Abierta la campa?a electoral en la Rep¨²blica Federal Alemana
De modo informal, la campa?a electoral de los partidos alemanes, se inici¨® ya hace mucho tiempo. Hace meses. Todas las declaraciones de los pol¨ªticos germanos ten¨ªan un ¨²nico objetivo: ?impresionar de alg¨²n modo al electorado?. Para ello se serv¨ªan de todos los recursos l¨ªcitos que la ley Fundamental del Estado alem¨¢n pone a su disposici¨®n. En opini¨®n de muchos, valga como ejemplo el caso, el ministro federal de Asuntos Exteriores, Hans-Dietrich Genscher, se sirvi¨® de la visita de su colega espa?ol a Bonn, hace pocos d¨ªas, para impresionar a los electores con su sabio estilo diplom¨¢tico frente a un hu¨¦sped cuyo pa¨ªs se encuentra tal vez en el momento crucial de su historia. O sea, que el ministro federal de Asuntos Exteriores, hace pol¨ªtica interior. Ahora bien, volviendo al tema de la campa?a electoral, formalmente acaba de iniciarse con la decisi¨®n del comit¨¦ federal encargado de las elecciones en virtud de la cual han sido admitidas a los comicios del 3 de octubre 18 partidos. Es decir, que a los cuatro grandes representados en el Bundestag, el supremo ¨®rgano constitucional en un Estado democr¨¢tico alem¨¢n en que el Parlamento es el Verdadero soberano, hay que a?adir otros 14 partidos, de los cuales ocho se alinean en la izquierda. cinco en la derecha, y tino, imposible de situar. A t¨ªtulo meramente informativo conviene recordar que en 1972 s¨®lo se presentaron al electorado alem¨¢n nueve partidos. Ahora bien, el hecho de esta modesta proliferaci¨®n de agrupaciones pol¨ªticas no significa, ni mucho menos, que los nuevos partidos tengan grandes posibilidades en la urnas. Por el contrario, parece m¨¢s que probable el cumplimiento de los pron¨®sticos emitidos por los principales institutos demosc¨®picos que insisten en un resultado relativamente incierto con ligera ventaja de la coalici¨®n actual, formada por los socialdem¨®cratas y liberales.La iniciaci¨®n formal de la campa?a electoral fue acompa?ada en la noche del jueves de una rueda de prensa, transmitida por el segundo canal de la televisi¨®n alemana, en que, adem¨¢s de! presentador alem¨¢n, tres periodistas extranjeros, un franc¨¦s, un norteamericano y otro austr¨ªaco, sometieron a una dura prueba a los presidentes de los cuatro grandes, o sea, a Willy Brandt, presidente del SPD, a Helmut Khol, presidente de la CDU y candidato a la canciller¨ªa de CDU y CSU, a Franz-Josef Strauss, presidente de la Uni¨®n Cristianosocial B¨¢vara, as¨ª como a Hans-Dietrich Genscher, presidente del Partido Liberal Dem¨®crata Alem¨¢n, vicecanciller y ministro de Asuntos Exteriores. En la discusi¨®n, de m¨¢s de hora y media de duraci¨®n, los cuatro grandes, eludieron todo encontronazo espectacular. No utilizaron vendaje duro. Lo que s¨ª llam¨® la atenci¨®n fue el trato especialmente deferente que Helmut Khol dispens¨® a Hans-Dietrich Genscher con el aparente deseo de demostrar a los telespectadores germanos que la CDU-CSU no han abandonado todav¨ªa la esperanza de conseguir un ?cambio de constelaci¨®n? en el escenario pol¨ªtico alem¨¢n, es decir, que los liberales se apeen del tren social-liberal.
Helmut Khol esboz¨® en l¨ªneas generales la composici¨®n de su gabinete fantasma en que el l¨ªder de la CSU, Franz-Josef Strauss, a pesar de sus aficiones en pol¨ªtica exterior, ocupar¨ªa la cartera de Hacienda, pasando el actual jefe del grupo parlamentario de los dos partidos conservadores, Carstens, al Ministerio de Estado. A lo largo de las semanas pasadas, hab¨ªan circulado rumores sobre las preferencias de Strauss en el sentido de que prefer¨ªa Asuntos Exteriores, un Ministerio m¨¢s f¨¢cil y menos expuesto, aunque sin la importancia del de Hacienda. A este respecto hay que se?alar la excepcional fuerza del ministro federal de Hacienda en el Gabinete, ya que es el ¨²nico de entre los ministros con derecho a velo en todas las deliberaciones del Gobierno. Si un ministro federal de Hacienda muestra su disconformidad con la opini¨®n mayoritaria de los componentes del Gabinete, al canciller, a quien incumbe la determinaci¨®n del rumbo de la nave estatal, no tiene m¨¢s remedio que elegir entre dos alternativas: o destituye al titular de Finanzas, o cede a su veto. Con otras palabras: aunque formalmente el vicecanciller suele ser el ministro de Asuntos Exteriores, el segundo de a bordo es siempre el ministro responsable del Presupuesto Estatal. De ah¨ª que se comprenda, sin m¨¢s explicaciones, la decisi¨®n de Strauss, sin cuyo consentimiento nada puede realizarse en la actual coalici¨®n de los conservadores y sin el cual nada podr¨¢ hacerse en el caso de que estos ¨²ltimos ganen las elecciones. Por improbable que ello parezca en la actualidad. Tanto Willy Brandt como Hans-Dietrich Genscher mostraron un ?optimismo m¨¢s que teatral? y su plena confianza en el triunfo de una coalici¨®n que, dicho sea de paso, ha realizado a lo largo de los cuatro a?os pasados un excepcional programa de reformas en casi todos los campos, aunque algunas enmiendas de la legislaci¨®n vigente quedaran a medio camino, no por falta de iniciativa del Gobierno y de la decisi¨®n mayoritaria del Bundestag, sino por la negativa rotunda del Bundesrat.
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