El Congreso USA quiere obligar a un periodista a revelar sus fuentes

La decisi¨®n del Comit¨¦ de Etica de la C¨¢mara de Representantes norteamericana de citar a declarar al periodista Daniel Schorr, para que revele las fuentes por las que obtuvo un informe secreto de la C¨¢mara sobre las actividades ilegales de la CIA, podr¨ªa crear un serio problema constitucional.Schorr tendr¨¢ que declarar ante el Comit¨¦ el pr¨®ximo d¨ªa 15 de septiembre, para informar de la manera en que consigui¨® un informe preparado por la C¨¢mara de Representantes sobre las actividades il¨ªcitas de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), que fue publicado parcialmente por el semanario neoyorquino The Village Voice, el pasado mes de febrero.

La publicaci¨®n de los extractos de este documento secreto caus¨® una gran indignaci¨®n en el Capitolio, hasta el punto que se orden¨® una investigaci¨®n especial para averiguar de d¨®nde proced¨ªa la filtraci¨®n. En el curso de la investigaci¨®n, Daniel Schorr reconoci¨® que hab¨ªa sido ¨¦l quien entreg¨® el documento al semanario, pero se neg¨® a facilitar las fuentes de donde obtuvo la informaci¨®n.

El problema constitucional que puede crearse reside en que la primera enmienda de la Constituci¨®n de los Estados Unidos garantiza a libertad de prensa, que ser¨ªa vulnerada, en opini¨®n de los periodistas y de algunos juristas, si se obliga a un informador a revelar sus fuentes. Por otra parte, la C¨¢mara de Representantes quiere mantener su derecho a investigar de d¨®nde procede la filtraci¨®n de unas informaciones que hab¨ªan sido calificadas de secretas por la propia C¨¢mara, y que de revelarse, como fue el caso, podr¨ªan poner en peligro la seguridad nacional. El Comit¨¦ de Inteligencia de la C¨¢mara fue creado el a?o pasado para investigar las actividades il¨ªcitas desarrolladas por la CIA y otros servicios de inteligencia. Parte de la informaci¨®n obtenida por este Comit¨¦ fue clarificada como secreta.

Entre los fragmentos de esta informaci¨®n, que fueron publicados en The Village Voice, se inclu¨ªan detalles sobre un submarino especial para efectuar acciones de espionaje contra la Uni¨®n Sovi¨¦tica, datos sobre la implicaci¨®n de la CIA en el apoyo de los grupos derechistas de la guerra de Angola, sobre su relaci¨®n con las "tramas negras" italianas y sobre sus onexiones con los rebeldes kuros del irak.

Daniel Schorr, un periodista de la cadena de televisi¨®n CBS, reconoci¨® haaber proporcionado el informe al seminario neoyorquino. Schorr, que se encuentra suspendido en su empleo hasta que se aclare la investigaci¨®n, manifest¨®, nada m¨¢s conocer la decisi¨®n del Comit¨¦ de Etica de la C¨¢mara de citarle a declarar, que estaba dispuesto a testificar ante el Comit¨¦, pero que "bajo ning¨²n concepto" revelar¨ªa sus fuentes de informaci¨®n.

La decisi¨®n del comit¨¦ fue llamar a declarar a Schorr fue tomada por ocho votos a favor y cuatro en contra, Y dispone tambi¨¦n que se cite a testificar a Clay Felker, editor de The Village Coice, a Aaron Latham, que escribi¨® una introducci¨®n al informe publicado en la revista, y a Sheldon Zalaznick, director de la revista New York, que tambi¨¦n colabora en The Village Voice, y a quien se considera pudo ser el posible veh¨ªculo para que este ¨²ltimo semanario publicara el informe.

Una sentencia del Tribunal Supremo norteamericano estableci¨® recientemente que la primera enmienda de la Constituci¨®n no protege totalmente a los reporteros frente a la petici¨®n de que revelen sus fuentes, cuando se trata de declarar ante un gran jurado. Este podr¨ªa ser el caso de Schorr ante el Congreso, aunque el problema es jur¨ªdicamente complicado y sin duda producir¨¢ un gran revuelo en los medios period¨ªsticos.

En los ¨²ltimos cinco meses, m¨¢s de cuatrocientas personas fueron interrogadas en el curso de la investigaci¨®n decretada por la C¨¢mara de Representantes para conocer la procedencia de la filtraci¨®n. Hace unas semanas, se atribuy¨® a Schorr una declaraci¨®n en la que afirmaba que fue la propia CIA quien le proporcion¨® el informe de la C¨¢mara. Sin embargo, Schorr desminti¨® esta versi¨®n e insisti¨® en que no revelar¨ªa sus fuentes.