La noche inglesa de Manuel Gerena
Actu¨® en el II Festival de la Canci¨®n Popular
Manuel Gerena, el cantante andaluz reiteradamente prohibido en Espa?a, cant¨® el viernes pasado en Londres ante m¨¢s de 1.000 espectadores, la mayor parte de ellos turistas y emigrantes espa?oles.Gerena cant¨® en el II Festival de la Canci¨®n Popular celebrado en la Firend's House de la capital . Con ¨¦l actuaron otros representantes del foIk espa?ol y americano. El dinero que se obtuvo con la venta de las entradas -cerca de medio mill¨®n de pesetas, calculamos- se destinar¨¢ a ayudar a prisioneros pol¨ªticos espa?oles.
Manuel Gerena tuvo la virtud de unir a una audiencia espa?ola fuertemente dividida. Parte del p¨²blico hab¨ªa abucheado a los organizadores, que impidieron la entrada de los que no pod¨ªan pagar. El conflicto que hab¨ªa fuera de la sala se reflej¨® tambi¨¦n en el interior, donde hubo alg¨²n conato de agresi¨®n entre espectadores. Gerena propuso cordura y la obtuvo, gracias a una brillante actuaci¨®n, en la que el manojo de nervios andaluz tuvo que valerse: de unos micr¨®fonos muy malos ?porque sigue Camilo Sesto teniendo los micros buenos?. Consciente de la irritabilidad de algunos sectores del p¨²blico, Gerena hizo todo lo posible para no levantar m¨¢s desacuerdos. Cuando anuncio que iba a cantar sus coplas dedicadas a Marcelino Camacho, explic¨® que no homenajeaba con ellas al representante de todos los trabajadores, sino a un obrero de mundo. Gerena, -que se defini¨® repetidamente como un dem¨®crata total, logr¨® la paz en la audiencia gracias a una garganta prodigiosa. y, a juzgar por las dificultades t¨¦cnicas que tuvo que superar, her¨®ica. Al menos en ese sentido no fue exagerada la calificaci¨®n que una revista londinense, Time Out, hizo del cantante andaluz: ?Ha llegado a ser un h¨¦roe nacional?.,
La noche inglesa de Gerena fue seguida por muy pocos brit¨¢nicos. Ha sido una l¨¢stima que la inexistencia de una propaganda adecuada haya hecho, que los ingleses se perdieran esta sesi¨®n de cante jondo, envuelta en una atm¨®sfera espa?ola que quiz¨¢ hubiera faltado en otras salas de conciertos m¨¢s formales de la ciudad.
Para que la sombra de lo espa?ol fuera m¨¢s obvia, la actuaci¨®n de Gerena estuvo a punto de no producirse. La polic¨ªa brit¨¢nica lo retuvo en el aeropuerto, porque interpret¨® que Gerena ven¨ªa a trabajar sin permiso para hacerlo. Finalmente, el cantante explic¨® ?que no, hombre, que no, que voy a cantar para unos espa?oles que me est¨¢n esperando?. Lleg¨® muy tarde y cant¨®.. Pero no se olvid¨® del incidente y lo resumi¨® as¨ª, ante el millar de espectadores: ?Inglaterra tambi¨¦n es fascista?.
Despu¨¦s del recital, Gerena declar¨® a EL PAIS que iba a seguir intentando cantar en Espa?a. Ahora se iba a Toro, Zamora. Como profesional, se?al¨®, estos largos meses de inactividad le han perjudicado, pero le han ayudado humanamente a entender mucho sobre los pol¨ªticos que le han negado su libertad para cantar.
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