"Se agranda el papel pol¨ªtico del Rey"

?El destino de la Corona espa?ola podr¨ªa determinarse en los pr¨®ximos meses, seg¨²n la opini¨®n de numerosos especialistas pol¨ªticos que han observado atentamente al Rey Juan Carlos desde que ¨¦ste comenz¨® a gobernar adem¨¢s de reinar.?As¨ª comienza un art¨ªculo del corresponsal del diario The New York Times en Madrid, Henry Giniger, que apareci¨® ayer, viernes, bajo el titulo El Rey espa?ol lo es m¨¢s que de nombre y el subt¨ªtulo Su papel pol¨ªtico se agranda desde el cambio de Gabinete.

Tras citar unas palabras del Rey sobre la alternativa generacional, y afirmar que el Monarca est¨¢ ahora ?m¨¢s expuesto al escrutinio y juicio p¨²blico que en ning¨²n otro momento desde que subi¨® al trono?, se?ala que el Rey mantiene una vida sencilla en el palacio de La Zarzuela, que es propia de una monarqu¨ªa constitucional.Para llegar a esta meta, sin embargo, es necesario restaurar la democracia parlamentaria, exigida por la oposici¨®n y por algunos reformistas dentro del anterior Gobierno, como el se?or Areliza, que incitaron al Rey a reafirmar su autoridad y adoptar un cierto tipo de autoritarismo para forzar la salida del se?or Arias y desconectar el parlamento franquista todo lo posible. Otras influencias llegaron al Rey desde el mundo de los negocios y de los intereses bancarios, alarmados ante el deterioro de la situaci¨®n econ¨®mica.

En esos c¨ªrculos -contin¨²a Giniger- est¨¢ infiltrado el movimiento seglar cat¨®lico conocido como Opus Dei, de quien se cree que tiene un representante en La Zarzuela en la persona de Santiago Mart¨ªnez Caro, un diplom¨¢tico con estrechas relaciones personales con el ex ministro de Asuntos Exteriores Gregorio L¨®pez Bravo, un miembro prominente del Opus Dei.

Y escribe el corresponsal del New York Times que ?los comunistas, como todos los dem¨¢s, est¨¢n dispuestos a aceptar la monarqu¨ªa en la persona de Juan Carlos, pero se volver¨ªan contra la instituci¨®n y la persona si ¨¦l y su Gobierno no act¨²an r¨¢pidamente para llegar a un acuerdo pol¨ªtico con la oposici¨®n?.