Proliferaci¨®n de conciertos estivales
No hace tanto tiempo que en Barcelona la actividad musical quedaba totalmente colapsada desde primeros de julio a final de septiembre. Ahora, por diversas circunstancias, el bache estival es s¨®lo relativo, porque no pocos barceloneses desplazados para el veraneo cerca o lejos de la ciudad hallan repetidas oportunidades de incorporar la m¨²sica a sus programas de ocio.
Desde hace algunos a?os, los ciclos de conciertos de verano han proliferado en el ¨¢rea catalana y aunque en m¨¢s de un caso resulta exagerado el t¨ªtulo de festival que se arrogan, no dejan de alcanzar, a menudo, un considerable nivel art¨ªstico.
Este a?o ha habido una baja importante en el panorama de los conciertos en la Costa Brava, la del Festival de Cadaqu¨¦s, cuya VII convocatoria se hab¨ªa anunciado ya con un delicioso Poster, y que debi¨® suspenderse por no haber autorizado el obispo de Gerona la celebraci¨®n de ning¨²n acto profano en las iglesias de su jurisdicci¨®n, en este caso la de Cadaqu¨¦s, donde un majestuoso imponente retablo hiper-barroco serv¨ªa de tel¨®n de fondo para estas audiciones, que contaban con un p¨²blico sofisticado, anticonvencional y bullicioso, que, probablemente, es el que cobija las sepulturas de los reyes de Arag¨®n, de los Montcada y dem¨¢s nobles catalanes, adosada al palacio de Jaime II se da un ciclo de conciertos, modesto ciertamente, pero de verdadera calidad, que se prolongar¨¢ hasta primeros de octubre, con audiciones de periodicidad semanal.
Recitales
En el real monasterio de San Cugat, maravilla g¨®tica a dos pasos de Barcelona, se celebran tambi¨¦n una serie de recitales de sucesi¨®n quincenal, previstos hasta final de septiembre. Los conciertos en Santes Creus, San Cugat y en el claustro rom¨¢nico de la famosa Seo de Urgel ayudan a valorar. a trav¨¦s de la m¨²sica, importantes monumentos, acogen a nuestros m¨²sicos y contribuyen a despertar el inter¨¦s de algunas entidades con vistas a subvencionar unas realizaciones debidas casi siempre a la buena voluntad de unos pocos entusiastas patrocinadores de estas propuestas culturales.Aparte de otros conciertos y jornadas musicales de mucho empuje celebradas en Cambrils, en el ¨¢rea de Tarragona, en la Costa Brava se multiplicaron actos similares. Los hubo en Calonge, en la plaza contigua al castillo medieval, orgullo de] pueblo; en la cosmopolita Plava de Aro, donde estuvo la Orquesta Ciudad de Barcelona, dirigida por Ros Marb¨¢. Y, naturalmente, el Festival de S'Agar¨®, con sus 21 a?os de continuyda y un historial brillante, incrementado este a?o, con actuaciones del pianista Philippe Entremont y el violoncelista singal¨¦s Rohan de Sanram, en el sosiego perfumado de los jardines de Seny Blanca.
El barcelon¨¦s que limita sus vacaciones a salidad de fin de semana m¨¢s o menos prolongadas, tiene como siempre en la ciudad -desde 1965- un ciclo de Serenatas que cre¨® Juventudes Musicales, y que llegaron a onstituir una verdadera temporada de conciertos veraniegos. Las Serenatas em e? Barrio G¨®tico, aun habiendo perdido bastante ¨ªmpetu ( este a?o entraron en crisis e, incluso, parec¨ªa que el Ayuntamiento se negaba a seguir subvencion¨¢ndolas), vuelven a estar en ¨®rbita. Cada mi¨¦rcoles, en el evocador jard¨ªn del antiguo hospital de la ciudad- hoy biblioteca de Catalu?a y sede de varias entidades culturales-, hay audici¨®n musical. Act¨²an j¨®venes artistas conocidos, y los programas son siempres un ejemplo de rigos y de buena orientaci¨®n. Pero lo que da mayor atractivo y validez a estas reuniones es el ambiente que en las mismas se crea, con un auditorio joven, atent¨ªsimo, satisfecho de contribuir con su presencia a que Barcelona tenga una vida musical activa eb estas semanas caniculares, que sirva de lazo de uni¨®n entre los ¨²ltimos conciertos de primavera y el Festival Internacional de Oto?o, que ya anuncia su inauguraci¨®n para el 4 de octubre.
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