Familiares de presos vascos protestan por las condiciones de vida en el penal
?Hay una contradicci¨®n evidente entre las declaraciones oficiales que hablan de democracia y el endurecimiento actual de las condiciones de vida en las prisiones ?. As¨ª explicaba la esposa de M¨²jica Arregui la idea a la que pod¨ªan dar lugar los documentos dirigidos al ministro de Justicia y a la Direcci¨®n General de Instituciones Penitenciarias, que la Asociaci¨®n de Familiares y Amigos de Presos Pol¨ªticos vascos (AFAPP) pretend¨ªa haber entregado al director de la prisi¨®n provincial, don Prudencio de la Fuente, y que tuvieron que entregar en el Gobierno Civil ante la negativa de la direcci¨®n del penal a recibirlo.Cerca de 200 personas, en su mayor¨ªa familiares de presos pol¨ªticos, se concentraron a media ma?ana frente a la catedral, como primer acto en Burgos de la AFAPP. Ante la presencia inmediata de la fuerza p¨²blica, los concentrados decidieron dirigirse di rectamente a la prisi¨®n provincial. Un teniente del servicio de informaci¨®n de la Guardia Civil fue el intermediario entre una comisi¨®n de madres -entre las que se encontraban la de ?Wilson? y la de Jos¨¦ Ignacio M¨²jica Arregui- y la direcci¨®n de la prisi¨®n. El teniente explic¨® que el director estaba ausente y que el funcionario que le sustitu¨ªa no les quer¨ªa recibir, indic¨¢ndoles tambi¨¦n que abandonaran el lugar. Los familiares intentaron de nuevo ponerse en comunicaci¨®n con la direcci¨®n y, ante una nueva negativa, se dirigieron a la ciudad, entregando en el Gobierno Civil los documentos mencionados. En la puerta del edificio la esposa de M¨²jica se?al¨® a EL PAIS que ahora se iban a dirigir directamente al ministro de Justicia y al director general de Instituciones Penitenciarias.
Condiciones de vida en el penal
El primer documento, dirigido al Ministerio de Justicia, est¨¢ redactado por los mismos presos y expone el ?r¨¦gimen especial? al que est¨¢n sometidos. El segundo, redactado por los familiares, es una ampliaci¨®n del anterior.
Permanecen m¨¢s de 19 horas al d¨ªa en celdas individuales, imposibilitando toda clase de trabajo colectivo y de estudio, que hasta la implantaci¨®n del ?r¨¦gimen espe cial? se ven¨ªan realizando. La posibilidad de informaci¨®n est¨¢ muy restringida. No llega ning¨²n semanario pol¨ªtico y los pocos peri¨®dicos que reciben, Arriba y ABC, son atrasados de cuatro d¨ªas y est¨¢n recortados. Los peri¨®dicos en lengua vasca son devueltos a los familiares que los env¨ªan. Las relaciones con abogados y familiares, y las condiciones de comunicaci¨®n, son deplorables. Se imponen sanciones por la utilizaci¨®n de la lengua vasca, con continuas interrupciones de los funcionarios, siempre presentes en las visitas.
Los presos pol¨ªticos vascos de la prisi¨®n provincial de Burgos son los ¨²nicos que no pueden asistir a funciones religiosas ni a proyecciones cinematogr¨¢ficas, por ?razones de seguridad?. Los env¨ªos de alimentos por parte de los familiares han quedado muy limitados, puesto que se les ha restringido el poder introducir alimentos en la prisi¨®n, reduci¨¦ndolos a raciones individuales y a comidas previamente cocinadas. La raz¨®n de estas prohibiciones est¨¢ en la existencia del economato, aunque la direcci¨®n ha tenido que reconocer que, pedidos realizados hace tres meses, todav¨ªa no han sido atendidos.
Aparte, habr¨ªa que estudiar las condiciones materiales propiamente dichas: agua, luz, calefacci¨®n, etc¨¦tera. Con temperaturas que la mayor parte del a?o bajan de cero grados, no existe en las celdas ning¨²n tipo de foco el¨¦ctrico, teniendo que pasar el tiempo acostados y tapados con mantas que hace mucho tiempo que no se lavan.
El agua que se bebe en la prisi¨®n viene directamente del r¨ªo y no pasa por ning¨²n filtro de purificaci¨®n. La luz de las celdas es insuficiente y su encendido est¨¢ limitado hasta las diez de la noche, cuando en la Mayor parte de los centros penitenciarios se prolonga hasta las doce.
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