Africa del Sur o la discordia en el deporte
Menos dos, Senegal y Costa de Marfil, todos los pa¨ªses africanos que deber¨ªan haber participado en Montreal, o no viajaron siquiera al Canad¨¢ o abandonaron los Juegos Ol¨ªmpicos en sus primeros d¨ªas. Incluso alguno de ellos, casos de Egipto o T¨²nez, despu¨¦s de haber jugado partidos o participado individualmente. El ?boicot? hacia Africa del Sur, indirectamente en este caso, porque el centro de sus protestas era Nueva Zelanda, fue el primer gran problema ol¨ªmpico. El deporte se vela claramente influido una vez m¨¢s por la pol¨ªtica racial del pa¨ªs austral.
Curiosamente, el ?culpable? de encender otra vez la chispa era Nueva Zelanda, otro pa¨ªs de los mares del sur. Sus All Blacks, con maor¨ªes en cantidad integrando el famos¨ªsimo equipo de rugby, no cortaban esta vez sus relaciones con los Springbocks sudafricanos y el volc¨¢n ?apartheid? se pon¨ªa otra vez en ebullici¨®n. Nueva Zelanda sigui¨® en Montreal; hasta gan¨® sus medallas, pero los pa¨ªses africanos en su mayor¨ªa se fueron a casa.Las cosas, sin embargo, han quedado ah¨ª. Canad¨¢, decididamente en su a?o ol¨ªmpico, tambi¨¦n ten¨ªa que organizar unos segundos Juegos para minusv¨¢lidos, con Toronto esta vez como escenario. La ceremonia de inauguraci¨®n fue ayer, pero los problemas de nuevo fueron muchos y variados. Ante unas 12.000 personas, tres atletas canadienses, una mujer paral¨ªtica y dos hombres, unos ciego y el otro con un solo brazo, portaron la antorcha hasta prender la llama ol¨ªmpica. El gobernador de Ontario dio la bienvenida a los participantes y Eugene Reimer, recordman del mundo de disco y capit¨¢n igualmente del equipo de baloncesto del Canad¨¢, pronunci¨® el juramento tradicional. Atletismo, bolos, tenis de mesa, baloncesto y tiro con arco, ser¨¢n las especialidades. Sin embargo, en lugar de 45 pa¨ªses y 1.400 atletas como estaban previstos en un principio, las ausencias han sido importantes. La raz¨®n es bien simple: 38 atletas de Africa del Sur han ido a Toronto.
De momento la URSS, Yugoslavia, Kenia, India, Uganda y Jamaica no estuvieron ya en la ceremonia inaugural. Unicamente Jamaica, por boca del entrenador Sammy Henriques, dio razones de su ausencia. Sus palabras no pudieron ser m¨¢s claras: ?No queremos competir al lado de un pa¨ªs racista como Africa del Sur?.
Los Juegos Ol¨ªmpicos para Minusv¨¢lidos, como anteriormente los ?normales?, han tenido tambi¨¦n otros problemas. Los 500.000 d¨®lares, es decir casi 300 millones de pesetas, que el Gobierno canadiense iba a dar como subvenci¨®n a los organizadores, fueron retirados al confirmarse la participaci¨®n de Africa del Sur. Los Juegos continuar¨¢n, pero una vez m¨¢s sigue sin solucionarse este ¨¢rido problema.
Africa del Sur, exillida del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional y, por tanto, sin posibilidad alguna de participar en los Juegos, ha sufrido ¨²ltimamente los m¨¢s duros contratiempos deportivos al ser expulsada de las m¨¢s importantes Federaciones Internacionales: Atletismo, Nataci¨®n y F¨²tbol. Aunque a¨²n es miembro de 29 federaciones, algunas de ellas de entidad, como la de gimnasia, vela o equitaci¨®n, dentro del programa ol¨ªmpico, y otras tambi¨¦n importantes, pero no ol¨ªmpicas, como el tenis, el rugby o el golf, la verdad es que su actuaci¨®n se recorta cada d¨ªa m¨¢s. En diez deportes, por ejemplo, bien federaciones o asociaciones internacionales, no pueden participar m¨¢s que individualmente y no por equipos. Es el caso del tiro con arco, billar, esqu¨ª o patinaje art¨ªstico, modalidades en las quejustamente Africa del Sur nunca ha destacado.
Oficialmente, aparte de las tres ya citadas, ha sido expulsada de las federaciones de boxeo, ciclismo, judo, tenis de mesa, voleibol, halterofilia y lucha. Adem¨¢s sancionada en las de esgrima, baloncesto o pirag¨¹ismo. En tenis, quiz¨¢ el deporte en que m¨¢s se mantiene su presencia pese a los problemas planteados, su situaci¨®n empeora d¨ªa a d¨ªa, aunque a costa de ello haya ganado ya una Copa Davis.
Naturalmente, una de las federaciones en las que tambi¨¦n es miembro todav¨ªa, la de Minusv¨¢lidos, le ha permitido participar en unos Juegos Ol¨ªmpicos. El problema a debatir es si el precio pagado nuevamente merece la pena. En Soweto, seguro, ser¨¢ donde m¨¢s lo nieguen. Hasta con sangre.
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