"La casi totalidad de los presos pol¨ªticos son vascos"
La amnist¨ªa constituye para el Pa¨ªs Vasco una aspiraci¨®n que se ha convertido durante las ¨²ltimas semanas en aut¨¦ntico clamor popular. Un hombre que conoce bien el tema, con sus indicaciones jur¨ªdicas y sociales, es el abogado donostiarra Miguel Castells. Miembro de la comisi¨®n gestora pro amnist¨ªa de Guip¨²zcoa, ¨¦l ha defendido ante los tribunales a bastantes de los presos pol¨ªticos que quedar¨ªan excluidos de una amnist¨ªa, entendida tal como parece entenderla el Gobierno. Ha intervenido entre otros, en el proceso de Burgos y en el consejo de guerra seguido en el regimiento de El Goloso contra cinco miembros del FRAP.
?Aqu¨ª, en el Pa¨ªs Vasco, es donde tienen mayor raz¨®n de ser las manifestaciones y actos por la amnist¨ªa, porque la casi totalidad de los presos pol¨ªticos repartidos por las c¨¢rceles del Estado son vascos. Aqui viven, por lo tanto, la mayor parte de sus familias y amigos. En Euskadi se vive intensamente el drama de la ?muga? y el ?maco?. La soluci¨®n del problema vasco requiere que previamente se ponga fin a ese drama.?
-Para centrar el tema en sus justas dimensiones, ?cu¨¢ntos presos pol¨ªticos vascos hay en la actualidad y qu¨¦ porcentaje representan del total?
-Hace poco m¨¢s de un mes hab¨ªa unos 400 vascos en las c¨¢rceles por motivos pol¨ªticos, en un momento en que la cifra de todo el Estado era ligeramente superior a los 600. Es posible que esas cifras se hayan rebajado ligeramente al aplicarse a algunos el r¨¦gimen de libertad provisional, pero pienso que los porcentajes no habr¨¢n variado de forma sustancial.
-Tal como el Gobierno ha planteado el tema de la amnist¨ªa, ?alcanzar¨¢a a los presos vascos?
-La formulaci¨®n del tema por parte del Gobierno est¨¢ todav¨ªa muy poco definida, pero si se excluyen estrictamente a aquellos que ?hayan puesto en peligro la integridad f¨ªsica de las personas?, podr¨ªan quedar fuera desde aquel que haya tirado una piedra en una manifestaci¨®n hasta el que ha sido condenado como militante o colaborador de cualquiera de las organizaciones acusadas de terroristas, sea cual fuere el papel que desempe?aron en su d¨ªa en esa organizaci¨®n. Parece, por ahora, que quedar¨ªan al margen de la amnist¨ªa todos los que han sido juzgados por actividades ETA, FRAP o an¨¢logas.
-En algunos ambientes, incluso de oposici¨®n, se comienza a hablar de que esta amnist¨ªa podr¨ªa ser aceptable si al propio tiempo se revisasen los juicios que se han llevado a cabo de acuerdo con leyes especiales. ?Qu¨¦ opina usted de ello?
-Est¨¢ suficientemente claro que los vascos queremos una amnist¨ªa total, sin exclusiones. Y si no, me remito a todas las manifestaciones de tipo folkl¨®rico, cultural o pol¨ªtico, en las que de forma espont¨¢nea sale siempre el grito de ?Presoak kalera?, que no es otra cosa que una petici¨®n de amnist¨ªa total.
-?C¨®mo se entiende entonces la amnist¨ªa desde aqu¨ª?
-Entendemos la amnist¨ªa como libertad para todos los presos pol¨ªticos y la posibilidad de que vuelvan todos los exiliados. La amnist¨ªa debe borrar la represi¨®n pol¨ªtica y todos sus efectos en relaci¨®n con el per¨ªodo al que se refiere. As¨ª, por ejemplo, tendr¨ªa que comprender, entre otros supuestos, el caso de los obreros despedidos por sus ideas pol¨ªticas o sindicales, o por motivo de huelgas, al amparo de unas estructuras jur¨ªdicas y econ¨®micas que requieren una urgente modificaci¨®n. Tal como la concebimos, la amnist¨ªa se encuentra hist¨®ricamente vinculada al cambio pol¨ªtico. El an¨¢lisis concreto de las amnist¨ªas promulgadas nos lleva a considerarlas como conquistas pol¨ªticas. Considerada de esta manera, la amnist¨ªa es, a la vez, condici¨®n y motor del cambio, causa y, a la vez, efecto.
-Usted intervino en el proceso de Burgos, en un momento en que estaba vigente y se aplic¨® la ley de Bandidaje y Terrorismo, que poco despu¨¦s ser¨ªa derogada. Si los que fueron condenados en virtud de esa ley no quedan incluidos en la amnist¨ªa, ?plantear¨ªa alg¨²n problema jur¨ªdico?
-Es cierto que la casi totalidad de las penas de larga duraci¨®n, que son las que m¨¢s importan a quienes luchamos por la amnist¨ªa, fueron impuestas a los presos vascos en aplicaci¨®n del decreto sobre Rebeli¨®n Militar, Bandidaje y Terrorismo. Este decreto se limita a refundir en un solo texto, seg¨²n su exposici¨®n de motivos, las leyes de 2 de marzo de 1943 y de 18 de abril de 1947. La primera se presentaba como una condensaci¨®n de los distintos bandos de guerra dictados desde el 18 de julio del 36 y la segunda basaba su necesidad en una grave y especial situaci¨®n de postguerra. As¨ª se declaraba en los respectivos pre¨¢mbulos de ambas leyes y, ciertamente, un an¨¢lisis elemental de su contenido pone de manifiesto su vinculaci¨®n con los bandos de guerra. En la actualidad, el decreto ley sobre Rebeli¨®n Militar, Bandidaje y Terrorismo se encuentra derogado. Quiz¨¢s ahora, cuando se pretende entrar en un proceso liberal y democratizador, deba pensarse si hay raz¨®n para que estos presos pol¨ªticos vascos hayan de continuar privados de libertad en base a una legislaci¨®n periclitada. Bien mirado, y por esta l¨ªnea, podr¨ªa encontrarse raz¨®n para la libertad de todos los dem¨¢s.
-Sali¨¦ndonos ahora del ¨¢mbito concreto del Pa¨ªs Vasco, usted es uno de los abogados defensores de Eleuterio S¨¢nchez, el Lute. ?Cree que la amnist¨ªa deber¨ªa afectarle?
-El mismo Eleuterio define la materia sobre la que recaen las acusaciones y procesos seguidos contra ¨¦l como propia de un delito social. Ciertamente, los hechos que se le imputan y el tipo de vida a que se ha visto abocado son producto de una estructura pol¨ªtico-social muy concreta. Para explicarme, el llamado caso Lute se encuentra en las ant¨ªpodas del caso Matesa Ser¨ªa verdaderamente lamentable que pudieran malograrse las posibilidades que ofrecen personas de las condiciones de Eleuterio, cuando se precisa realizar un gran esfuerzo por mejorar la situaci¨®n del pueblo. Creo que en estos momentos se necesita de todos y no podemos desaprovechar elementos de gran val¨ªa. Y esto, claro est¨¢, no se refiere solamente a Eleuterio S¨¢nchez.
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