El plan Barre, atacado por la izquierda y defendido por los empresarios

las primeras reacciones suscitadas por el anuncio en detalle del plan econ¨®mico del primer ministro franc¨¦s, Raymond Barre, revelan que la oposici¨®n y las centrales obreras han cerrado filas y se han mostrado especialmente cr¨ªticos ante el plan antiinflacionista, cuyas medidas repercutir¨¢n de manera especial en la clase media y que representa para el pa¨ªs una factura de 13.000 millones de francos que deber¨¢n pagarse antes de 1978, como anuncia en su primera p¨¢gina ayer el diario conservador Le Figaro.Si la izquierda y las centrales sindicales fueron un¨¢nimes en su cr¨ªtica al plan Barre, la patronal calific¨® las medidas como ?severas, pero acordes con la principal exigencia de cortar el proceso inflacionario?.

Las medidas anunciadas por el primer ministro han permitido a la uni¨®n de la izquierda y a los principales sindicatos unirse en sus ataques al Gobierno e incluso en la b¨²squeda de una estrategia. A tal efecto, el diario Le Monde record¨® que el Frente Popular gan¨® las elecciones anteriores a la segunda guerra mundial, justo despu¨¦s de un plan recesionista y de congelaci¨®n salarial.

Por su lado, los partidos de la mayor¨ªa han demostrado quedar m¨¢s o menos satisfechos con el plan; s¨®lo los gaullistas de la UDR, reconocen que las medidas est¨¢n pensadas por un buen equipo t¨¦cnico, pero se?alan que su materializaci¨®n depender¨¢ de la ?participaci¨®n de los franceses?, seg¨²n palabras del diputado gaullista por Par¨ªs, Jacques Marette.

En relaci¨®n con las cr¨ªticas de sindicatos y oposici¨®n, la central sindical, CGT (comunista), fue especialmente dura en sus cr¨ªticas.

George Seguy, afirm¨® sin paliativos que el plan Barre est¨¢ pensado ?contra la clase obrera? y es ?la pol¨ªtica Giscard-Chirac, pero a¨²n peor?.

Por su parte, la CFDT (de inspiraci¨®n socialista) considera que el plan ?est¨¢ pensado para salvaguardar los intereses patronales y del gran capital?.

Sin embargo, el comentario hecho por Jaeques Delors, miembro del Partido Socialista -? Barre corre un riesgo social, en raz¨®n del descontento de los trabajadores asalariados?-, resume la verdadera importancia pol¨ªtica del plan Barre, cuyo realismo tiene como contrapartida un reagrupamiento de la izquierda, dispuesta a aprovechar el descontento de la clase media, y a granjearse la voluntad de un electorado fiel de cara a las pr¨®ximas elecciones.