El Atl¨¦tico, fulgurante a r¨¢fagas
Aunque no hubo pr¨®rroga y penalties, el Atl¨¦tico-M¨¢laga tuvo tintes de encuentro veraniego. S¨®lo la consecuci¨®n de los dos puntos y el tanto anulado a Leivinha por fuera de juego de Alberto, pusieron el color necesario para que se notara la diferencia de lo que es un partido de entrenamiento y uno de competici¨®n. Mientras al Atl¨¦tico le sobr¨® la mayor parte de los minutos del segundo per¨ªodo, al M¨¢laga, le falt¨® durante la mayor¨ªa del encuentro la chispa necesaria para dar la impresi¨®n de que es un equipo s¨®lido de primera divisi¨®n. El Atl¨¦tico s¨®lo a base de atisbos de lo que puede ser esta temporada obtuvo el triunfo. El Atl¨¦tico que vieron los seguidores rojiblancos el domingo s¨®lo fue una esperanza.La parte positiva del conjunto ganador creo que hay que considerarla debidamente porque es una muestra de f¨²tbol alegre, peligroso y que puede convertirse en altamente resolutivo en el momento en que se afinen los dispositivos y los encargados de llevarlos a buen t¨¦rmino encuentren su forma ¨®ptima.
El Atl¨¦tico no ha variado en gran manera su esquema porque sigue siendo especialista en el contragol, pero para la presente temporada, se adivina una mayor solidez. Los tres hombres. punta con sus cualidades distintas pero complementarias, pueden causar serios estragos ante el marco contrario.
Ayala est¨¢ ya fulgurante en sus galopadas y parece menos alocado que en anteriores a?os. Ayala ha serenado su juego y domina el pase al compa?ero mejor situado con precisi¨®n. Levinha, aunque se mueve ahora m¨¢s cautamente, en una zona m¨¢s templada, dirige el contraataque h¨¢bilmente y no desaprovecha la ocasi¨®n de entrar en el ¨¢rea para conectar el remate. La posici¨®n m¨¢s desahogada de Leivinha permite abrir la defensa contraria, lo que facilita la penetraci¨®n de Rub¨¦n Cano, que parece
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sereno ante el marco. El gol que le marc¨® a Corral fue buena muestra de tino y serenidad.
Los movimientos raudos de los atacantes rojiblancos fueron la nota destacada del partido. Al p¨²blico lleg¨® a encandilarle la facilidad de movimientos del citado tr¨ªo, que superar¨¢, sin duda, a los llamados tres pu?ales. La reincorporaci¨®n de G¨¢rate potenciar¨¢ todav¨ªa m¨¢s la delantera, s¨®lo que para ello har¨¢ falta solidificar m¨¢s la l¨ªnea de centrocampistas en la que se observa alguna debilidad.
El p¨²blico no le perdona nada a Leal que es jugador m¨¢s que aprovechable y Robi todav¨ªa no est¨¢ en juego, aunque el domingo, intent¨® mostrarse acorde con las esperanza en ¨¦l depositadas. Robi dobl¨® por la derecha a Rub¨¦n Cano en el primer tiempo e incluso lleg¨® a disparar a puerta, aunque desde lejos. El Atl¨¦tico acus¨® cansancio en la fase final del encuentro y excesiva lentitud en la zona ancha. Si Luis consigue mejorar el rendimiento de esa parcela, habr¨¢ que contar con un Atl¨¦tico mucho m¨¢s regular que el de la pasada campa?a.
El partido en s¨ª result¨® plomizo. El juego se limit¨® pr¨¢cticamente a la parcela malaguista. Los visitantes se animaron algo m¨¢s en la segunda parte con los cambios de Bustillo y Cervera por Garc¨ªa y Aicart y la mejor¨ªa de Corral, que de pifias de tama?o natural, pas¨® a detener balones con sello de gol. El M¨¢laga no tiene ahora una estrella al estilo Viberti y tampoco parece conjunto luchador. De cara al ataque sus posibilidades son limitadas, pese a que Esteban y Quevedo se mueven con alguna soltura. En realidad, el domingo, el hombre que m¨¢s empuj¨® fue Ar¨¢ez que en contrapartida se las vio y se las dese¨® para sujetar a Ayala.
Result¨® importante el hecho de que la normativa que proh¨ªbe a los capitanes dirigirse al ¨¢rbitro, se observara con rigidez. Aunque el ejemplo quiz¨¢ no valga, porque no hubo graves complicaciones durante la contienda, todo parece indicar que la labor arbitral ser¨¢ mucho m¨¢s c¨®moda.
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