Segunda medalla de oro para Juantorena
Cuba no es socio asociado en sociedad como Puerto Rico y se nota. Del largo lagarto verde n¨¢car, espuma y plata ha salido Alberto Juantorena para subirse al podio por encima de los herederos del senador Mac Carthy, bien muerto y muerto, am¨¦n. Cuba ya no dice ?very bad? o ?very well?. La Cuba del estadio ol¨ªmpico dice ?muy bien? y se carga de oro. Alberto Juantorena, con la tez negroide de los versos de Guill¨¦n y un apellido de reminiscencias, digo yo que azcoanas, ha sido otra vez el m¨¢s r¨¢pido y ha sido, en el podio, el m¨¢s alto. Por debajo de ¨¦l, dos negritos USA, dos negritos ?yes?. Alberto ha sido, de los tres negritos, el negrito ?s¨ª?.Alberto Juantorena no ha sido esta vez ganador en r¨¦cord, pero ha vencido en la final de los 400 metros con aire de notoria superioridad. Contra ¨¦l estaban tres norteamericanos, un belga, un australiano y un polaco. A sus inmediatos seguidores les ha sacado la distancia justa para ser campe¨®n; a los dem¨¢s les ha superado netamente. Juantorena tiene una zancada larga, largu¨ªsima, y aunque parece que cae sobre el tart¨¢n pesadamente, se levanta del suelo como en fr¨¢gil aleteo. Dos pruebas, dos finales, dos medallas de oro. Juantorena es el primer atleta que ha triunfado doblemente.
La sensaci¨®n pr¨®xima a los espa?oles ha estado en las series de los 1.500 metros. Dos portugueses, Mamede y De Jes¨²s, han sido tercero y segundo, respectivamente, en dos series con un aire incre¨ªble. Los dos han utilizado La misma t¨¢ctica. Los dos se han situado al final del paquete y en la ¨²ltima vuelta han salido desde atr¨¢s con un sprint largo y potente que ha puesto emoci¨®n a la prueba y ha causado la dmiraci¨®n de los espectadores. Humildes al principio y avasalladores de hombres te¨®ricamente superiores al final. Los por.tugueses no defraudan. Los portugueses luchan hasta el final y no pasan desapercibidos. El franc¨¦s Gonz¨¢lez, el segundo espa?ol del equipo galo, ha corrido m¨¢s al modo nuestro y ha sido quinto en su serie. El hombre fuerte de esta prueba, como se preve¨ªa, es el neozeland¨¦s John Walker. Sin Filbert Bayi, recordinan mundial en prueba, ir¨®nicamente celebrada en
Nueva Zelanda, que no est¨¢ en la competici¨®n por la protesta de Tanzania, su pa¨ªs, y los dem¨¢s africanos, Walker no tendr¨¢ enemigo dif¨ªcil de batir.
Los americoman¨ªacos han tenido hoy su momento feliz con el saltador de longitud Arnie Robinson, otro negrito escapado del ghetto que ha conquistado para su pa¨ªs la tercera medalla de oro en atletismo. Robinson realiz¨® un salto de 8,35, y en la final fallaron hombres que, como el ganador, tienen acreditadas marcas muy superiores. Robinson era hombre de 8,30 hace m¨¢s, de un a?o y Randy Williams, segundo, hizo ya en 1972 8,34. El yugoslavo Stekic, que ha sido sexto con 7,89, es hombre cercano a los 8,30. La medalla de bronce ha sido para Wartenberg, con 8,02; es decir, con un cent¨ªmetro m¨¢s del r¨¦cord de Blanquer. Arnie Robinson fue medalla de bronce en Munich, con 8,03; Baunga¨ªtner, que fue plata, salt¨® 8,18, y Randy Williams, que fue oro, hizo 8,24. El alem¨¢n ha sido aqu¨ª octavo, con 7,84.
El primer r¨¦cord de la tarde ha sido ol¨ªmpico y ha corrido a cargo de la lanzadora de disco de la RD Alemana Evelin Schalaak, que con 69 metros justos ha dejado a la favorita Faina Me1nik en el segundo puesto. La sovi¨¦tica Faina hizo en Munich 66,62 y aqu¨ª ha conseguido 68,60.
La an¨¦cdota de la tarde ha estado en el quinto lanzamiento de la Melkin. Ha tardado en efectuar el env¨ªo y se la ha dado nulo. Ha protestado y se ha atendido su reclamaci¨®n. En esta ocasi¨®n ha obtenido la marca que. le ha proporcionado la medalla de plata. La ganadora ha mejorado el r¨¦cord ol¨ªmpico en su primera intervenci¨®n.
El ¨²nico r¨¦cord del mundo de la tarde lo ha protagonizado la polaca Irena Szewinska, que en la final de los 400 metros ha superado la marca por ella misma establecida en 49,29. Irena ha salido en la cuarta calle y en la primera curva ha salido ventajosa. En la segunda ha superado a sus rivales y se ha ido sola a la meta con absoluta autoridad. No ha tenido sombra.
Johanna Schaller, de la RD Alemana, ha ganado la final de los 100 metros vallas. Dos sovi¨¦ticas han estado tras ella en la meta, pero la prueba no ha tenido especial relieve porque no ha habido r¨¦cord. En Montreal, quiz¨¢ por la costumbre adquirida en la mejora de registros, cuando el tabl¨®n electr¨®nico no anuncia la superaci¨®n se produce cierta desilusi¨®n en el p¨²blico. Y lo cierto es que la carrera ha tenido emoci¨®n porque cinco atletas han entrado con tiempos muy similares. La diferencia entre la ganadora y Anisimova ha sido de una cent¨¦sima, y entre ¨¦sta y Lebedeva,dos.
De las veinticuatro finales disputadas, en seis se ha producido el r¨¦cord del mundo -en Munich un total de siete-, en cinco ha habido r¨¦cord ol¨ªmpico y en una, salto de p¨¦rtiga, los tres primeros lo igualaron. El balance, por ahora, no puede ser m¨¢s satisfactorio.
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