Se prepara en Italia la reforma de los servicios secretos
Entre las reformas que Giulio Andreotti ha prometido presentar al Parlamento antes de? 15 de octubre pr¨®ximo figura la de los servicios secretos. Bajo riguroso secreto, un comit¨¦ interministerial estar¨ªa preparando un proyecto de ley, en base a los resultados -ultimados en 1971- de la comisi¨®n parlamentaria ?Alessi?, que indag¨® sobre el intento de golpe de Estado organizado por el jefe del entonces Servicio de Informaciones de las Fuerzas Armadas (SIFAR), Giovanni de Lorenzo, en 1964, y por el pr¨ªncipe Julio Valerio Borghese, en 1970. En ese aspecto, se habla con insistencia de la actuaci¨®n de un Comit¨¦ Interministerial de Seguridad (CIS), que depender¨ªa de la presidencia del Consejo de Ministros.Mientras tanto, como primer paso preparatorio de una reforma global, el ministro del interior, Francesco Cossiga, ha convertido con un decreto-ley el Inspectorado General del Antiterrorismo en un Servicio de Seguridad (SDS). Seg¨²n ha declarado el ministro en una entrevista televisiva, ?nos parec¨ªa demasiado truculento ir por Europa con dirigentes de organismos que se llamaban antiterroristas, como si en nuestro pa¨ªs no hubiera m¨¢s que explosiones de bombas a derecha e izquierda?.
Por lo dem¨¢s, al ministro le ha interesado distinguir bien la misi¨®n de cada organismo. El ?antiterrorismo? surgi¨® hace dos a?os de las cenizas de la Direcci¨®n General de Asuntos Reservados, con la tarea de coordinar operativamente la informaci¨®n e intervenir en el interiordel pa¨ªs para prevenir y reprimir el terrorismo.
Esta misma tarea compet¨ªa al servicio ?D?, del Servicio de Informaci¨®n de la Defensa (SID), dependiente del Ministerio de la Defensa. Los dos organismos han trabajado con absoluta autonom¨ªa, haci¨¦ndose a veces la guerra y atentando los jefes del segundo, el SID, contra la legalidad repubIlicana y las instituciones del Estado. Una oscura historia de tramas subversivas, pistas negras fascistas y conspiraciones, ha conducido al procesamiento del ex jefe del SID, general Vito Miceli, quien ahora, despu¨¦s de las elecciones del 20 de junio, se sienta en el Parlamento como diputado neofascista.
Carta de Andreotti
Con el mismo Andreotti ha tenido Miceli en el Parlamento una escaramuza de acusaciones y fuertes palabras, prometiendo revelaciones ante las que no parece, tener mucho miedo el primer ministro. Andreotti acaba de publicar una carta en el semanario comunista Giorni-Vie Nuove: ?No excluyo -dice- que exista un esp¨ªritu de venganza contra m¨ª por haber removido los obst¨¢culos que imped¨ªan a los jueces ver claro hasta el fondo sobre hechos individuales, que no teniendo nada que ver con la competencia y deberes de las fuerzas armadas no pueden en verdad ser tapados por excepciones de secreto militar.?Seg¨²n propuestas sometidas todavia a estudio, la autoridad nacional para la seguridad, con tareas rigurosamente limitadas a las exigencias impuestas por las cl¨¢usulas de la OTAN, deber¨ªa estar representada por un funcionario civil que responda directamente al presidente del Consejo. El SID se ocupar¨ªa exclusivamente del espionaje (secci¨®n I), y del contraespionaje (Secci¨®n D), sin meterse para nada en la seguridad interna, es decir, en el SDS, en manos s¨®lo de civiles y dependiente de la Direcci¨®n General de Seguridad P¨²blica del Ministerio del Interior. Tambi¨¦n tendr¨¢n que ser reorganizados y potenciados los servicos secretos de los tres cuerpos de las fuerzas armadas, los SIOS (Servicios, Informaci¨®n, Operaci¨®n, Situaci¨®n), del Ej¨¦rcito, Marina y Aeron¨¢utica.
Un problema que queda todav¨ªa por solucionar es la relaci¨®n del SDS con las oficinas pol¨ªticas, que hasta ahora pasaban al ministro del Interior y al de Informaciones Sindicales. Hay quien quiere hacer un organismo ¨²nico y quien diferenciarlos, sin una demarcaci¨®n precisa entre orden p¨²blico y terrorismo.
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