"El reloj socialista de Schmidt va atrasado"
?Muri¨® en Puerto Rico la Internacional Socialista? A esta pregunta, en el aire, desde que el canciller Schmidt, en USA, revel¨® al mundo, la santa alianza de Estados Unidos, Inglaterra, Alemania y Francia, para impedir la participaci¨®n de los comunistas italianos en el poder, el l¨ªder socialista franc¨¦s, se?or Pierre Mauroy, a su regreso de Bonn, en donde se entrevist¨® con Brandt, el presidente del SPD (socialdem¨®cratas de la Rep¨²blica Federal), respondi¨®: ?La Internacional ya pas¨® por otros momentos graves. Es cierto que, en conjunto, a¨²n se apoya en una idea est¨¢tica del socialismo. Pero acabar¨¢ por adaptarse a la historia. El d¨ªa que la izquierda francesa suba al poder, aportaremos algo nuevo, contagioso. Y los laboristas ingleses, como los socialdem¨®cratas alemanes, tendr¨¢n que tenerlo en cuenta.?Pierre Mauroy, diputado, alcalde de Lille, secretario nacional del Partido Socialista Franc¨¦s, est¨¢ considerado como el segundo de Mitterrand, el primer secretario del PS franc¨¦s. A mediados de la semana ¨²ltima, al frente de una delegaci¨®n de su partido, en Bonn, se entrevist¨® con los dirigentes del SPD, muy especialmente sobre las repercusiones de la espectacular declaraci¨®n del canciller Schmidt.
En unas declaraciones a la prensa, ayer, Mauroy, en nombre de los socialistas galos, abord¨® ampliamente la cuesti¨®n que aun a su juicio, aline¨¢ndose al lado de Ford y Giscard, los dos dirigentes socialistas, ?cometen un error hist¨®rico?, por no haber comprendido que los comunistas italianos, como los franceses, se han desamarrado de la Uni¨®n Sovi¨¦tica.
Mauroy sobre la ruptura de los partidos comunistas occidentales con la URSS, manifest¨® confiante: ?Sus lazos se est¨¢n rompiendo. Las sociedades que preconizan los comunistas occidentales, pluralistas y antiburocr¨¢ticas, se oponen al modelo sovi¨¦tico. Y no acierto a comprender por qu¨¦ se volver¨ªan atr¨¢s. En este caso, les ocurrir¨ªa lo que al pobre PC portugu¨¦s, que se encuentra aislado y desacreditado, por haber confundido Lisboa-1974 y Mosc¨²-1917.?
Al enfocar el problema de la ?ruptura socialista? en Europa occidental, a la luz del complot de Puerto Rico, Pierre Mauroy opin¨® que ya dice bastante el que Ford, ?un presidente de los Estados Unidos, del que la historia ya ha olvidado su nombre?, obtuviese tan f¨¢cilmente el acuerdo de dos l¨ªderes capitalistas y de dos jefes de Gobierno socialistas: ?Estas gentes -observ¨®-, tomaron su decisi¨®n a escondidas, como si les remordiera la conciencia?.
El chantaje econ¨®mico, para los socialistas franceses, a¨²n podr¨ªa dar resultados, y no muy seguros, en los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo. Pero no en Europa y, mucho menos, en Francia: ?No se puede jugar impunemente con la dignidad de los pueblos.? Ya es significativo, se destaca, que Jimmy Carter, el probable presidente de USA, haya declarado que no combatir¨ªa la participaci¨®n de los comunistas italianos en el Gobierno.
Sobre la naturaleza ideol¨®gica del se?or Schmidt, Pierre Mauroy no se manifest¨® muy seguro: ?Lo considero socialista porque pertenece al SPD, pero es un socialista que deber¨ªa poner el reloj en hora, porque le funciona con varios a?os de retraso.?
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