Carlos Velo y el cine documental
Hoy presenta sus obras en la Filmoteca
?Considerar complemento o relleno de programa es un gran error. No vengo a pasearme por Madrid, sino a entrar en contacto con los j¨®venes y ver sus pel¨ªculas, los movimientos y tensiones que hay. Creo que es el momento de establecer una relaci¨®n m¨¢s directa entre los cineastas que hablamos la misma lengua?, declar¨® a EL PAIS el realizador espa?ol Carlos Velo a su llegada ayer a Madrid.
Esta tarde. Velo asistir¨¢ a las dos ¨²ltimas sesiones de la Filmoteca Nacional par presentar sus obras Nuestro cine, Universidad compro metida, ?Torero!, Almedrabas y Felipe II y El Escorial, dentro del ciclo dedicado al cine documental mexicano.
Carlos Velo naci¨® en Cartaya (Orense), en 1909. Estudia Ciencias Naturales en Madrid, donde inicia sus trabajos en el documental, cient¨ªfico. Funda, en 1934, el primer cine-club de Espa?a, el de la Federaci¨®n Universitaria Escolar (FUE). En 1939 se exilia en M¨¦xico, donde reside y adquiere la nacionalidad. Visita Espa?a en varias ocasiones por motivos familiares. Ahora viene por primera vez como realizador ?La fundaci¨®n del cine-club de la FUE surgi¨® del movimiento de cine que hab¨ªa en la Universidad de San Bernardo. Estaba situado en el piso alto del edificio de la Prensa, ya que una ordenanza imped¨ªa a la polic¨ªa acceder a los pisos superiores y a los bajos. All¨ª se estren¨® El acorazado Potemkin, de Eisenstein, y La edad de oro, de Bu?uel, que llev¨® debajo del abrigo. Todas estas pel¨ªculas estaban prohibidas y las sesiones se hicieron famosas. Cuando vino la Rep¨²blica tuvimos subvenciones. Ten¨ªamos discusiones con Fern¨¢ndez Cuenca y G¨®mez Mesa, que pertenec¨ªan al grupo de la ense?anza jesu¨ªtica y opuestos a los sencillos republicanos?.
Carlos Velo lleg¨® al cine a trav¨¦s de la biolog¨ªa. ?Cuando estudiaba biolog¨ªa me entusiasm¨¦ por el len guaje de las abejas. Present¨¦ mi memoria del doctorado realizada en pel¨ªcula. Era mi primera pel¨ªcula de cine cient¨ªfico. Despu¨¦s me un¨ª al cr¨ªtico Fernando G. Mantilla empezamos a hacer cortos?.
Bu?uel, Alcoriza, Altolaguirre son algunos nombres espa?oles que llegaron al cine mexicano. ?Esta aportaci¨®n —dice Velo— fue importante. Tuvo, al principio, dificultades sindicales y problemas de acoplamiento. No hemos actuado como grupo, sino a titulo personal. En M¨¦xico realic¨¦ miles de noticieros, cortos culturales y reportajes cient¨ªficos?.
Socializaci¨®n del cine
El cine documental comprende tantos g¨¦neros como el de ficci¨®n. Velo comenta su valor cr¨ªtico y art¨ªstico. ?En Latinoam¨¦rica, sobre todo en Cuba y M¨¦xico, hay un movimiento muy grande en torno al cine documental. Se tiende a la fabricaci¨®n de cortos y hay cines para programas de cortos con gran ¨¦xito. El movimiento de cortometrajes est¨¢ dentro de la organizaci¨®n oficial del Banco Nacional Cinematogr¨¢fico. El Gobierno de M¨¦xico ha nacionalizado la industria cinematogr¨¢fica. Con esta medida se elimin¨® a toda la retahila de productores, inventores y comerciantes de pel¨ªculas y ha producido una apertura ideol¨®gica del cine. La socializaci¨®n del cine es un experimento interesante y ha beneficiado al corto. Ahora, con estos contactos en Espa?a, queremos saber el resultado critico de nuestros trabajos?.
Sobre la cinematograf¨ªa espa?ola de los ¨²ltimos a?os comenta: ?A pesar de las dificultades de tipo ideol¨®gico, la lucha de las nuevas generaciones es brillant¨ªsima. La tem¨¢tica est¨¢ expuesta con ingenio y la censura es un condenado estimulo. Durante estos d¨ªas quiero ponerme en contacto con Bardem, Saura, Mu?oz Suay. Villegas L¨®pez y otros amigos. Debemos emprender una mayor colaboraci¨®n en el campo del cine documental los afines en la misma cultura?.
Babelia
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