. 5 de diciembre de 1974. Tras tres d¨ªas de retenci¨®n, el perro ser¨¢ sacrificado por procedimientos que el decreto llama eutan¨¢sicos especificando el empleo de barbit¨²ricos y c¨¢maras de gas y prohibiendo el empleo de estricnina u otros venenos que ocasionen una muerte con sufrimientos. Cuando las circunstancias lo aconsejen, el per¨ªodo de espera a la aparici¨®n del due?o se reducir¨¢ a un d¨ªa. Tambi¨¦n se advierte que la recogida de perros vagabundos ser¨¢ especialmente intensa en las zonas de afluencia tur¨ªstica y en las temporadas inmediatamente posteriores al per¨ªodo de vacaciones, as¨ª como en los lugares y ¨¦pocas que aconsejen circunstancias concretas.
Se proh¨ªbe el transporte de perros en los medios p¨²blicos en los lugares destinados a los pasajeros. Las compa?¨ªas de ferrocarriles, a¨¦reas, etc¨¦tera, exigir¨¢n el certificado de vacunaci¨®n antirr¨¢bica. Se proh¨ªbe de un modo absoluto la entrada y permanencia de perros en restaurantes, bares, cafeter¨ªas, y en general a locales donde existan alimentos. En todo tipo de lugares de reuni¨®n p¨²blica o alojamientos, el perro deber¨¢ llevar bozal y correa. Durante la temporada de ba?os no se autoriza la circulaci¨®n o permanencia de animales en playas o piscinas.
Sanciones
Respecto al individuo que abandona animales se considera su conducta como un riesgo para la salud p¨²blica. Cuando un propietario quiera deshacerse de un perro o un gato ?deber¨¢ entregarlo a la autoridad municipal?. Se except¨²an los casos de venta de perros que deber¨¢n acreditarse con la posesi¨®n de la Tarjeta Sanitaria Canina.Cuando alguien sea mordido por un perro, queda obligado a dar cuenta a las autoridades sanitarias, estando obligados ?los propietarios o poseedores de perros mordedores..., a facilitar los datos correspondientes del animal agresor, tanto a la persona agredida o a sus representantes legales como a las autoridades competentes que lo sol¨ªciten?.
El cap¨ªtulo de las sanciones queda tambi¨¦n actualizado. De cifras que figuran en la anterior legislaci¨®n estableciendo la posibilidad de imponer una multa de cinco pesetas, se pasa a cantidades comprendidas entre 500 y 50.000 pesetas, por los gobernadores. ?Todo ello sin perjuicio -se se?ala- de pasar el tanto de culpa al Juzgado competente cuando as¨ª lo determinare la naturaleza de la infracci¨®n?.
Se establece tambi¨¦n que los alcaldes de todos los municipios procedan a dictar un bando, d¨¢ndole la m¨¢xima publicidad, sobre la presente orden. La cosa se va a poner muy mal para los perros y gatos que no sean estrechamente vigilados por sus due?os. El decreto va a hacer la vida imposible a los animales en unas ciudades que, si no est¨¢n pensadas para los humanos, menos a¨²n lo est¨¢n para los perros y los gatos.
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