Enfermedades respiratorias, segunda causa de defunciones
Al parecer la segunda causa de muerte en los pa¨ªses civilizados radica en las enfermedades del aparato respiratorio. Este tipo de enfermedades sigue en importancia a las enfermedades del coraz¨®n. Despu¨¦s figuran enfermedades viejas como el c¨¢ncer o nuevas como las producidas por la llamada civilizaci¨®n: los accidentes; y las agresiones sociales.
Durante el pasado a?o se registraron en Espa?a 1.219.964 casos de morbilidad por enfermedades de declaraci¨®n obligatoria, casi un cuarto de mill¨®n menos que en el a?o 1974, seg¨²n datos publicados por el Instituto Nacional de Estad¨ªstica.El avance ha sido patente. Los meses que m¨¢s defunciones dieron son los asociados a los rigores invernales: enero, seiscientos mil; febrero, 111.000. Los meses de verano no alcanzan en total las tres cuartas partes de la media mensual de defunciones.
La enfermedad que tuvo m¨¢s n¨²mero de enfermos fue la gripe con m¨¢s de un mill¨®n. A continuaci¨®n el sarampi¨®n con 130.000 casos, y la varicela con casi 60.000. De c¨®lera se registraron 11 casos y de rabia uno. Esto en cuanto a los datos constatados.
Enfermedades respiratorias
La gran incidencia de enfermedades respiratorias es atribuible a diversas causas seg¨²n los expertos. Las condiciones de trabajo, la contaminaci¨®n ambiental y los t¨®xicos parecen ser los grandes agentes del enfermar respiratorio.El aparato respiratorio humano es un conjunto de ¨®rganos desarrollados para llevar a cabo una funci¨®n clave en el organismo: el suministro de ox¨ªgeno a las c¨¦lulas de nuestro cuerpo y la eliminaci¨®n de residuos gaseosos. Constantemente est¨¢ teniendo lugar en cada microsc¨®pica regi¨®n de nuestro cuerpo una serie de combustiones. Grasa, hidratos de carbono y otros compuestos necesitan entrar en reacci¨®n con el ox¨ªgeno para producir reacciones exot¨¦rmicas, (con producci¨®n de calor y energ¨ªa).
La energ¨ªa obtenida es convertida en movimiento y otras manifestaciones de nuestra vitalidad. Se eliminan, por otra parte, los residuos de la combusti¨®n como el anh¨ªdrido carb¨®nico. Se explica entonces, dado el car¨¢cter b¨¢sico y esencial del proceso energ¨¦tico-vital humano, la importancia de dos sistemas: el respiratorio y el circulatorio.
El intercambio de gases con el exterior y su transporte a trav¨¦s de los mecanismos circulatorios se transforman as¨ª en las funciones vitales primordiales. Se explica tambi¨¦n que el fallo en cualquier aspecto de estas dos grandes funciones sea la principal causa de muertes.
Los fallos en el sistema respiratorio oscilan entre los conocidos y frecuentes catarros o gripes hasta enfermedades que son el resultado de misteriosos agentescomo las conocidas muertes de Pensilvania que recientemente se llevaron al otro mundo a m¨¢s de una veintena de personas provocando la invasi¨®n l¨ªquida de los pulmones e impidiendo en consecuencia el proceso respiratorio.
Parece comprobado, adem¨¢s de la incidencia del tabaco sobre el sistema respiratorio, la del ambiente d¨®nde se desenvuelve nuestra vida. Hay viviendas que no re¨²nen en absoluto las condiciones m¨ªnimas que hagan posible una funci¨®n respiratoria adecuada, concretamente por su disposici¨®n de espacio suficiente y por la temperatura, factor decisivo, en el proceso respiratorio. Eso hace frecuente los trammos respiratorios y aumenta el riesgo de enfermar o morir por esa causa.
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