La definici¨®n y su sombra
Hoy domingo, viene a jugar a Madrid el Athletic de Bilbao. La falsilla con que se confecciona entre nosotros el calendario de la Liga determina que el Atl¨¦tico de Madrid vaya recogiendo, tres jornadas despu¨¦s, los oponentes que ya jugaron contra el Real Madrid. Tenemos una Liga sim¨¦trica y regular al estilo de la jardiner¨ªa francesa de Lenotre, mientras la Liga inglesa, por ejemplo, sigue el ejemplo de la jardiner¨ªa brit¨¢nica, que tiende a reproducir la espontaneidad de la naturaleza y agrupa sus partidos como al descuido. Ello aparte, consecuencia del estilo rutinario y defensivo propio de nuestro f¨²tbol, el hecho es que los dos equipos de origen m¨¢s parental de los que pernean en la Liga y ya diversificados hasta en sus respectivas ortografias, agarrada la una a su hache inglesa originaria y reivindicador el madrile?o a su castellana o terminal, por no hablar de su divergencia radical en su permeabilidad al recurso al jugador extranjero que en el Athletic bilba¨ªno fue el comienzo de su vida y en el Atl¨¦tico madrile?o es en la madurez de la suya.Hubo un tiempo prerrepublicano, all¨¢ en el a?o treinta, en que en la pol¨ªtica abundaban las ?definiciones?. El f¨²tbol de este tiempo oto?al se nutre de definiciones de lo que a cada equipo le espera en la Liga y en esta saz¨®n viene a Madrid por segunda vez el Athletic, que de entrada, hace veinti¨²n d¨ªas, hizo perder al Real Madrid en su campo. Pero de entonces ac¨¢, la curva de sus actuaciones adquiere altibajos de monta?a rusa. Empate en San Mam¨¦s con el M¨¢laga y viaje a Salamanca para perder por tres goles a cero, resultado que quiz¨¢ haya movido a Kubala a eliminar de su pr¨®xima selecci¨®n al ¨²ltimo veterano de la ?gloriosa? de 1964, Ir¨ªbar. Si se mide por el m¨®dulo del Ujpest de Budapest, su contrario en la Copa de la UEFA, pasa de ser el ¨²nico equipo espa?ol que perdi¨® en la primera parte de la eliminatoria de Copa de la UEFA a ser el equipo nacional m¨¢s significado con su desmelenamiento de la segunda parte, con la eliminaci¨®n de su oponente h¨²ngaro por un hist¨®rico cinco a cero, tanteo de leyenda leonina.
Todo esto sucede en tres semanas de f¨²tbol nada m¨¢s y en las semanas de la definici¨®n de los equipos.
?D¨®nde vemos al Athletic actual con fidelidad? ?En Chamart¨ªn, en el Helm¨¢ntico, en el Nepstadion, en San Mam¨¦s? Sus actuaciones siguen una l¨ªnea tan quebrada y abrupta como la de temperaturas cl¨ªnicas de un enfermo de tercianas. Por eso, y dentro de una jornada en que no faltan otras definiciones, la de hoy entre los dos conjuntos atl¨¦ticos parece la m¨¢s significativa. Dos partidos casi seguidos en Madrid podr¨ªan definir por el camino m¨¢s corto de la l¨ªnea recta, la entidad futbol¨ªstica del equipo que dirige Luis Aguirre, que no ?en horas veinticuatro ? pero en setenta y dos ha hecho pasar a la prensa bilba¨ªna desde el pesimismo al hosanna estent¨®reo.
Las caracter¨ªsticas tradicionales del Athletic no se le olvidan a nadie y lo interesante es saber hasta qu¨¦ punto la formaci¨®n actual, con Churruca repatriado, Garay como valor naciente, y Dani como revelaci¨®n del eje delantero -lo que podr¨ªamos llamar tambi¨¦n a la brit¨¢nica el new look de los bilba¨ªnos- se inserta en el do mayor tradicional. Es de suponer que Ir¨ªbar, el viejo chopo ribere?o, quiera demostrar hasta qu¨¦ punto Kubala es sagaz o m¨®vil como la operativa piuma al vento. En suma, una definici¨®n futbol¨ªstica que recuerda a aqu¨¦lla de S¨¢nchez Guerra en La Zarzuela, que tanta expectaci¨®n levant¨® en su d¨ªa, pero a lo futbol¨ªstico.
Enfrente, el equipo del otro Luis tiene por el contrario que indefinirse, que borrar la impresi¨®n de lent¨ªsimo remonte de una l¨ªnea compuesta de malos resultados fuera -excepci¨®n en el Prater- y mediocres partidos dentro de su feudo ribere?o del laminado Manzanares. Athletic contra Atl¨¦tico, Luis contra Luis, un equipo tratar¨¢ de fijar una definici¨®n de su imagen tan alborotada en los datos que sirven para determinarla, mientras el otro tratar¨¢ de borrar la suya, la que se va insinuando como un presagio en el coraz¨®n de sus fieles, como una sombra.
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