Manifestaciones antinorteamericanas en Cerde?a

La isla italiana de Cerde?a vive en un cierto clima de tensi¨®n como consecuencia de los atentados contra bases y veh¨ªculos norteamericanos y de la marcha en favor de la desmilitarizaci¨®n organizada por el Partido Radical y cuya conclusi¨®n estaba prevista para ayer, en la base nuclear estadounidense de La Maddalena.Una importante movilizaci¨®n de fuerzas del orden, a las que se han unido agentes antiterrorismo y personal de la base de la OTAN, se ha producido horas despu¨¦s de la acci¨®n de tres comandos -pertenecientes a los "grupos antiimperialistas Meinhof" del personal de las instalaciones norteamericanas.

Sobre la responsabilidad de los atentados, la polic¨ªa se muestra esc¨¦ptica en cuanto al hecho de que se trate de una organizaci¨®n inspirada en el grupo terrorista alem¨¢n y descarta, casi absolutamente, el que tengan algo que ver con la marcha pacifista organizada por el Partido Radical.

Por el contrario, se sugiere la posibilidad de que sean obra de ?provocadores? o de que se traten de actos cometidos por comandos separatistas sardos, con el fin de crear mayor tensi¨®n, en la isla.

Hasta ayer, la marcha se desarrollaba sin incidentes. Los primeros componentes llegaron ayer por la ma?ana ya a la peque?a isla de La Maddalena, lejos de las instalaciones militares, sometidas a extraordinarias medidas de seguridad por parte de las fuerzas del orden italianas y la polic¨ªa militar norteamericana.

No es la primera vez que las instalaciones militares de la isla de Cerde?a dan lugar a protestas. Sobre todo desde que, en 1973, el entonces presidente del Consejo, Giulio Andreotti, lleg¨® a un acuerdo con el Pent¨¢gono para establecer en La Maddalena una base, de apoyo para los submarinos nucleares de la Sexta Flota norteamericana.

Ya en aquella ocasi¨®n se produjo una pol¨¦mica en los medios pol¨ªticos y la oposici¨®n reproch¨® a Andreotti el actuar al margen del Parlamento a pesar de las graves consecuencias que, por la radiactividad, podr¨ªa tener la presencia de los submarinos nucleares en una zona esencialmente tur¨ªstica.

En los ¨²ltimos dos a?os se han producido numerosas denuncias sobre la presencia de radiactividad en aguas de Cerde?a, pero sin especial importancia. Hace un a?o, sin embargo, se produjeron manifestaciones semejantes a la de estos d¨ªas.