El goce primigenio del lenguaje

Jos¨¦ Lezama Lima ha comenzado a vivir en su misterio. Preguntado en 1959 sobre el significado que ten¨ªa para ¨¦l cada una de estas palabras, respondi¨®: ?Vivir es tocar un misterio en el fragmento de cada d¨ªa; morir es vivir su misterio, amar es el apetito de vivir: odiar es la repugnancia, la opacidad del Eros de la letan¨ªa?.Trocadero es una calle m¨¢s bien estrecha, en ella confluyen los olores y sonidos de La Habana Vieja a la altura del 162, en la planta baja izquierda, toca el visitante. Los pasos apagados de unas pantuflas que se arrastran y, la puerta se abre. Baldovina. activ¨ªsima a pesar de sus muchos a?os, anuncia la visita. El resto escapa ya a la cr¨®nica pormenorizada pues llega Lezama saluda efusivo, recibe generoso y la palabra. la imagen. un reino metaf¨®rico de mil caras, se apoderan de la modesta habitaci¨®n y el visitante est¨¢ prendido ya, prisionero del encanto y de la magia de este poeta genuinamente americano.

?Hombre muy cordial, prodigiosamente culto. conversador fascinante mientras el asma no le guillotine la voz. enormemente ancho y risue?o ... ?. evoca Vargas Llosa. ? ... su parab¨®lica dicci¨®n y sus acertados juicios entre socr¨¢ticos y revolucionarios, tomistas y criollos?. recuerda J. A. Goytisolo. Mario Paraj¨®n me ha llamado temprano, acaba de leerlo en los peri¨®dicos y, quiere compartir con alguien un momento de silencio. Despu¨¦s me cuenta, nos contamos -les cuento-, de su apetito literario enciclop¨¦dico, de c¨®mo su respiraci¨®n alimentaba de un ritmo especial a su escritura, de la org¨¢nica construcci¨®n de su sistema po¨¦tico.

Nacido en 1910. Jos¨¦ Lezama Lima pertenece a una generaci¨®n de escritores formada en la contramarea de una actitud oficial absolutamente desinteresada de la cultura. Y. precisamente, en es te medio. encontramos una primera y, sorprendente imagen de un Lezama empedernido y terco promotor literario. Alentador de cuatro revistas literarias Verbun ( 1937). Espuela de Plata 1939), Nadie Parec¨ªa ( 1942) y, finalmente Or¨ªgenes ( 1944-56). publicaci¨®n que logr¨® el prodigio de mantenerse durante 12 azarosos a?os, un tiempo que daba vida Surgen as¨ª los libros luminosos de la m¨¢s importante generaci¨®n literaria cubana, Por su continuidad y profundidad: son los escritores del grupo Or¨ªgenes.

Entre la poes¨ªa y el ensayo, sin que podamos trazar las fronteras artificiales de d¨®nde el prosista y d¨®nde el poeta. transcurre a obra fundacional de Lezama Lima. Muerte de Narciso 1937), Enemigo Rumor (1941) Aventuras Sigilosas ( 1945), Lafijeza ( 1949). Analecta del Reloj (1953). La experiencia americana (1954), Tratados en La Habana (1958), Dador(1960), Antolog¨ªa de la poes¨ªa cubana ( 1965), Paradiso (1966), son algunos de los t¨ªtulos que acumula con sorprendente tenacidad, siempre frente a la incomprensi¨®n y a la desaprensi¨®n. Es con Paradiso, su ¨²nica Y descomunal novela que Lezama Lima alcanza dimensi¨®n continental y mundial. Publicada en La Habana despu¨¦s de muchas dificultades., es ?descubierta? por Julio Cortazar, quien se convierte en su salvador y difusor universal. Inmediatamente se hicieron nuevas ediciones y comenz¨® su traducci¨®n al ingl¨¦s, franc¨¦s, e italiano. La suerte estaba echada.Jos¨¦ Lezama Lima y su obra quedaban protegidos por la r¨¢pida atenci¨®n y curiosidad que despertaban.

Como en Proust, Lezama Lima realiza un minucioso abordaje de la memoria al tiempo que se lanza a la tarea portentosa de recrear mejor- un deslumbrante para¨ªso ling¨¹¨ªstico

Pero, sobre todo. Paradiso y con ella toda la obra de Lezama Lima, es el goce primigenio del lenguaje, la libre y voluptuosa voluntad fundacional americana, el desenfado trasmutar la cultura occidental convertida en signo, imagen, met¨¢fora en manos de un americano s¨®lo comparable al an¨®nimo constructor colectivo del barroco de Indias.

All¨ª, en la penumbra de las persi,anas entornadas. en los amplios sillones de madera y mimbre. rodeados de libros, jarrones, cuadros y objetos de toda suerte, nos ha recibido el maestro, sentenciosoy alegre, profundo y ¨¢gil, escurridizo cazador del asombro. Como un fabuloso mandar¨ªn. reconocido sobre su sitio preferido, Lezama Lima impone su monumental humanidad y deja flotar su voz, desgrana sus im¨¢genes. arroba y deslumbra al visitante.