Entre el teatro y el cine

Fassbinder es, sin ninguna clase de dudas, uno de esos elegidos del momento, un jefe de fila indiscutible que ha conseguido imponerse sobre sus compa?eros de generaci¨®n, con lo que el nuevo cine alem¨¢n -si es que se puede llamar as¨ª al constituido por las aportaciones de Fleischmann, SchI?ndorff, Straub y el mismo Fassbinder- vuelve a ser el centro de atenci¨®n de la cr¨ªtica mundial, como en los mejores tiempos de la ¨¦poca anterior a la llegada de Hitler al poder.Las amargas l¨¢grimas de Petra von Kant es la primera obra de este joven director, guionista, actor y productor que se exhibe comercialmente en nuestras pantallas, aunque algunas de sus producciones se hayan difundido anteriormente en diversos festivales espa?oles. El sistema de trabajo de Fassbinder es el resultado de una organizaci¨®n implacable, hecha posible por la existencia de un equipo muy unido en el que se repiten los mismos int¨¦rpretes y t¨¦cnicos de una pel¨ªcula a la otra. La fecundidad del grupo es incre¨ªble y su actividad cinematogr¨¢fica -y tambi¨¦n teatral- constituye un aut¨¦ntico desaf¨ªo a la eficiencia media de los profesionales de todo el mundo.

El estilo de Fassbinder, perfectamente evidenciado en este filme, se, basa en un -gui¨®n muy bien constuido -escrito por el propio director-, en el que destacan los espl¨¦ndidos di¨¢logos, tremendamente literarios, centrados en una acci¨®n dram¨¢tica muy ce?ida a unos pocos personajes. Fassbinder construye sus historias con gran inteligencia y, a trav¨¦s de ellas, elabora una acci¨®n f¨¦rrea, minuciosamente descrita, donde las relaciones de dominaci¨®n y esclavitud restituyen las tentaciones y el envilecimiento de la convivencia cotidiana. Las conductas anormales -contempladas desde la moralidad oficial- y los grupos minoritarios, son frecuentemente analizados en sus obras. Las amargas l¨¢grimas de Petra von Kant se desarrolla en un decorado ¨²nico, y los personajes son varias mujeres. Ning¨²n hombre irrumpe en esta historia hi¨¦ratica y ritual, donde una famosa dise?adora de modas se debate entre el desprecio hacia su servidora y el amor por una bella modelo. Como en casi todas las pel¨ªculas de Fassbinder, la iluminaci¨®n es el punto flaco de una forma de rodar muy h¨¢bil, que ajusta la historia a las posibilidades de un presupuesto muy reducido, con una t¨¦cnica elemental y primaria, donde la labor de las actrices -con alguna grave excepci¨®n- es el factor fundamental. La primac¨ªa del texto y de la acci¨®n sostenida modelan los rasgos esenciales de una obra que podr¨ªa ser representada, sin ning¨²n cambio, sobre un escenario. El cine teatral tiene una larga tradici¨®n en la que destacan nombres fundamentales, entre los que es preciso citar los de Pagnol y Sacha Guitry. Un cine teatralizado o un teatro filmado ser¨¢ siempre preferible a unas obras donde el movimiento se reduzca a pura mec¨¢nica de carretas, dinamismo exterior y agitaci¨®n.

La juventud de Fassbinder nos permite esperar una madurez de su estilo, que, sin perder las conquistas expresivas ya alcanzadas, evolucione hacia una concepci¨®n m¨¢s cinematogr¨¢fica, o bien, hacia la exploraci¨®n en profundidad de este teatralismo que nadie podr¨¢ condenar en nombre de ninguna actitud purista, porque sus m¨¦ritos son m¨¢s que evidentes.