El padre Xirinacs puede ingresar en prisi¨®n
El padre Lluis Mar¨ªa Xirinacs, de la Orden de las Escuelas P¨ªas, compareci¨® ayer por la ma?ana ante el juez militar de Oficiales Generales, de Barcelona. El padre Xirinacs fue candidato al premio Nobel de la Paz en 1975 y permanece, desde la pasada Navidad, doce horas diarias ante la C¨¢rcel Modelo de Barcelona, en petici¨®n de amnist¨ªa.
Por la autoridad judicial militar le fue comunicado a Xirinacs un decreto del capit¨¢n general de Catalu?a, imponi¨¦ndole ?por ligera irrespetuosidad a la autoridad de un juez militar? una multa de mil pesetas, con arresto sustitutorio de 15 d¨ªas, en caso de impago.Por otro lado, se le solicit¨®, seg¨²n informa el propio Xirinacs, que prestase declaraci¨®n en unas diligencias abiertas por la autoridad judicial militar por una ?Carta a un polic¨ªa armado?, documento que podr¨ªa haber redactado Xirinacs. El mencionado religioso expres¨® su deseo de declarar en lengua catalana, mientras se negaba a hacerlo en castellano. Su actitud no fue considerada procedente por la autoridad militar ante la que deb¨ªa declarar.
La multa antes mencionada le fue impuesta, siempre seg¨²n informa el padre Xirinacs, despu¨¦s de haberse negado anteriormente, hace unos 15 d¨ªas, a declarar en lengua castellana, en las mismas diligencias.
Aquella actitud, ahora penada, hab¨ªa motivado que el general auditor elevase al capit¨¢n general de Catalu?a unas diligencias en consulta. En ellas se solicitaba la pena ahora impuesta y, entre otras cosas, se afirmaba: ?Seg¨²n la normativa de nuestras leyes procesales, corroborada por una pr¨¢ctica judicial ininterrumpida, las declaraciones tanto en sus preguntas como en sus respuestas deben hacerse en el idioma oficial, esto es, en castellano?.
En el mismo escrito se afirmaba que ?el no querer prestar declaraci¨®n en castellano, teniendo ¨¦sta que ser prestada para que tenga validez, en el idioma oficial, puede ser, previa advertencia de la responsabilidad que incurre, constitutivo de delito, seg¨²n previene el art¨ªculo 590 del repetido C¨®digo de Justicia Militar. Constituye en definitiva una desobediencia, una falta de respeto en la persona del instructor y una posible denegaci¨®n de auxilio a la administraci¨®n de justicia o un desacato, seg¨²n los t¨¦rminos en que se produzca?.
El padre Xirinacs manifest¨® ayer tarde a EL PAIS que en la ma?ana de hoy comparecer¨¢ ante la autoridad judicial militar, por haber sido requerido para hoy mismo para el pago de la multa impuesta. A?adi¨® que no satisfar¨¢ la pena pecuniaria, por lo cual se da como muy posible que incurra, de inmediato, en la pena de arresto sustitutorio de 15 d¨ªas de duraci¨®n.
Derecho natural
El mencionado religioso manifest¨®, respecto a su negativa a expresarse en otra lengua que no sea el catal¨¢n, que ¨¦l entiende que ?se trata del ejercicio de que considero el derecho natural y universal a ser o¨ªdo en la propia lengua?.En el orden estrictamente jur¨ªdico puede hallarse una cierta similitud entre la negativa de Lluis M. Xirinacs y el caso protagonizado, a inicios de 1971, por el profesor Jordi Carbonell, quien se neg¨® a prestar declaraci¨®n en lengua castellana. El sumario que afectaba al profesor Carbonell pertenec¨ªa a la jurisdicci¨®n especial de Orden P¨²blico.Un miembro de la junta de gobierno del Colegio de Abogados de Barcelona record¨® ayer a EL PAIS que, durante el per¨ªodo republicano y auton¨®mico, las lenguas catalana y castellana gozaban de id¨¦ntico grado de oficialidad en la administraci¨®n de Justicia en Catalu?a. Tanto los escritos como las vistas orales se desarrollaban, en efecto, indistintamente, en ambas lenguas.Tambi¨¦n ayer el padre Xirinacs fue noticia por la denuncia presentada por la delegad¨®n del Ministerio de Informaci¨®n y turismo en Barcelona, ante la Jefatura, por las posibles afirmaciones difamatorias contra el buen nombre de las Fuerzas Armadas y de los Tribunales de Justicia que podr¨ªa contener su ¨²ltimo libro, reci¨¦n editado, Entro en el gran buit (vac¨ªo). Se trata del segundo volumen de su diario de prisi¨®n, escrito entre el primero de enero de 1975 y el 6 de octubre del mismo a?o. El primer volumen se agot¨® pr¨¢cticamente el primer d¨ªa de venta, con ocasi¨®n de la ¨²ltima fiesta del libro.
El padre Xirinacs ha pasado varios meses de su vida en la c¨¢rcel y ha protagonizado infinidad de huelgas de hambre. Es miembro de la Assemblea de Catalunya.
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