Los espa?oles quieren jugar
En San Sebasti¨¢n, ciudad que conoci¨® la ¨²ltima partida de juegos de casino hace cincuenta y cuatro a?os, cuando el Gobierno del general Primo de Rivera decret¨® la prohibici¨®n absoluta de los mismos, se prepara para ser la primera en que, una vez legalizado, vuelva a reimplantarse. Existe un gran movimiento municipal, encabezado por el primer teniente de alcalde y procurador en Cortes en representaci¨®n de los municipios de Guip¨²zcoa, Fernando de Otazu, que est¨¢ intentando por todos los medios no s¨®lo que se legalice cuanto antes el juego, sino que se creen tambi¨¦n las condiciones adecuadas para hacer del juego una gran fuente de ingresos para el municipio y, por supuesto, para el erario p¨²blico, as¨ª como un incentivo para relanzar el turismo selecto y adinerado de la zona.De momento y coincidiendo con el Festival de la Moda, el Sal¨®n de la Alimentaci¨®n y el Festival de Cine, el Centro de Atracci¨®n y Turismo del Ayuntamiento donostiarra, da por hecho el permiso gubernativo para jugar en los bajos del Ayuntamiento, antiguo Gran Casino de San Sebasti¨¢n, de los d¨ªas 20 de agosto al 22 de septiembre. Aunque el Centro de Atracci¨®n y Turismo hab¨ªa solicitado tambi¨¦n permiso para el juego de ruleta y otros juegos de casino, parece ser que no se van a permitir estos ¨²ltimos. No obstante durante los pr¨®ximos d¨ªas se va a exponer al p¨²blico una mesa con su correspondiente ruleta, que todav¨ªa se conserva del antiguo Gran Casino.
En dos meses, seg¨²n estiman en el sector que est¨¢ estudiando la reimplantaci¨®n normal del juego, podr¨ªa montarse perfectamente un casino en San Sebasti¨¢n, contando sobre todo con la ayuda de otros de la costa vasco-francesa, especialmente con el de Biarritz, quienes proporcionar¨ªan todo tipo de ayuda t¨¦cnica de personal y asesoramiento de cualquier clase. En la actualidad existen por lo menos en San Sebasti¨¢n dos lugares -ll¨¢mense dos clubs privados- en donde se juega de una manera m¨¢s o menos tolerada al Black-jack y al Chemin de fer. Otros sectores de las finanzas privadas tambi¨¦n est¨¢n interesados en montar el juego, e incluso han iniciado gestiones a este respecto, seg¨²n se podr¨ªa deducir de algunas de las propuestas que en tal sentido han recibido algunos antiguos croupiers para trabajar en la organizaci¨®n y en la pr¨¢ctica del mismo.
Autorizaciones
Desde 1924, a?o en que se cerr¨® el Gran Casino de San Sebasti¨¢n, s¨®lo en dos ocasiones ha funcionado excepcionalmente el Casino, convertido desde la guerra civil en sede del Ayuntamiento: el 31 de agosto de 1963, con motivo de las fiestas del centenario, y el 31 de agosto de 1970, con ocasi¨®n de la clausura del VII Sal¨®n de la Elegancia. En ambas ocasiones se pudo jugar a la ruleta con material prestado por casinos de Francia y con personal del antiguo Casino.
El Gran Casino
?San Sebasti¨¢n fue, es, y seguir¨¢ siendo -en opini¨®n de Fernando de Otazu- una ciudad perfectamente preparada para el juego. Adem¨¢s lo necesita por esa competencia en atractivos -competencia amistosa con Francia. La historia del juego en esta ciudad comenz¨® con la inauguraci¨®n del Casino en 1887, a?o inolvidable, porque la Reina Cristina inaugur¨® su costumbre de pasar sus veranos en San Sebasti¨¢n. El Casino, desde entonces, tuvo una vida muy pr¨®spera y produjo grandes beneficios a esta ciudad. Aparte del magn¨ªfico edificio construido para este fin, de su riqueza interior que todav¨ªa se conserva y del enorme crecimiento que supuso en el turismo, la hosteler¨ªa, los espect¨¢culos, etc., esta belle epoque del Casino permiti¨® construir obras locales tan importantes como el paseo de la Concha, el paseo Nuevo, el puente del Kursal, el teatro Victoria Eugenia, el hotel Mar¨ªa Cristina, piezas todas ellas ¨²nicas en aqu¨¦lla ¨¦poca, y tambi¨¦n el hip¨®dromo de San Sebasti¨¢n, uno de los primeros de Espa?a, e incluso la organizaci¨®n de las grandes carreras automovil¨ªsticas de Lasarte.?
?Pero es innegable -sigue opinando el teniente de alcalde- que en San Sebasti¨¢n se han producido grandes modificaciones, sobre todo en lo que puede considerarse panorama tur¨ªstico. San Sebasti¨¢n se ha industrializado. Ahora vienen veraneantes de paso -los de antes eran aut¨¦nticos veraneantes de toda la temporada-. As¨ª hemos llegado al momento en que esta ciudad es la ¨²nica de todas las de Espa?a que tiene p¨¦rdidas de plazas hoteleras, mientras que al otro lado de la frontera se construyen hoteles a un ritmo muy acelerado.?
Por estas y otras razones, el se?or Otazu inici¨® las gestiones ante el Gobierno, con vistas a encontrar alguna soluci¨®n al problema, nada m¨¢s ser nombrado presidente de la Comisi¨®n de Turismo del Ayuntamiento de San Sebasti¨¢n. En 1968 expuso el problema al entonces vicepresidente del Consejo de Ministros, Carrero Blanco, de quien s¨®lo obtuvo una respuesta negativa. En marzo de 1975 present¨® un ruego a las Cortes en el que el se?or Otazu expon¨ªa las razones de la necesidad de autorizar el juego en Espa?a y m¨¢s concretamente en San Sebasti¨¢n, apoy¨¢ndolas en los siguientes motivos: existencia de un casino en Biarritz, ciudad francesa a unos 35 kil¨®metros de distancia de San Sebasti¨¢n, que atrae a -la mayor parte de turistas de la zona por ese motivo; la salida de mucho capital espa?ol (el 80 por 100 de los beneficios obtenidos por el casino de Biarritz); la necesidad de atracci¨®n de un turismo caro; atractivos hist¨®ricos y orogr¨¢ficos; beneficios legales para la Hacienda P¨²blica, para el Estado y el Municipio; beneficios de hoteles, restaurantes y comercio; implantaci¨®n de espect¨¢culos y actos culturales; incremento de puestos de trabajo; garant¨ªas del juego legalizado y regulado.
Un a?o despu¨¦s, en marzo de 1976, el mismo se?or Otazu present¨® a las Cortes una proposici¨®n de ley solicitando la modificaci¨®n de los art¨ªculos 349, 350 y 575 del C¨®digo Penal, art¨ªculos que ser¨ªan el ¨²nico obst¨¢culo al reconocimiento oficial del juego organizado.
Entre los 80 procuradores que firmaron esta proposici¨®n de ley, se encontraba el actual ministro de Informaci¨®n y Turismo, departamento encargado en la actualidad, junto con los Ministerios de Hacienda y Gobernaci¨®n, de estudiar la reglamentaci¨®n adecuada. El tema se trat¨® en varios Consejos de Ministros, aunque no se lleg¨® a ninguna conclusi¨®n para la luz p¨²blica. Lo cierto es que a ra¨ªz de las distintas peticiones formuladas desde diversos sectores en el sentido de legalizar el juego, el Ministerio de la Gobernaci¨®n se est¨¢ ocupando de la normativa legal para su regulaci¨®n. En este sentido se est¨¢ estudiando, al parecer, la f¨®rmula reglamentaria que se aplica en Francia y Holanda, ya que los reglamentos de estos dos pa¨ªses son considerados como los m¨¢s completos y puestos al d¨ªa. Por su parte, el Ministerio de Informaci¨®n y Turismo eval¨²a las distintas zonas tur¨ªsticas que pod¨ªan reunir las condiciones m¨¢s id¨®neas para este tipo de instalaciones. El departamento de Hacienda se encargar¨¢ de orientar las materias referentes al juego desde el punto de vista de la fiscalidad.
Reglamento franc¨¦s
?El reglarriento m¨¢s apto para Espa?a es -insiste el se?or Otazu- el franc¨¦s. Salvando algunas peque?as diferencias que bien se podr¨ªan adaptar a la idiosincrasia y las necesidades espa?olas, este reglamento ser¨ªa el m¨¢s adecuado, porque en ¨¦l se hace ante todo defensa del jugador, y tiene como principio fundamental el de establecer todo tipo de garant¨ªas de seriedad. Es, en definitiva, una reglamentaci¨®n muy r¨ªgida que fija las horas de apertura y cierre, establece las listas de juego de azar, establece normas de contabilidad, determina que las apuestas deben ser en dinero en met¨¢lico, proh¨ªbe la entrada a menores
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