Una carrera profesional conquistada a pulso
Eva Sobredo, nacida en 1948 en Madrid, ciudad donde no volvi¨® a vivir de forma continuada hasta 1966, se convirti¨® en Cecilia, por obra y gracia de una industria discogr¨¢fica que la necesitaba y m¨¢s a¨²n porque todo un ambiente musical no encontraba salida en una voz femenina que uniera la facilidad anglosajona para conseguir una m¨²sica atractiva para los j¨®venes y el movimiento latino de un cierto perfeccionismo en los textos.La tradici¨®n de una cantante femenina espa?ola realmente integrada en la l¨ªnea pop o cercana a los ambientes juveniles de una cierta inquietud, se rompi¨® cuando Karina no quiso o no la dejaron envejecer: ocup¨® el sitio demasiado tiempo, impidiendo el paso a otras. Y ya a finales de los 60 no se pod¨ªa simplemente versionar de lo lindo. Cecilia hab¨ªa reunido los elementos necesarios poco a poco. El nacimiento en una familia de la carrera, su padre es diplom¨¢tico, le facilit¨® una educaci¨®n de un nivel superior a la media, y lo que fue m¨¢s importante, un contacto con un ambiente internacional que le servir¨ªa para tomar una postura m¨¢s exigente consigo misma de lo que en aquel momento hab¨ªa en la m¨²sica nacional.
Demasiado pronto
Como ella misma defini¨® aquella etapa: ?Salt¨¦ demasiado pronto de la fiesta de fin de curso del colegio de monjas al templo de la m¨²sica pop que era J.J.? Pero una vez pasada la nerviosa etapa de cubrir presupuestos, Cecilia se encabrit¨® y fueron naciendo una serie de temas de rara consistencia en una cantautora espa?ola. El ¨¢lbum Cecilia 2, aunque de menor repercusi¨®n comercial que el anterior, conten¨ªa ya una obra coherente y uno de sus temas m¨¢s logrados hasta hoy y el que le iba a permitir un salto truncado al mercado norteamericano: ?Un mill¨®n de muertos. (Un mill¨®n de sue?os.)?
Aqu¨ª se nos ha quedado, cuando de ella nos quedaba mucho por esperar: ha sabido analizar m¨¢s profundamente que Mary Trini el mundo de unas se?oras casadas de nuestro tiempo, y ha encantado, aunque de forma distinta, a los chavales de hoy, mucho m¨¢s seriamente que Karina y se ha salido del rinc¨®n querido de Mar¨ªa del Mar Bonet para buscar nuevos horizontes. Eva Sobredo, Cecilia, iba a conseguir algo y ahora estaba, por fin segura
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