Rodesia: el d¨ªa m¨¢s largo, en espera de la decisi¨®n de Ian Smith
Cuando el primer ministro Ian Smith aparezca hoy en las pantallas de los televisores de Salisbury para exponer la posici¨®n definitiva de su Gobierno, su partido y el Parlamento, sobre las propuestas de Kissinger para solucionar el problema de Rodesia, los rodesianos habr¨¢n vivido el d¨ªa m¨¢s largo de su historia desde que Smith convocara a esas tres instituciones para pedirles una decisi¨®n.
Precisamente ahora que se anticipa el anuncio de una aceptaci¨®n (por Smith) de las propuestas norteamericanas, surge una cierta confusi¨®n sobre el contenido real de estas proposiciones, sobre el calendario previsto por los dos estadistas, Smith y Kissinger, en su reuni¨®n del domingo pasado en Pretoria para la constituci¨®n de un Gobierno de mayor¨ªa en Rodesia y, lo que parece m¨¢s grave, sobre qu¨¦ entienden Smith y Kissinger por ese ?Gobierno de mayor¨ªa?.
Ni siquiera una eventual aceptaci¨®n del plan Kissinger satisfar¨¢ a la poblaci¨®n negra que, como indica el corresponsal del New York Times en Salisbury, se abstiene de opinar ?hasta que no nos veamos realmente en el poder, con un aut¨¦ntico Gobierno de mayor¨ªa?. Las declaraciones contradictorias de los miembros del Frente Rodesiano, el partido de lan Smith, sugieren que una decisi¨®n un¨¢nime no es o no ha sido f¨¢cil. El propio Smith, que durante once a?os ha defendido la supremac¨ªa de los blancos rodesianos y el r¨¦gimen de separaci¨®n racial, tendr¨¢ que hacer un gran esfuerzo, probablemente el ¨²ltimo de su carrera pol¨ªtica, para aceptar un Gobierno de mayor¨ªa, que contradice los principios sostenidos a lo largo de toda su vida.
Confusi¨®n
Despu¨¦s de entrevistarse por segunda vez el mi¨¦rcoles con Kissinger, el presidente de Tanzania, Julius Nyerere, hab¨ªa declarado que de sus conversaciones con Kissinger entend¨ªa que Smith hab¨ªa aceptado el Gobierno de mayor¨ªa en el plazo m¨¢ximo de dos a?os, como estipulaba la propuesta de Callaghan, que todos cre¨ªan que sirve de base a la negociaci¨®n actual.
En el avi¨®n que conduc¨ªa al secretario de Estado de Dar Es Salaam a Nairobi, los acompa?antes de Kissinger dijeron que Nyerere no hab¨ªa estado del todo acertado al interpretar su conversaci¨®n con Kissinger y que lo que se hab¨ªa propuesto a Smith era un ?plan ligeramente modificado?, que incluye quiz¨¢ ?la extensi¨®n del per¨ªodo de dos a?os previsto para constituir un Gobierno de mayor¨ªa?.
Cuando Nyerere se enter¨® de esta precisi¨®n norteamericana, dijo que si esto es as¨ª, el plan Kissinger es ?totalmente inaceptable para los cinco jefes de Estado que representan a la parte africana en la negociaci¨®n (Zambia, Angola, Mozambique, Botswana y Tanzania).
Tanto para Gran Breta?a, que tiene una larga experiencia en negociaciones con lan Smith, como para los l¨ªderes africanos, persiste la impresi¨®n de que Smith podr¨ªa aceptar hoy una cosa y retractarse ma?ana. En Gran Breta?a, que no se ha mostrado entusiasmada sobremanera con el presunto ¨¦xito de Kissinger, se dec¨ªa ayer que incluso si ese ¨¦xito es cierto, no se tomar¨¢ parte en ninguna administraci¨®n de ning¨²n Gobierno provisional que pueda formarse en Rodesia. Mucho menos, seg¨²n se cree en Londres, se enviar¨ªan tropas a Rodesia.
Los l¨ªmites
En medio de esta confusi¨®n, conviene tal vez precisar cu¨¢les son las limitaciones que necesariamente han de incidir sobre la decisi¨®n de Smith. La independencia de Mozambique represent¨® para Rodesia 700 kil¨®metros m¨¢s de frontera que defender. Aseguran las agencias que unos 15.000rodosianos negros emigraron a los pa¨ªses vecinos reci¨¦n independientes para integrarse a las guerrillas.
Los expertos militares de lan Smith coinciden en que en estas condiciones un esfuerzo militar no podr¨ªa ser sostenido por Rodesia m¨¢s de un a?o. Precisamente ayer, el ?Ej¨¦rcito Popular Zimbabwe (ZIPA)?, que dirigido por un comit¨¦ militar de 18 miembros coordina desde Mozambique toda la actividad guerrillera, anunci¨® que tiene ya en Rodesia zonas ?semiliberadas
Para un pa¨ªs ?enclavado? como Rodesia, el cierre en marzo pasado de la frontera mozambique?a, por donde transitaban los dos tercios de las exportaciones rodesianas, fue un duro golpe. Sus ¨²nicas y costosas salidas al mar son actualmente a trav¨¦s de Sud¨¢frica, pero al parecer, Kissinger afirm¨® en Dar Es Salaam que si Salisbury no acepta el principio de Gobierno de mayor¨ªa, Sud¨¢frica ?aplicar¨ªa una presi¨®n final?.
Perspectivas
En estas condiciones, parece probable que Smith no tenga m¨¢s alternativa que proporcionarle al secretario de Estado norteamericano el ?¨¦xito pol¨ªtico? que tanto necesita personalmente —ahora que su gesti¨®n al frente del Departamento de Estado est¨¢ en entredicho—, y que Estados Unidos tambi¨¦n exige para compensar, de cara a los africanos, los avances logrados por la alianza sovi¨¦tico-cubana, tras la decisiva intervenci¨®n militar de estos ¨²ltimos en Angola.
Qu¨¦ ocurrir¨¢ en Rodesia despu¨¦s de aceptado el principio del Gobierno de mayor¨ªa, es otra cuesti¨®n. ?Desmontar? el poder blanco y el sistema de aparheid no ser¨¢ f¨¢cil y probablemente no podr¨¢ llevarse a cabo sin una confrontaci¨®n racial. Sustituir a los blancos en el Gobierno, la Administraci¨®n, la justicia, la radio, la televisi¨®n, el Ej¨¦rcito y la polic¨ªa, no ser¨¢ tarea f¨¢cil.
Si Smith rechaza las proposiciones de Kissinger, se enfrentar¨¢ con toda seguridad a una actividad guerrillera intensificada, apoyada por los cinco pa¨ªses vecinos, aparte del eventual bloqueo a que pueda someterla Sud¨¢frica; si las acepta, habr¨¢ ganado por lo menos dos a?os.
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