Telesectarismo

TELEVISION ESPA?OLA ha dado por fin todo lo que pod¨ªa dar de s¨ª: nada. El sectarismo de la peque?a pantalla, proverbial tantos a?os, ha traspasado toda capacidad de asimilaci¨®n urbana desde que el nuevo director general del asunto se hizo cargo del mismo. Ayer, por ejemplo, al hacerse eco de las reacciones de la prensa de Madrid sobre la jornada de lucha, ni siquiera hizo menci¨®n de EL PAIS. No vamos a protestar por eso. Televisi¨®n es muy due?a de nombrar o no lo que le plazca. No es due?a, en cambio, de trucar la verdad, desorientar a la opini¨®n, faltar a la honradez informativa y tomar el pelo a los espa?oles. Pero eso hace Televisi¨®n cuando cita a EL PAIS s¨®lo cuando EL PA5 elogia al Gobierno o censura ,a la oposici¨®n, y no a la viceversa. El editorial de n,uestro peri¨®dico lamentando que se hubiera convocado lajornada de lucha se ley¨® ¨ªntegro eljueves por la noche en la peq . ue?a pantalla. Ayer, cuando el locutor anunci¨® que iba a leer las reacciones de prensa, ni siquiera tuvo la delicadeza de decir algunos peri¨®dicos de Madrid, sinoque cit¨® a los diarios de la capital, sin mencionar ni de pasada al nuestro. ?Porqu¨¦? Evidentemente no les gustaba la informaci¨®n que sobre lajornada de lucha el peri¨®dico ofrec¨ªa. El hecho ni es nuevo ni es an¨¦cdota. Los redactores de este peri¨®dico est¨¢n acostumbrados a ver c¨®mo se tergiversa, se utiliza y se falsea su ti- ' abajo y su imagen. Y si como muestra basta un bot¨®n, he aqu¨ª el bot¨®n y la muestra de la imparcialidad que RTVE mantendr¨¢ ante las pr¨®ximas elecciones generales. En Prado M Rey no s¨®lo hay listas negras de personas, sino presumibiemente tambi¨¦n de animales y cosas. Ignoramos en qu¨¦ categor¨ªa est¨¢ seleccionado EL PAIS, pero advertimos que no existe adem¨¢s el derecho de r¨¦plica, por lo que s¨®lo nos queda el derecho al pataleo o el Juzgado de Guardia. Y u na aclaraci¨®n: no estamos protestando porque no mencionen nuestro nombre, sino porque lo mencionan a veces. En las presentes circunstancias no es ning¨²n honor, y perjudica notablemente la venta de nuestro diario.