?Posible "cumbre" Giscard-Mitterrand?
Bastaron diez minutos de la tarde de ayer, durante los que se entrevistaron un representante de Mitterrand y otro del primer ministro, Chirac, para que el mundo pol¨ªtico franc¨¦s se creyese ya en v¨ªsperas de lo que, sin duda, constituir¨ªa, en este pa¨ªs, la cumbre pol¨ªtica del a?o: Giscard-Mitterrand. El hecho tuvo lugar en el Hotel Matignon. Fue el l¨ªder socialista quien destac¨® a un secretario nacional de su partido, se?or Pontillon, para informar al director del Gabinete de Jacques Chirac, de sus ¨²ltimas iniciativas internacionales: Mitterrand los ¨²ltimos d¨ªas envi¨® cuatro telegramas, pidiendo intervenciones eficaces en favor de una tregua en L¨ªbano, a la Cruz Roja Internacional, al Papa y al secretario general de la ONU.El se?or Jerome Monod, representando a Chirac, se apresur¨® para recibir a Pontillon. En otros pa¨ªses occidentales, un di¨¢logo semejante, entre un l¨ªder de la oposici¨®n y otro de la mayor¨ªa, hubiera pasado desapercibido. En Francia, el encono que caracteriza la guerra entre la derecha y la izquierda, le dio a la iniciativa de Mitterrand un car¨¢cter significativo y pol¨ªtico.
El presidente de la Rep¨²blica, en varias ocasiones, desde hace dos a?os, ya invit¨® a los l¨ªderes de la oposici¨®n al di¨¢logo, con vistas a normalizar las relaciones entre la mayor¨ªa y la oposici¨®n, completamente nulas durante la ¨¦poca gaullista. Pero, cada vez, Mitterrand y Marchais lo acusaron de ?oportunista?, queriendo significar que sus ?llamamientos? no respond¨ªan al establecimiento de un di¨¢logo necesario, para tratar los asuntos de inter¨¦s nacional, sino que obedec¨ªan a maniobras ?mezquinas?, destinadas a avalar su pol¨ªtica.
Desde hace varias semanas, sin embargo, el l¨ªder socialista, tanto en el plano interior, como con sus iniciativas internacionales, viene comport¨¢ndose como un jefe de Estado bis. Su moderaci¨®n no tiene l¨ªmites. Hace s¨®lo 15 d¨ªas dijo claramente que ?un d¨ªa u otro, nos veremos, Giscard y yo?. En el mismo sentido, no se ha cansado de repetir que, en caso de victoria de la izquierda, en las legislativas pr¨®ximas, ?Giscard, como presidente, no ser¨¢ puesto en entredicho?. Con este primer paso, por medio de personas interpuestas, ?ha querido Mitterrand dar el primer paso serio camino del Palacio del El¨ªseo? Fue la pregunta que surgi¨® ayer en los medios pol¨ªticos. El Partido Comunista, aliado de los socialistas, celoso y receloso, no se manifest¨® sobre una eventualidad que, para algunos, ser¨ªa el anticipo de otra eventualidad que no se descarta y que, quiz¨¢, a la izquierda le interesar¨ªa en cierta medida: Giscard-presidente al lado de Mitterrand-primer ministro, si ganase las legislativas la uni¨®n de la izquierda.
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