Madrid no es Castilla
Ante las reacciones provocadas en la prensa catalana por el editorial ?Autonomias y nacionalidades? me veo obligado a enviarle las siguientes l¨ªneas:A pesar de mi condici¨®n de madrile?o me considero defensor de la causa catalana y sumamente identificado con las aspiraciones del pueblo catal¨¢n.
Mis dudas nacen de la falta de objetividad y de justicia de las reacciones de determinados sectores de las fuerzas democr¨¢ticas de Catalu?a.
No se puede ya utilizar la demagogia de asimilar Madrid a Castilla y ¨¦sta al resto de Espa?a.
En el plano cultural y de personalidad nacional, quiz¨¢ Castilla y el resto de las comunidades nacionales castellano-parlantes se vean a¨²n m¨¢s perjudicadas (a pesar de haber utilizado sin restricciones su lengua vern¨¢cula), que la propia Catalu?a, puesto que el centralismo les ha conducido a una despersonalizaci¨®n total.
Quisiera que alguien me explicase el beneficio obtenido del centralismo por una provincia castellana como lo es Soria (la de menor renta per c¨¢pita del pa¨ªs y una de las que poseen el mayor ¨ªndice de emigraci¨®n) y quien dice Soria dice Guadalajara o Toledo o incluso zonas rurales de Madrid (la privilegiada).
En el aspecto econ¨®mico es muy f¨¢cil olvidar el sistema de inversi¨®n dirigida del Estado espa?ol
Uno de los objetivos fundamentales de la econom¨ªa capitalista es el del m¨¢ximo beneficio, y ¨¦ste se obtiene all¨ª donde la infraestructura industrial ya est¨¢ creada.
Por tanto el ahorro espa?ol se canaliza hacia aquellos n¨²cleos que poseen esa infraestructura: Madrid, Catalu?a y Vascongadas en su mayor parte, lo que hace que las diferencias aumenten y las zonas deprimidas queden despobladas y abandonadas.
?Cu¨¢ntos puestos de trabajo se han creado en esas zonas deprimidas?
La respuesta es f¨¢cil: pocos, muy pocos. Los indispensables para capear determinadas coyunturas.
Y eso siendo estas zonas (Andaluc¨ªa, Arag¨®n, Galicia, Extremadura, Le¨®n, Castilla, etc¨¦tera) las que han proporcionado al Estado, una de sus mayores fuentes de divisas: la de sus esforzados emigrantes.
?Por qu¨¦ no actuamos verdaderamente en consecuencia con la democracia de la que hacemos gala?
?Por qu¨¦ no unimos esfuerzos para conseguirla para todos los espa?oles?
Cuando lo consigamos, el camino hacia las autonom¨ªas estar¨¢ ya andado.
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