Llegan las primeras fotos tomadas desde Marte
A las dos y ocho minutos de la tarde se sab¨ªa que el Viking estaba ya atravesando la atm¨®sfera marciana a gran velocidad. El m¨®dulo de descenso (lander) se hab¨ªa desprendido del m¨®dulo que permanece en ¨®rbita marciana (orbiter). La emoci¨®n en los t¨¦cnicos que estaban ante las pantallas de operaciones en Pasadena se advert¨ªa en los comentarios crispados que hac¨ªan entre ellos.Pocos segundos despu¨¦s se supo que estaban funcionando perfectamente los cohetes que actuaron de freno. El Viking se encontraba a 20.000 metros de altura. Entonces se hizo un silencio que dur¨® los escasos segundos que faltaban el aterrizaje. Ning¨²n comentario hasta que el grito ?Very well?, dado por uno de los t¨¦cnicos, comunic¨® a sus compa?eros de la mesa de control que el lander se hab¨ªa posado sobre el suelo marciano.
Eran las 12 horas, 12 minutos y 7 segundos, GMT (hora del meridiano de Greendwich). En Madrid, las 2 horas, 12 minutos y 7 segundos. La llegada a la superficie del lander estaba prevista a las 12 horas, 11 minutos, 49,8 segundos, 17 segundos antes.
Las voces efusivas entre los t¨¦cnicos hablaban de que hab¨ªa ?sido estupendo?, ?un ¨¦xito enorme?, a las que no tardar¨ªa mucho en unirse el mensaje del presidente Ford, que felicitar¨ªa personalmente por tel¨¦fono a Jim Martin, director del programa Viking, y al doctor Fletcher, administrador general de la National Aeronautics and Space Administration (NASA).
Dos fotograf¨ªas
Desde que se supo que la llegada hab¨ªa sido un ¨¦xito, la expectaci¨®n de los t¨¦cnicos se centr¨® en la contemplaci¨®n desde la Tierra de las primeras fotograf¨ªas del suelo y paisaje marcianos. Estaba previsto un intervalo de casi cuarenta minutos hasta que el Viking-1 se pusiese a trabajar.Primero enviar¨ªa una foto tomada hacia el suelo, cogiendo en su campo de observaci¨®n una de las patas del Viking. Su finalidad era ver si el punto de apoyo se hab¨ªa introducido mucho o poco en el suelo marciano y comprobar de este modo la dureza de su suelo. Esto era lo que suceder¨ªa a las 12 horas, 47 minutos, 52 segundos, y as¨ª fue.
Hasta que la foto fue tomada y enviada a nuestro planeta, se sab¨ªa que el Viking estaba all¨ª, a 320 millones de kil¨®metros de nuestro mundo. Un objeto de poco m¨¢s de mil kilos de peso, con delicados instrumentos a bordo, en un planeta del que s¨®lo se conocen especulaciones. Pero su presencia s¨®lo pod¨ªa ser advertida en las pantallas de control. As¨ª constaba en las computadoras e instrumentos que desde Pasadena se?alaban el objeto emisor posado en el fondo de un antiguo r¨ªo o cr¨¢ter marciano.
Las explosiones de j¨²bilo se repitieron cuando comenz¨® a ser transmitida la foto del suelo. En las pantallas se empezaba a ver un suelo salpicado de peque?as rocas que hac¨ªa exclamar a los t¨¦cnicos exclamaciones como ?es incre¨ªble? o ?esta superficie es muy interesante?. Los comentarios de los expertos de Pasadena describ¨ªan la inclinaci¨®n con la que hab¨ªa quedado colocado el lander en la superficie marciana, la distancia aproximativa de las peque?as piedras...
?Esa piedra no est¨¢ lo suficientemente cerca como para provocar da?os?, dijo uno de los t¨¦cnicos... ?No se puede decir nada mientras no lo vean los doctores?, dijo otro, atajando comentarios m¨¢s especulativos sobre lo que all¨ª se estaba viendo. ?La fotograf¨ªa es realmente buena?, parec¨ªa el comentario m¨¢s generalizado.
La segunda fotograf¨ªa, panor¨¢mica del entorno donde ha quedado instalado el laboratorio con el que los cient¨ªficos trabajar¨¢n durante los pr¨®ximos meses, ser¨ªa recibida poco despu¨¦s. Mostraba un paisaje real, que tambi¨¦n motiv¨® grandes exclamaciones de ¨¦xito por la calidad de imagen.
Interpretaciones
La fotograf¨ªa panor¨¢mica enviada ayer desde Marte muestra varias piedras y rocas cuyos verdaderos tama?os no pueden ser exactamente evaluados. ?Si la foto fuese en color, este cielo podr¨ªa ser de color azul?, exclam¨® uno de los t¨¦cnicos refiri¨¦ndose a los tonos grises que se observan en la fotograf¨ªa del paisaje marciano.En la rueda de prensa posterior, la plana mayor del proyecto Viking y de la NASA se enfrent¨® con una muchedumbre de periodistas que no escatimaron hip¨®tesis arriesgadas en la interpretaci¨®n de las primeras im¨¢genes, ni tampoco bromas y chistes del mejor optimismo americano.
?Hay algo en la parte superior de la segunda foto que nos ha impresionado por su claridad?, explicaron los t¨¦cnicos de la NASA. ?Se trata -dijeron- de una sorprendente luminosidad que bien podr¨ªa suponer la existencia de nubes. Una atm¨®sfera claroscura?.
El ambiente general de las respuestas era el de celebrar que ?Marte haya resultado tan fotog¨¦nico?, lo que hace prever una exploraci¨®n fecunda cuando se tengan los resultados de los primeros an¨¢lisis que all¨ª, sobre el propio terreno, van a analizar ese polvo del suelo marciano hasta arrancar el secreto de su composici¨®n. Las pruebas ser¨¢n contundentes: no dir¨¢n si hay vida en otros parajes del planeta, pero s¨ª que lo afirmar¨¢n o negar¨¢n categ¨®ricamente del terreno en el que el lander se ha posado.
Al parecer, va a haber problemas con la elecci¨®n de los trozos de tierra que se van a tomar para analizar. Todos parecen muy buenos para el an¨¢lisis. Respecto a la pregunta de un periodista sobre esos 17 segundos de retraso en la llegada, esgrimiendo la hip¨®tesis de que fuese el viento reinante en el lugar el que hubiese dificultado un poco el descenso, la respuesta de los expertos de la NASA era la de siempre: ?Habr¨¢ que esperar al resultado de los an¨¢lisis para saber por qu¨¦ el lander se retras¨® esos segundos?. Lo mismo se dijo de esa luminosidad, que recuerda la de las nubes pero que pudiera ser un simple efecto de la c¨¢mara.
El Viking es en realidad un instrumento bastante ciego. No va a interpretar nada m¨¢s que aquello para lo que est¨¢ programado. Adem¨¢s, no lo va a hacer como lo har¨ªa un cosmonauta, interpretando lo que se ve, sino simplemente respondiendo a las preguntas que puedan contestar sus instrumentos de a bordo. Pero el Viking-1, como se coment¨® en la rueda de prensa en Pasadena, recuerda aquella nave vikinga que hace varios siglos se atrevi¨® a surcar el terrible oc¨¦ano Atl¨¢ntico y abrir, para los primeros navegantes europeos, un nuevo mundo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.