El "affaire"de las letras falsificadas preocupa al mundo de las finanzas
El affaire de las letras de cambio falsificadas comienza a tomar proporciones de esc¨¢ndalo en el que personas y entidades se ven presuntamente implicadas. El asunto comenz¨® cuando diez letras de cambio libradas por Liga Financiera y aceptadas por la Compa?¨ªa Inmobiliaria Meli¨¢, con el pretendido aval del Banco de Santander, intentaron ser negociadas en algunas entidades bancarias, resultando ser falsas en su totalidad.
Todos los medios financieros consultados por EL PAIS sobre el asunto de las letras falsificadas de la sociedad Liga Financiera, por valor de 1.320 millones de pesetas, convienen en se?alar como ?burdo? y ?absurdo? el intento realizado con los diez efectos. Empero se albergan serias dudas sobre la finalidad del intento en el que se est¨¢n viendo implicadas diferentes entidades y personas que sobresalen por su car¨¢cter pol¨ªtico y econ¨®mico.El primer conocimiento del asunto se tuvo a finales del pasado mes de julio, seg¨²n ha manifestado a EL PAIS el consejero de Liga Financiera Jos¨¦ Miguel Garrigues Walker, el cual confirma que las letras est¨¢n falsamente firmadas por su hermano Joaqu¨ªn, presidente de la sociedad pol¨ªtica Libra, y que inicialmente se intentan pasar por una sucursal del Banco Hispano Americano.
Jos¨¦ Miguel Garrigues a?ade que, al parecer, el interventor es un corredor de comercio de C¨®rdoba y no el agente de cambio y bolsa Fernando Aguilar Gallery, a la vez apunta que la ¨²nica persona relacionada con Liga Financiera que ha sido llamada a declarar por el juez ha sido su hermano Joaqu¨ªn, desconociendo otros nombres que han declarado ante el citado juez.
Por su parte, Nicol¨¢s Franco confirma a EL PAIS que voluntariamente se present¨® a prestar declaraci¨®n ante el juez al verse, al parecer, involucrado en el asunto al ser nombrado por presuntos intermediarios que hab¨ªan declarado con anterioridad sobre su posible participaci¨®n en el intento de cobrar o negociar las letras falsificadas.
Nicol¨¢s Franco hace hincapi¨¦ en que est¨¢ supersensibilizado por estas cosas, ya que parece que existe inter¨¦s por parte de alg¨²n grupo en implicarle en asuntos sucios. El Banco de Santander, que es el Banco presuntamente avalista de los efectos falsificados, a pesar de que envi¨® una circular al Consejo Superior Bancario advirtiendo del hecho el d¨ªa 6 de agosto, no present¨® denuncia formal ante el juzgado correspondiente hasta el d¨ªa 20, al igual que lo ocurrido con Liga Financiera, que no present¨® denuncia hasta el d¨ªa 1 de septiembre.
En la carta remitida por el Banco de Santander al Consejo Superior Bancario se se?ala que ?aunque el cumplimiento de las normas recomendadas por ese Consejo en su circular de 1 de febrero de 1973, sobre comprobaci¨®n de la certeza de avales estampados en letras de cambio, mediante comunicaci¨®n directa al banco avalista, ser¨¢ suficiente para que no resulte perjuicio alguno para ning¨²n banco, parece aconsejable y por ello lo sometemos a ese Consejo que, como una mayor precauci¨®n, se circule entre toda la Banca espa?ola la existencia de esas letras, con la expresa advertencia de que el aval del Banco de Santander, que pueda aparecer en ellas, no ha sido estampado por nosotros, por lo que habr¨¢ de considerarse falso a todos los efectos?. Como puede comprobarse, la nota no deja entrever preocupaci¨®n mayor de la que habitualmente se debe producir en estos casos.
Tesis barajadas
Aunque no ha sido posible confirmar en medios bancarios si las letras fueron o no vistas, la realidad es que, seg¨²n informaciones recogidas, ¨¦stas no aparecen o no se tienen noticias sobre su aparici¨®n.Tanto la circular del Banco de Santander como la nota telegrama del s¨ªndico de la Bolsa de Madrid, en la que niega la participaci¨®n de Fernando Aguilar Gallery en la intervenci¨®n de las letras, ofrecen una completa relaci¨®n sobre los efectos, fechas de vencimiento y valor de las mismas, lo que demuestra que estas letras fueron mostradas en su momento.
Otro de los puntos que tampoco est¨¢ suficientemente claro hace referencia al n¨²mero de bancos que vieron las letras. Las informaciones apuntan hacia el Banco de Santander, la Banca March, el Hispano Americano y un cuarto, cuyo nombre no ha sido posible conocer y que tuvo contactos con las letras cuando un intermediario de buena fe present¨® los efectos con objeto de avalar otra operaci¨®n. En los otros casos las suposiciones indican la posibilidad de que se intentase negociar las letras, hecho ¨¦ste que sorprende a todo el mundo, ya que un m¨ªnimo conocimiento sobre el funcionamiento de los bancos en estos casos hacen que esta operaci¨®n sea imposible.
Las tesis recogidas por EL PAIS apuntan hacia dos posibilidades. Una la se?alada por Jos¨¦ Miguel Garrigues sobre el que sean meros estafadores los que intentasen beneficiarse del asunto, y dos, que alg¨²n grupo politico o econ¨®mico tuviese alg¨²n inter¨¦s en perjudicar a personas o sociedades que se ven ahora implicadas en el affaire. La primera posibilidad resulta lo suficientemente absurda como para desecharla sin m¨¢s, ya que resulta peregrino imaginar a unos estafadores profesionales gast¨¢ndose 6,52 millones de pesetas -valor del timbrado de las diez letras falsificadas- para no conseguir nada como parece demostrarlo la m¨¢s normal l¨®gica bancaria.
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