El Consejo Nacional se opone a la liquidaci¨®n del r¨¦gimen

Graves reticencias contra la reforma proyectada por el Gobierno Su¨¢rez fueron expuestas ayer en el seno de la Secci¨®n Primera del Consejo Nacional del Movimiento, que acept¨® como base de discusi¨®n, e inici¨® las deliberaciones sobre el informe redactado por la ponencia integrada por los consejeros Abella, Guti¨¦rrez Rubio, Ort¨ª, Navarro y Palomares. Especialmente fue condenado, por excesivamente liquidador de las instituciones vigentes, el pre¨¢mbulo del proyecto de ley sometido a informe no vinculante de la llamada C¨¢mara pol¨ªtica

Presidida por Jes¨²s Fueyo, la Secci¨®n -que volvi¨® a reunirse de nuevo, tras las dos ocasiones anteriores, en mayo y junio, en que no llegaron a cristalizar los informes sobre la reforma Arias-, se inici¨® con la intervenci¨®n del ministro secretario general del Movimiento y vicepresidente del Consejo Nacional, Ignacio Garc¨ªa L¨®pez, quien se refiri¨® al pluralismo prometedor que se ha desarrollado en las ideolog¨ªas, en el trabajo y en nuestras propias Instituciones.Defendi¨® las buenas intenciones gubernamentales al redactar el proyecto de ley para hacer factible una reforma que el Gobierno entiende -dijo- sencillamente necesaria, no fruto de ninguna presi¨®n, aunque tampoco es producto de la nada.

Contra los h¨¢bitos del Consejo Nacional, ni siquiera un t¨ªmido aplauso final mostr¨® alg¨²n grado de aceptaci¨®n de las palabras del ministro por parte de los consejeros nacionales.

Tampoco en las once intervenciones que siguieron -entre ellas, las de pesos pesados como Fern¨¢ndez de la Mora, L¨®pez Rod¨® y Mart¨ªnez Esteruelas, tres de las cinco cabezas de la coalici¨®n derechista en marcha-, se expres¨® la voluntad de asentimiento al proyecto de reforma pol¨ªtica propugnado por el Gobierno. En cambio, s¨ª result¨® aceptado, como base de deliberaci¨®n, el informe de la ponencia.

Tras la presentaci¨®n del informe a cargo del ponente se?or Abella, la sala del palacio de la Marina Espa?ola donde se celebraba la sesi¨®n volvi¨® a escuchar -parec¨ªa el t¨²nel del tiempo- argumentos y manifestaciones en contra de la modemizaci¨®n pol¨ªtica.

M¨®nica Plaza declar¨® no poder se contener ante lo que est¨¢ suce diendo en Espa?a -se refer¨ªa a la amenaza de reforma pol¨ªtica-, donde, tras la muerte de Franco los comandos campean por sus respetos y se pretende implantar, democra cia inorg¨¢nica en sustituci¨®n de la org¨¢nica. M¨¢s tarde, en otra intervenci¨®n, la se?orita Plaza record¨® con bastante exactitud no exenta de reproche: ?Todos ustedes han defendido y cantado esa democracia, la democracia org¨¢nica. ?Era democracia, o no lo era, y todos dec¨ªamos que s¨ª s¨®lo por agradar al Jefe del Estado? ?.

Utrera Molina, antiguo ministro secretarle. general del Movimiento, manifest¨® su disconformidad con el editorial de Arriba de ayer, en lo que se refiere a la sugerencia formulada a los consejeros para que renuncien a entra?ables convicciones como prueba de patriotismo. En definitiva, se mostr¨® fiel y leal al 18 de julio y a Franco, y contrario a que se altere el signo de la victoria de 1939.

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