Monse?or Lef¨¨vbre intenta acercarse a Roma
Estoy dispuesto a ir a arrodillarme a los pies del Santo Padre, pero no para decirle: ?Ord¨¦neme usted ser protestante y yo ser¨¦ protestante. Eso jam¨¢s?. Entre la obediencia y la sumisi¨®n al Vaticano y el compromiso con sus f¨ªeles tradicionalistas la actitud de monse?or Marcel Lef¨¨bvre, que presidi¨® el domingo en la ciudad de Besan?on (este franc¨¦s, cerca de la frontera suiza), la primera misa cantada y solemne de uno de los sacerdotes ordenados por ¨¦l en el seminario tridentido de Econe hace poco m¨¢s de dos meses, parece alejar por el momento el fantasma del cisma que se dibujaba en el horizonte de la Iglesia cat¨®lica.
Unas 2.500 personas, llegadas desde distintos puntos de Francia, Suiza e Italia -la mitad de las previstas por la organizaci¨®n- asistieron a la ceremonia celebrada en el palacio municipal de los deportes de la ciudad. El altar estaba presidido por un gran Cristo de piedra y una imagen de la Virgen Mar¨ªa, transportados junto con los c¨¢lices, las hostias, las casullas y otras ornamentos lit¨²rgicos la tarde. anterior desde el seminario suizo de Econe, para darle sentido religioso al pagano e impersonal sal¨®n deportivo: aqu¨ª tradicionalmente se celebran los mitines de los partidos pol¨ªticos regionalistas de Besan?on y donde hace algunos d¨ªas actuaron los cantantes Leonard Cohen y Johnhy Hallyday y los ballets Hollyday on ice. Patrick Groche, 27 a?os, hijo de una panadero de Besan?on, ayudado en la misa por otros tres sacerdotes de Econe, culminaba as¨ª sus cuatro a?os largos de estudios en el seminario tradicionalista suizo fundado por el prelado franc¨¦s hace poco m¨¢s de cinco a?os.Monse?or Lef¨¨bvre, que, desde el pasado mi¨¦rcoles estuvo recluido en Econe, aislado del mundo, sumido en un intenso periodo de reflexi¨®n, tras su declaraci¨®n de guerra al Vaticano, confirmaba s¨®lo a medias, durante su homil¨ªa, su oposici¨®n frontal al Papa y el enfrentamiento entre la Iglesia de siempre y la del Concilio Vaticano II. Vestido con sotana, roquete blanco y capa y solideo morados el ex arzobispo, de Dakar y Tulle pronunci¨® un discurso moderado, ajustado en sus t¨¦rminos y muy lejos del tono agresivo y acusador (?el matrimonio ad¨²ltero entre la Iglesia y la revoluci¨®n y los frutos bastardos del mismo?) y del domingo anterior en Lille.
Posible acercamiento
Pensado para ensalzar la figura del sacerdote en el mundo, pilar de la civilizaci¨®n cristiana y para mostrar todo su apoyo moral al nuevo. abbe Groche, continuidad de su movimiento integrista en suma -nosotros sufrimos cruelmente ante estos nuevos sacerdotes que tienen miedo de confesar su naturaleza de sacerdotes: no es s¨®lo una cuesti¨®n de sotana, es m¨¢s profundo, nosotros queremos verdaderos sacerdotes?-, las palabras de Lef¨¨bvre dejaban leer entre l¨ªneas un posible acercamiento de ¨¦ste a Roma y un arreglo de la cuesti¨®n Lef¨¨bvre despu¨¦s de siete d¨ªas tensos en los cuales EL PAIS ha podido confirmar la existencia de contactos entre el Vaticano y el seminario de Econe.? Rumores procedentes de Roma -dir¨ªa- me hacen pensar que todo puede arreglarse a¨²n ?.
La misa, con los c¨¢nones en lat¨ªn de San P¨ªo V, c¨¢lices de oro, casullas tambi¨¦n bordadas en oro, incienso y mirra, agua bendita, de espaldas a un p¨²blico lector de misales, cantos gregorianos, himnos, del Veni Creator, Kirie, Credo, Sanctus (m¨¢s un espect¨¢culo teatral que el verdadero sacramento de la comuni¨®n, para los tiempos que corren) se celebr¨® dentro del orden m¨¢s absoluto. Una discreta vigilancia de la gendarmer¨ªa francesa guardaba el orden en el exterior.
?Ha sido una misa cat¨®lica. Es todo cuanto puedo decirle?, declaraba al enviado especial de EL PAIS el abbe Patrick Groche al t¨¦rmino de la ceremonia, mientras recib¨ªa la enhorabuena y los parabienes de sus familiares y amigos. Monse?or Lef¨¨bvre se hab¨ªa retirado, protegido por los j¨®venes de San P¨ªo X, en olor de multitud, entre aplausos e impartiendo bendiciones, dando a besar a los ni?os su anillo pastoral, a los vestuarios del palacio, donde tanto ¨¦l como los sacerdotes-oficiantes se hab¨ªan cambiado de ropa antes del comienzo de la misa. Posteriormente comer¨ªa en privado en un pueblo cercano a Besan?on con familiares de Patrick Groche para a continuaci¨®n salir por carretera hacia Econe.
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