Hungr¨ªa pierde 1.000 millones de euros de ayudas europeas por sus agresiones al Estado de derecho
Budapest todav¨ªa tiene congelados m¨¢s 20.000 millones en fondos comunitarios
El a?o ha comenzado con una muy mala noticia para Hungr¨ªa: no recibir¨¢, al menos, 1.040 millones de euros de fondos europeos por sus agresiones al Estado de derecho. Es una p¨¦rdida definitiva; no podr¨¢ cobrarlos m¨¢s tarde si repara el da?o que ha provocado el Gobierno del ultraconservador Viktor Orb¨¢n. Las p¨¦rdidas del pa¨ªs que ha presidido el Consejo de la UE hasta el pasado 31 de diciembre pueden subir conforme pase el tiempo y prescriban los plazos de ejecuci¨®n de gasto, ya que todav¨ªa tiene congelados entre 21.000 y 22.000 millones tanto de fondos estructurales como del Plan de Recuperaci¨®n.
Las agresiones de Hungr¨ªa al Estado de derecho son tantas y variadas que a la hora de desglosar las sanciones impuestas por la Uni¨®n Europea para corregir la situaci¨®n hay una madeja en la que unas decisiones se solapan con otras y hay fondos retenidos por partida doble. Esto se observa en los fondos estructurales y de cohesi¨®n. Para recibir ese dinero, los Estados miembros tienen que cumplir con la Carta de Derechos Fundamentales de la UE, algo que Budapest no hace en su totalidad. No lucha contra la corrupci¨®n; no respeta la libertad de c¨¢tedra; no cumple con las leyes de asilo, y vulnera los derechos de la infancia.
Todas estas carencias han llevado a la suspensi¨®n de casi 11.000 de un total de 21.900 millones (contando los 1.000 que acaba de perder). Pero, adem¨¢s, sobre el dinero todav¨ªa suspendido pesa un bloqueo doble. No perseguir el fraude ha supuesto la congelaci¨®n de 6.700 millones a trav¨¦s de una herramienta coercitiva (mecanismos de condicionalidad) de la que se han dotado las instituciones europeas para proteger el presupuesto comunitario de la corrupci¨®n y la malversaci¨®n.
A esta cuenta hay que sumar el dinero del plan de recuperaci¨®n, 10.400 millones. No obstante, para que los fondos fluyan, el Ejecutivo ultraconservador tiene que desplegar reformas que reviertan sus agresiones al Estado de derecho y aseguren la independencia judicial. Nada de esto se ha hecho todav¨ªa y, por tanto, esos recursos no fluyen hacia un pa¨ªs en crisis econ¨®mica que ha acabado 2024 con un d¨¦ficit en sus cuentas p¨²blicas del 5,4%, y una previsi¨®n para el a?o que acaba de empezar del 4,6%, seg¨²n las previsiones de la Comisi¨®n Europea.
Por si fuera poco, en junio, Hungr¨ªa fue multada con 200 millones por no acatar una sentencia del Tribunal de Justicia de la UE, referente a la acogida de refugiados durante la crisis de 2015 y 2016, m¨¢s un mill¨®n por cada d¨ªa que pase sin cumplirla.
Sin embargo, nada de esto amilana a la Administraci¨®n de Orb¨¢n, ¨²nico l¨ªder de la UE al que Vlad¨ªmir Putin ha felicitado el a?o nuevo. En su intento constante de vincular, sin pruebas, migraci¨®n y delincuencia, este mismo jueves, el primer ministro magiar ha dejado un mensaje en la red social X en el que se?ala que ¡°Bruselas quiere convertir Hungr¨ªa en Magdeburgo¡±, en referencia al ataque navide?o en un mercadillo de la ciudad alemana cometido por un saud¨ª, que, no obstante, era muy cr¨ªtico con el islam y se mostraba cercano a la ultraderecha alemana de AfD. Ese mensaje en X es solo uno de los varios que ha dejado contra la UE en pocas horas.
Otra prueba reciente de eso est¨¢ en el conflicto que acaba de abrir con Polonia al dar asilo a un exviceministro polaco, Marcel Romanowski, procesado por malversaci¨®n. Este antiguo alto cargo del gobierno es miembro del partido ultraconservador Ley y Justicia, ahora en la oposici¨®n polaca, y aliado fundamental de Orb¨¢n en Bruselas durante los 10 a?os que estuvo al frente del Ejecutivo de Varsovia entre 2014 y 2024.
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