Huir de una sombra
El desencanto
Cualquier instante de la vida humana es nueva ejecuci¨®n, con que me advierte cu¨¢n fr¨¢gil es, cu¨¢n m¨ªsera, cu¨¢n vana.Con estas palabras explica Quevedo la importancia del tiempo, su silencioso paso como ?ejecutivo cobrador de la muerte?. Con palabras y con im¨¢genes se ha descrito en este filme de Jaime Ch¨¢varri el camino hacia esa muerte de un poeta: Leopoldo Panero, narrado, por aquellos que en vida le rodearon su mujer y sus hijos, unas veces a lo largo de senderos opuestos y otras a lo largo de caminos paralelos. El personaje al que nunca llegamos a ver, m¨¢s al que se alude de un modo constante a lo largo de hora y media, va tornando forma y peso, se dir¨ªa, a medida que los int¨¦rpretes -interpret¨¢ndose a s¨ª mismos-, van borrando el vac¨ªo en torno hasta fijar la figura del poeta en la casa de Astorga, al pie de las encinas de su finca o, m¨¢s a solas a¨²n, en su estatua sin descubrir a¨²n que se dir¨ªa lo encierra o amordaza.
Gui¨®n: Jaime Ch¨¢varri
Fotograf¨ªa: Teodoro ?scamilis y Juan Ruiz Anchia. Montaje: Jos¨¦ Salcedo Palomeque. Sonido: Bernardo Menz. Producci¨®n: El¨ªas Querejeta. Direcci¨®n: Jaime Ch¨¢varri. Lugar de estreno: Cine Palace.
Los personajes, es decir su familia, hablan, discuten, recuerdan o pasean. Se defienden o se definen, van se?alando el paso de ese tiempo ?cobrador de la vida?, hasta la muerte del poeta, la mejor secuencia de toda la pel¨ªcula. Tras de esa muerte, quiz¨¢s porque la evocaci¨®n tiene m¨¢s fuerza que las propias confesiones, el filme decae. Muerto el protagonista principal, los dem¨¢s interesan menos aunque -seg¨²n se adivina- vengan a ser consecuencia del primero. La historia del desencanto o quiz¨¢s de la falta de un encanto que no lleg¨® a nacer, ha concluido en ese instante, tan bien evocado, tan bien contado y tan bien realizado.
Es curioso que la historia de una frustraci¨®n en torno a un escritor venga a dar como fruto un mundo literario tan amplio y exclusivo prolongando al personaje, reflej¨¢ndose en ¨¦l, viviendo a su sombra, en definitiva. Cuando los personajes secundarios nos hablan del padre de su ambiente, del alcohol, su infancia o los amigos, confiesan m¨¢s o menos su vocaci¨®n, literaria o no, pero en cierto modo paralela al camino de las artes. Llegan a dar la sensaci¨®n de que intentar¨¢n huir de una sombra que arrastr¨¢ndoles consigo o rechaz¨¢ndolos, les impidiera caminar por la vida como a los dem¨¢s, seguros y normales.
Hay en este filme, en algunos momentos, una especial tensi¨®n, como un intento de escapar fuera de un c¨ªrculo entre m¨¢gico y tr¨¢gico, subrayado muy h¨¢bilmente en la realizaci¨®n y en el gui¨®n, un af¨¢n de huida nunca llegada a realizar donde radica quiz¨¢s el desencanto a que el filme alude.
Alguien se preguntaba cierta vez si exist¨ªa alg¨²n hombre que no hubiera deseado en cierto momento la muerte de su padre. Pues bien, matar su sombra es mucho m¨¢s dif¨ªcil. Tal se explica muy certera mente, a lo largo de esta, pel¨ªcula fundamental en nuestro cine por lo que tiene de original e ins¨®lila.
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