El fantasma de la burocracia

El Bolet¨ªn Oficial del Estado anunci¨® el martes pasado la creaci¨®n de una Comisi¨®n Gestora para el desarrollo socioecon¨®mico de la llamada regi¨®n centro, que afectar¨¢ a las provincias de Madrid, Toledo, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara, Avila y Segovia. La comisi¨®n es id¨¦ntica a las establecidas para la promoci¨®n de regiones tradicionalmente deprimidas de nuestro pa¨ªs, como Andaluc¨ªa o Extremadura.La noticia, de la que hay que considerar aspectos muy positivos, como el reconocimiento impl¨ªcito del car¨¢cter de regi¨®n al grupo de provincias sometidas al poderoso influjo de la capital de Espa?a, suscita sin embargo una serie de recelos, herencia de experiencias anteriores, sobre la operatividad de este tipo de organismos.

Es un hecho evidente que el ciego centralismo soportado durante d¨¦cadas ha anulado las posibilidades l¨®gicas de crecimiento de las provincias pr¨®ximas a Madrid. La atracci¨®n de la capitalidad no s¨®lo ha provocado constantes corrientes migratorias hacia nuestra ciudad, sino que ha absorbido cualquier iniciativa de mejora socioecon¨®mica de esas provincias lim¨ªtrofes. El resultado lo padecemos diariamente los habitantes de esta enloquecedora ciudad, que ha crecido sin orden ni concierto, y que se ha demostrado incapaz de resolver las m¨¢s indispensables necesidades de vida digna de una buena parte de sus ciudadanos.

Todo este fen¨®meno se ha agravado de manera notable porque adem¨¢s, a la hora de las soluciones, se ha aplicado casi siempre la ¨²nica terap¨¦utica de la burocracia, uno de los m¨¢s insensatos y repetidos pecados nacionales. Madrid, llena de Ministerios, de sedes oficiales, de domicilios sociales de grandes empresas, organiza su progreso a trav¨¦s de una mara?a de organismos, cuyas competencias, en muchos casos, se entrecruzan, cuando no se anulan. Todos los departamentos ministeriales tienen algo que ver con el crecimiento de Madrid, y adem¨¢s se han creado una serie de organismos espec¨ªficamente dedicados al Gobierno de la urbe y su hinterland: Ayuntamiento, Diputaci¨®n, Gobierno Civil, Comisi¨®n de Planeamiento del Area Metropolitana, Gerencia de Urbanismo.

La Comisi¨®n Gestora que ahora se anuncia va a ser un refrito de todas estas instancias oficiales, enriquecida por la presencia de representantes de las provincias directamente afectadas. Su misi¨®n, en teor¨ªa, es detener la permanente corriente de atracci¨®n de Madrid, que empobrece las zonas pr¨®ximas y a?ade tintes a¨²n m¨¢s oscuros a la dram¨¢tica situaci¨®n de la capital de Espa?a. El sistema y el m¨¦todo para conseguirlo parecen, a prior?, sencillos: facilitar la creaci¨®n de focos de actividad econ¨®mica en esas provincias deprimidas y primar a aquellas empresas que se presten a abandonar el cintur¨®n industrial madrile?o en beneficio de otras zonas de nuestra regi¨®n.

Es l¨ªcito, sin embargo, manifestar temores de que todos estos buenos prop¨®sitos iniciales naufraguen en las mismas aguas que intentos anteriores. A Madrid le sobran comisiones de planeamiento, oficinas de planificaci¨®n, organismos y despachos; en igual medida que le faltan a su provincia y a las de alrededor acciones decididas que resuelvan su triste car¨¢cter de hermanas pobres de la capital. La Comisi¨®n Gestora reci¨¦n, creada puede jugar un papel decisivo para resolver esta situaci¨®n; pero flota sobre su sombra, y es preciso advertirlo, el fantasma de la burocracia.