Una ¨²ltima oportunidad a Kissinger sobre Rodesia

Los presidentes de cinco estados africanos fronterizos con Rodesia, Zambia, Tanzania, Botswana, Mozambique y Angola (aunque no es lim¨ªtrofe con Rodesia), finalizaron ayer la conferencia cumbre iniciada el lunes para discutir una estrategia com¨²n con respecto al caso rodesiano, la independencia de Namibia y la eliminaci¨®n del apartheid en Africa del Sur.Ning¨²n resultado espectacular parece haberse logrado con esta reuni¨®n; excepto la ratificaci¨®n del principio de llegar a esos tres fines -gobierno de mayor¨ªa en Rodesia, independencia de Namibia y fin del apartheid en Sud¨¢frica- por la guerra, si es necesario.

La entrevista concedida al diario New York Times por el presidente de Zambia, Kenneth Kaunda, sugiere que a pesar de proclamar que ya han sido agotadas todas las posibilidades de llegar a una solucci¨®n diplom¨¢tica de los problemas de Africa Austral los cinco presidentes no descartan totalmente la reciente propuesta del secretario de Estado norteamericano, Henry Kissinger, de comenzar una nueva ?shuttle diplomacy? al estilo de la efectuada en Oriente Medio, esta vez entre los lideres blancos del Africa Austral y los africanos.

La base para esta negociaci¨®n ser¨ªa lo acordado en las recientes conversaciones de Zurich entre Kissinger y el primer ministro sudafricano John Vorster. Piensan los jefes de estado africanos que se reunieron en Dar es Salaam, no obstante, que esta es la ¨²ltima oportunidad posible, y que de fracasar Kissinger, s¨®lo queda la guerra como alternativa.

Tal vez por ello, en los medios oficiales norteamericanos de Hamburgo, a donde lleg¨® ayer el secretario de estado norteamericano Henry Kissinger despu¨¦s de su entrevista con el presidente franc¨¦s Giscard d'Estaing, se inform¨® que el jefe del Estado tanzano, Julius Nyerere, ha invitado a Kissinger a que inicie inmediatamente negociaciones entre los l¨ªderes blancos y negros de Africa.

Seg¨²n las informaciones procedentes de Dar es Salaam una parte importante de las conversaciones de los cinco jefes de Estado estuvo dedicada a tratar de poner de acuerdo a los dirigentes nacionalistas de los pa¨ªses en cuesti¨®n, Rodesia, Namibia y Sud¨¢frica.

En el caso de Rodesia, aparentemente prioritario, existen tres orientaciones dentro del nacionalismo africano: una representada por Josua Nkomo, exponente de la burgues¨ªa negra e inicialmente dispuesto a negociar con el Gobierno de lan Smith la constituci¨®n de un poder de mayor¨ªa, la radical del obispo Abel Muzorewa, que aunque tambi¨¦n ligado a la burgues¨ªa negra, pretend¨ªa que no era posible ning¨²n cambio de la estructura del poder sin recurrir a la lucha armada, y finalmente una tercera fuerza menos conocida, pues empieza a aparecer en Mozambique muy recientemente, y que cuenta con una guerrilla autotitulada ?Ej¨¦rcito de los pueblos de Zimbabwe (Rodesia).

Robert Mugarbe, que pretende estar en contacto con este ?Ej¨¦rcito?, asisti¨®, a las conversaciones de Dar es Salaam. Un caso parecido se present¨® con respecto a Namibia y en Dar, es Salaam estuvieron presentes dos representantes del movimiento nacionalista africano (SWAPO) del interior, y Sam Nujoma , que aparece como l¨ªder ?exterior? del mismo. Nujoma declar¨® despu¨¦s de la cumbre de Dar es Salaam que en su opini¨®n, el se cretario de Estado norteamericano al proponer mediar entre el Africa blanca y el. Africa negra ?s¨®lo se propone ganar votos para el presidente Ford entre el electorado negro norteamericano ?.

En Europa, se consideran con pesimismo los resultados logrados en la entrevista Kissinger-Vorster, y seg¨²n medios diplom¨¢ticos en Ginebra se piensa que el Africa Austral puede convertirse r¨¢pidamente en un nuevo sudeste asi¨¢tico. Los gobiernos latinoamericanos m¨¢s pr¨®ximos al Sur de Africa, entre ellos Brasil, que ya estableci¨® relaciones militares estrechas con Pretoria en el pasado, est¨¢n preocupados, por la vertiginosa irrupc¨ª¨®n de la URSS y Cuba en esa importante regi¨®n del mundo.

Mucho dependen de la actitud que adopte el primer ministro sudafricano Vorster en esta dif¨ªcil etapa que se avecina. En ese sentido tanto en Africa, como en Europa y Estados Unidos. se aguarda con expectaci¨®n el discurso que debe pronunciar Vorster el pr¨®ximo d¨ªa 16 ante el Congreso del Partido Nacional de Transvaal, con motivo del d¨¦cimo aniversario de su subida al poder tras el asesinato de su antecesor, Hendrik Verwoerd.