Opiniones sobre EL PAIS

EL PAIS ofreci¨® una informaci¨®n absolutamente rechazable sobre la ola de atentados con explosivos que acaba de desencadenarse contra monumentos a los ca¨ªdos nacionales en la guerra civil, y contra edificios estatales, del Movimiento Nacional y de la Organizaci¨®n Sindical.En efecto, EL PAIS no se content¨® con recoger exclusivamente las reacciones y juicios apresurados de ciertos grupos de la izquierda que, l¨®gicamente molestos ante la evidencia de que los atentados hab¨ªan sido reivindicados por otro grupo izquierdista, pretenden atribuirlos sin prueba alguna al ?terrorismo de la extrema derecha?. EL PAIS no se molest¨® en analizar con un m¨ªnimo rigor unas afirmaciones que atribuyen -por las buenas y sin pruebas- atentados contra monumentos derechistas a los propios derechistas (?acaso EL PAIS recoger¨ªa, sin analizarla y criticarla, la imputaci¨®n contra grupos socialistas de un eventual atentado contra la tumba de Pablo Iglesias, por citar un ejemplo similar?); e incluso afirm¨®, bas¨¢ndose en impresiones recogidas sin duda s¨®lo en c¨ªrculos afines, que la impresi¨®n ?en la calle? (?en la calle de Miguel Yuste?) era de que los atentados se deben a la extrema derecha.

No. EL PAIS no se ha contentado con tan flagrantes violaciones de lo que constituye el esp¨ªritu del buen hacer period¨ªstico, sino que ha llegado m¨¢s all¨¢ y, en contra de toda ¨¦tica, ha suprimido deliberadamente informaciones importantes que ten¨ªa a su disposici¨®n; y no s¨®lo eso, sino que, a continuaci¨®n, ha mentido con toda premeditaci¨®n. En efecto, en su primera p¨¢gina dijo que los ?grupos de Resistencias Antifascistas Primero de Octubre? eran totalmente desconocidos hasta ahora, insinuando que no eran m¨¢s que una invenci¨®n de alg¨²n grupo terrorista de derechas. Sin embargo, el lunes por la tarde la agencia Europa Press, a la que est¨¢ suscrito EL PAIS, que utiliza sus servicios con gran frecuencia, hab¨ªa distribuido un despacho muy amplio en el que se describ¨ªan con detalle los or¨ªgenes de los GRAPO (desgajados en 1975 de la Organizaci¨®n Marxista-Leninista de Espa?a, OMLE, separados a su vez en 1969 del PCE de Carrillo), su doctrina (acusa a los socialdem¨®cratas de Carrillo de ?sost¨¦n del imperialismo?) y su extensi¨®n geogr¨¢fica (grupos de afiliados en Madrid, Barcelona, Pa¨ªs Vasco, Galicia, Sevilla y C¨¢diz). Pero el despacho de Europa Press fue ocultado al conocimiento de sus lectores por EL PAIS que, no contento con ello, afirmaba despu¨¦s que los GRAPO son totalmente desconocidos por los c¨ªrculos bien informados. La maniobra no puede ser m¨¢s clara y m¨¢s lamentable, y har¨ªa honor al sentido de la ¨¦tica period¨ªstica que puede tener el director de Pravda, de Mosc¨².

A la vista de todo lo expuesto, hay que preguntarse, se?or Cebri¨¢n, cu¨¢ntas acciones tiene realmente en PRISA el miembro del PCE, Ram¨®n Tamames, y otros de su afiliaci¨®n. Con¨¦ctese con el posible control financiero que Carrillo pueda tener en EL PAIS, los frecuentes art¨ªculos que publican en su diario miembros del CC del PCE, y la reciente afirmaci¨®n de Carrillo a La Stampa sobre la afiliaci¨®n de periodistas al PCE y al PSUC... y sus lectores podr¨¢n empezar a cruzar apuestas sobre la fecha en que la hoz y el martillo y el lema ?Proletarios de todo el mundo, un¨ªos? aparecer¨¢n bajo la mancheta de EL PAIS. Al menos, estar¨¢ usted de acuerdo que su condenable falta de ¨¦tica en la informaci¨®n sobre los atentados del pasado fin de semana se inscribe plenamente en los sistemas habituales del periodismo sujeto a la disciplina partidaria de los PPCC m¨¢s retr¨®grados.