Informe sobre pol¨ªtica y sexo en Estados Unidos
El hecho de que un miembro de la C¨¢mara de Representantes, el dem¨®crata por Utah Allan Howe, haya sido condenado por un tribunal acusado de ?solicitar servicios sexuales a cambio de dinero? a una mujer polic¨ªa que se hac¨ªa pasar por prostituta, o los recientes esc¨¢ndalos sexuales descubiertos en el Capitolio, no deben ser motivo de asombro, entran dentro de la l¨®gica normal de las cosas, en opini¨®n de dos investigadores estadounidenses que se han especializado en estudiar la relaci¨®n entre el sexo y el poder.
En un informe titulado ?prostituci¨®n, poder y pol¨ªtica?, que fue presentado al Congreso anual de la Asociaci¨®n Americana de Psiquiatr¨ªa, por el matrimonio formado por los doctores Samuel Janus (psic¨®logo) y Barbara Bess (psiquiatra) se llega a la conclusi¨®n de que la mayor parte de los ?clientes? de las Call-girls de lujo son pol¨ªticos en ejercicio y altos ejecutivos.
Los doctores Janus y Bess, que trabajan como profesores adjuntos de psiquiatr¨ªa en el Medical College de Nueva York, confeccionaron su informe a trav¨¦s de una serie de entrevistas mantenidas con diez madames y 42 call-girls de lujo que habitan en Nueva York, Los Angeles y Las Vegas, y cuya tarifa m¨ªnima oscila entre 58 d¨®lares (unas 3.500 pesetas) la hora y 750 d¨®lares (unas 50.000 pesetas) la semana, gastos aparte.
El n¨²mero total de ?clientes? servidos por las prostitutas entrevistadas supera los 5.400. Los investigadores, que prometieron total anonimato a sus informadoras, les preguntaron acerca de la condici¨®n social de sus ?clientes?, el tipo de relaci¨®n sexual que prefer¨ªan y sobre el lugar donde se llevaba a cabo esta relaci¨®n.
El 60 por 100 de los ?clientes? afirma el informe, son figuras pol¨ªticas de cierta significaci¨®n o altos ejecutivos de grandes corporaciones o monopolios p¨²blicos. Entre los pol¨ªticos se incluyen senadores, congresistas, gobernadores, jueces, alcaldes, fiscales de distrito y otros cargos p¨²blicos.
Pol¨ªticos fetichistas
Respecto al tipo de relaci¨®n sexual buscado por los ?clientes? las entrevistadas afirmaron que entre los pol¨ªticos y hombres de negocios se daba un porcentaje mucho mayor de modalidades ?caprichosas?, que incluyen la flagelaci¨®n y el fetichismo. M¨¢s de un 60 por 100 de los ?clientes? pol¨ªticos y financieros tienen la consideraci¨®n de ?clientes habituales?, es decir, visitan m¨¢s regularmente a las call-girls que el resto de sus solicitantes. Aproximadamente un 80 por 100 de estos clientes est¨¢n casados y su edad oscila entre los cuarenta y los cincuenta a?os.Durante una entrevista televisada, en la que estuvo presente Elizabeth Ray -la secretaria del representante Wayne Hays-, los doctores Janus y Bess declararon que cuando iniciaron sus estudios sobre la psicolog¨ªa de las call-girls no pensaban en absoluto en el tema pol¨ªtico, pero que ¨¦ste fue surgiendo a medida que avanzaban sus entrevistas con las prostitutas y ¨¦stas les hablaban repetidamente de sus poderosos e influyentes amigos.
El hecho de que los pol¨ªticos se refieran en t¨¦rminos condenatorios a la prostituci¨®n y que luego, privadamente, sean unos de sus mayores patrocinadores, es un tipo habitual de hipocres¨ªa y ambivalencia, seg¨²n afirm¨® la doctora Bess en el programa televisivo. Respecto al porqu¨¦ de esa frecuentaci¨®n de las call-girls por los pol¨ªticos, la psiquiatra se?al¨® que la alta tensi¨®n a que les somete su trabajo les hace buscar alg¨²n tipo de relajamiento, para el que suelen optar por el ¨¢rea sexual. Por otra parte, las circunstancias de su vida privada, con frecuentes viajes y separaci¨®n de sus familias, facilita estas relaciones y la frecuencia de las mismas.
Aunque los ¨²ltimos esc¨¢ndalos sexuales revelados en Norteam¨¦rica han hecho a los pol¨ªticos m¨¢s cautelosos, los doctores Janus y Bess opinan que las call-girls continuar¨¢n teniendo una abundante clientela y que, de hecho, la reciente Convenci¨®n dem¨®crata de Nueva York o la republicana, que se celebrar¨¢ en Kansas City, son consideradas por algunas de estas prostitutas como ?aut¨¦nticas minas de oro?, dada la concentraci¨®n de pol¨ªticos que se produce en ellas.
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