El dif¨ªcil mundo de las revistas infantiles
Los ni?os y los j¨®venes son los receptores habituales de un inmenso n¨²mero de publicaciones espec¨ªficas, donde la dimensi¨®n visual es preponderante y decisiva, aunque no siempre la calidad tenga la misma altura que las intenciones. Esto no es un nuevo fen¨®meno, sino una tendencia nacida en el siglo pasado que todav¨ªa se conserva y de la que han nacido algunas revoluciones audiovisuales de los ¨²ltimos a?os.Los comerciantes, artistas y educadores se pusieron bien pronto de acuerdo en considerar a la infancia como destinataria esencial de la mayor parte de mensajes visuales, en el sentido que hoy le damos a estos dos t¨¦rminos, hasta tal punto que se pudo hablar, en bastantes momentos. de un monopolio exclusivo, muy dif¨ªcil de romper de la comunicaci¨®n visual referida a los peque?os lectores. Ahora, despu¨¦s de bastantes cambios en nuestras concepciones generales, tras varias revoluciones culturales -m¨ªnimas, pero bastante significativas, las cosas se han aclarado en el sentido de extender la parcela visual a otros dominios, sin disminuir a importancia del destinado a los ni?os j¨®venes.
Los tebeos constituyen en Espa?a un afortunado intento de reunir en un cuaderno material diverso destinado genericamente a la infancia. (La terminolog¨ªa es muy imprecisa, caracter¨ªstica com¨²n a todos los dominios de la comunicaci¨®n visual derivada de su origen popular y del montaje industrial. Ahora mismo habr¨ªa que delimitar un campo creciente de tebeos destinados a adultos, y separar esta denominaci¨®n de la de ?comic?, m¨¢s extendida en los ¨²ltimos a?os. Pero estos son problemas que rebasan el alcance del art¨ªculo.) En ellos encontramos historietas -o narraciones gr¨¢ficas- pasatiempos, concursos, juegos recortables, secciones instructivas, etc. En realidad, a pesar del tiempo transcurrido, no se han borrado las estructuras originarias de los peri¨®dicos decimon¨®nicos para ni?os, aunque el desarrollo editorial haya perfilado otras l¨ªneas evolutivas. Estos tebeos infantiles -llamados-as¨ª, gen¨¦ricamente, a partir del famoso TBO barcelon¨¦s de la Editorial Bulgas, Estivill y Vi?as-, tienen una gran tradici¨®n en nuestro pa¨ªs, las m¨¢s de las veces con intenciones apolog¨¦ticas, pol¨ªticas, propagand¨ªsticas y m¨¢s raramente, recreativas y comerciales. La calidad t¨¦cnica de estas publicaciones ha sido descuidada hasta extremos incre¨ªbles. lo mismo que sus condiciones educativas. La Administraci¨®n -en los ¨²ltimos a?os- ha prodigado sus cuidados censores para evitar la proliferaci¨®n de la violencia, pero este loable objetivo ha desembocado en situaciones humor¨ªsticas inesperadas, ya que no basta reprimir los brotes perversos, sino que es necesario fomentar una prensa infantil positiva, por muy mal que suene el nombre, y esto no se logra s¨®lo por decreto, sino con el incremento de una conciencia social y did¨¢ctica moderadamente desinteresada de incentivos materiales inmediatos. La aparici¨®n de El Acorde¨®n (un tebeo para jugar), editado por X- Esco, Centro de Estudios para la Escuela y la Comunicaci¨®n. debe ser saludada con e intusiasmo por reunir todas las exigencias de una publicaci¨®n para ni?os, pensada y realizada por expertos en educaci¨®n y por profesionales gr¨¢ficos y literarios capaces de imprimir una gran dignidad a sus creaciones. El equipo redactor de esta revista ha logrado conjuntar los elementos t¨ªpicos esperables, dando un gran espacio a los recortables y juegos, sin olvidar unas historietas sanas y modernas, que evitan el aire de entretenimiento enmascarado tan habitual en los tebeos proselitistas. Baste saber que la mayor virtud de este Acorde¨®n es que puede dejarse en las rrianos de todos los ni?os, porque ha sido hecho pensando en ellos.
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