Kissinger amenaza con retirar su ayuda a Pakist¨¢n si ¨¦ste compra una central nuclear firancesa
El imperialismo americano, una vez m¨¢s?, se exclam¨® anoche, no s¨®lo en Francia, sino en otros pa¨ªses occidentales, al conocer la noticia procedente de Pakist¨¢n: el secretario de Estado norteamericano, Henry Kissinger, amenaz¨® al primer ministro Zulfikar Ali Bhutto con la suspensi¨®n de toda la ayuda americana si se realizaba eI contrato firmado con Francia para la compra de una f¨¢brica de plutonio, con el que se puede construir la bomba at¨®mica.
, Anoche despu¨¦s de sus entrevistas con Bhutto, Kissinger lleg¨® a Francia, a la ciudad veraniega de Deauville, en donde piensa descansar unos d¨ªas. Aqu¨ª lo esperaba el ministro franc¨¦s de Industria, se?or Ornano, a quien se piensa va a explicarle una actitud que la opini¨®n p¨²blica interpreta como una ?diktaat? inadmisible.Evitar la proliferaci¨®n
Francia y, Pakist¨¢n firmaron un contrato, en marzo ¨²ltimo, que comprend¨ªa la compra, por el segundo de los pa¨ªses, de una central nuclear de 600 megawatios y una f¨¢brica de combustible irradiado: este tipo de f¨¢brica produce el plutonio, a partir del cual se obtiene la bomba at¨®mica. Desde el punto de vista jur¨ªdico, Francia est¨¢ en su derecho, ya que el contrato fue avalado por la agencia at¨®mica de Viena.
Las razones que, expl¨ªcitamente, parecen apoyar la ?injerencia? americana, responden a sus deseos, compartidos por la URSS, de evitar la proj.iferaci¨®n nuclear. Y a su juicio, las garant¨ªas exigidas por la agencia at¨®mica de Viena no son suficientes. Todos los pa¨ªses quecompran centrales nucleares prometen no emplearlas m¨¢s que para usos pac¨ªficos, pero la realidad prueba lo contrario. En este sentido se cita el caso de la India, vecino y rival del Pakist¨¢n, a quien Estados Unidos vendi¨® una f¨¢brica de plutonio que le permiti¨®, en 1974, realizar la primera experiencia at¨®mica.
Fin del secreto
Los hechos, por otra parte, vienen probando que la proliferaci¨®n nuclear parece irreversible: Washington no pudo impedir, recientemente, que Alemania Federal realizara, con Brasil, el acuerdo m¨¢s importante, hasta la fecha, del g¨¦nero. Para disuadir a las autoridades de Bonn emple¨® los mismos argumentos que ahora. Sin embargo, s¨ª impidi¨® la venta, por Francia, a Corea del Sur, de una f¨¢brica similar. Pero, en tales casos, la diplomacia americana, oper¨® secretarnente, ?por qu¨¦, en esta ocasi¨®n, ha levantado la voz?
Anoche se arg¨¹¨ªan tres tipos de razones, Las financieras: Estados Unidos preconizan la creaci¨®n de f¨¢bricas iiiternacionales de plutonio, situadas fuera de los pa¨ªses que,o utilizar¨ªan. Las firmas americanas, se sospecha, pueden creer que, de esta manera, conseguir¨ªan m¨¢s f¨¢cilmente los mercados. Razones diplom¨¢ticas: en Par¨ªs, como en otras capitales, no se duda que Mosc¨² y Washington desean conservar el monopolio del poder¨ªo at¨®mico, y, tercero, razones de pol¨ªtica interior, es decir, electorales.
Sin reacci¨®n oficial
En efecto, los candidatos a la presidencia americana han hecho uno de sus temas mayores de la no proliferaci¨®n nuclear. Por ello, quiz¨¢, ?Kissinger dijo anteanoche, en voz alta, lo que ha venido diciendo a media voz, en secreto, sin mucho ¨¦xito ?.
Seg¨²n las primeras noticias llegadas de Pakist¨¢n, despu¨¦s de la entrevista Kissinger-Bhutto, este ¨²ltimo no parece haberse plegado a las exigencias del Metternich americano. Sin embargo, la ayuda programada por los Estados Unidos para este pa¨ªs, que ser¨ªa suspendida de creer a Kissinger, se cifra de la siguiente manera: este a?o, 144 millones de d¨®lares en productos alimenticios y, para los dos pr¨®ximos a?os, ya fueron aprobados por el Congreso americano 328 millones de d¨®lares.
En resumen, en espera de una -acci¨®n oficial, dado el ?chantaje? p¨²blico de Kissinger, nadie quiere creer que Par¨ªs pueda inclinarse: En tal caso -se opina- el Gobierno franc¨¦s habr¨ªa perdido una gran ocasi¨®n de probar que es fiel a a pol¨ªtica de independencia nacional?.
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