Camisetas, bolsas y fundas de m¨®vil: Mishima, el inc¨®modo s¨ªmbolo de la ultraderecha japonesa
Las editoriales rechazan el ideario nacionalista y la iconograf¨ªa de sangre y muerte del autor nip¨®n m¨¢s traducido del siglo XX hasta la aparici¨®n de Haruki Murakami
La imagen del escritor Yukio Mishima exhortando al ej¨¦rcito a dar un golpe de Estado, minutos antes de quitarse la vida en un sangriento ritual (el 25 de noviembre de 1970), ha sido utilizada por una tienda en l¨ªnea que la vende impresa en camisetas, bolsas para la compra y fundas de m¨®viles. Tambi¨¦n ofrece decenas de productos decorados con fotograf¨ªas del autor con el torso desnudo, empu?ando una espada de samur¨¢i y la frente envuelta en una cinta con la consigna ¡°Devoci¨®n inquebrantable por la patria¡± (Shichishou-Houkoku). El tinte nacionalista del extenso cat¨¢logo coincide con el resurgimiento en la conversaci¨®n social de una de las propuestas centrales de Mishima en su arenga a los militares el d¨ªa de su muerte: reformar la Constituci¨®n pacifista impuesta por Estados Unidos para otorgar legitimidad y categor¨ªa de ej¨¦rcito nacional a una instituci¨®n denominada, a¨²n hoy, Fuerzas de Autodefensa.
Por su parte, las editoriales japonesas que publican la literatura de Mishima rechazan el ideario nacionalista y la iconograf¨ªa de sangre y muerte del autor japon¨¦s m¨¢s traducido del siglo XX hasta la aparici¨®n de Haruki Murakami. ¡°Aunque la extrema derecha pueda verlo como una figura ic¨®nica, yo solo veo su tragedia personal¡±, dice Mutsumi Nakamura, editor de Shinchosha, el sello que ha publicado la mayor parte de las novelas del escritor. Nakamura pone sobre la mesa un cat¨¢logo de 38 obras de Mishima en cuya portada aparecen seis fotograf¨ªas en primer plano del carism¨¢tico autor. En una lleva gafas de sol, en otra sostiene un cigarrillo. En todas aparece exultante y proyecta una imagen elegante y cosmopolita.
El cat¨¢logo, impreso en 2020 con motivo del 50 aniversario de la muerte de Mishima, est¨¢ dirigido a la generaci¨®n Y. Su intenci¨®n es separar la literatura de Mishima de la fuerte carga nacionalista dejada por su medi¨¢tico activismo. El editor muestra una estad¨ªstica reciente de ventas en la que los hombres entre veinte y veinticuatro a?os figuran como los lectores m¨¢s numerosos de Mishima. Su obra m¨¢s vendida en japon¨¦s sigue siendo El pabell¨®n de Oro (1956), una novela basada en la historia real de un joven monje que incendi¨® un venerado templo de Kioto por ¡°odiar todo lo bello¡±, y cuya cifra acumulada de ventas supera los 3,7 millones de copias. Muy de cerca, con 3,5 millones de copias, le sigue El rumor del oleaje (1954), una novela de amor juvenil inspirada en la historia griega de Dafne y Cloe, y una de las pocas obras de Mishima recomendada en las escuelas japonesas. En Espa?a existen traducciones en Alianza Editorial.
Con motivo del centenario de su nacimiento, en enero de 2025, otra importante editorial, Chuo-Koron, prepara el lanzamiento de un libro titulado ?Qu¨¦ es un literato? Seg¨²n su editor, Kazunori Ota, el libro reunir¨¢ conversaciones sobre el arte de escribir sostenidas a lo largo de varios lustros entre Mishima, Kobo Abe y Kenzaburo O¨¦, premio Nobel de Literatura de 1994. ¡°Antes de que se agudizara su distancia ideol¨®gica, lograron hablar sobre literatura¡±, dice el editor para explicar la inclusi¨®n de O¨¦, un cr¨ªtico ac¨¦rrimo del mismo sistema imperial al que Mishima intent¨®, hasta su muerte, devolver el esplendor anterior a la guerra.
Mishima, cuyo nombre real era Kimitake Hiraoka, ten¨ªa 45 a?os cuando decidi¨® poner fin a su vida y a su ¨²ltima obra. Nakamura, el editor de Shinchosha, cuenta que el mediod¨ªa del 25 de noviembre de 1970 la editora Kikue Kojima lleg¨® al mismo edificio donde tiene lugar la entrevista con un paquete que conten¨ªa la ¨²ltima parte de la tetralog¨ªa El mar de la fertilidad. Mishima acostumbraba entregar sus manuscritos en persona y la editora se extra?¨® de que ese d¨ªa se lo llevara la empleada del hogar, que le dio un paquete sellado. Al llegar a su despacho, Kojima abri¨® el sobre y ley¨® en la ¨²ltima p¨¢gina la palabra ¡°Fin¡±, y la fecha de ese d¨ªa. Oy¨® entonces un rumor, recorri¨® los pasillos y sus colegas se api?aron alrededor de un televisor donde se le¨ªa el titular: ¡°Yukio Mishima se ha suicidado¡±.
El desconcertante ritual elegido para despedirse, el llamado seppuku (el corte de vientre seguido por la decapitaci¨®n a manos de un asistente), era el primero que ten¨ªa lugar desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Jap¨®n acababa de mostrar al mundo las maravillas de su desarrollo tecnol¨®gico en la Expo 70 de Osaka, y el suicidio de Mishima fue descrito como ¡°anacronismo¡± en algunos medios. El entonces primer ministro, Eisaku Sato, lo calific¨® de ¡°locura¡±. En los c¨ªrculos nacionalistas el suicidio de Mishima es valorado como un acto coherente con la apolog¨ªa de la muerte honorable descrita en su ensayo sobre Hagakure, el c¨®digo samur¨¢i usado para adoctrinar a los pilotos kamikaze en la Segunda Guerra Mundial.
El desfase entre el p¨²blico lector de la literatura de Mishima y los seguidores de sus ideas nacionalistas qued¨® en evidencia en una an¨¦cdota contada por uno de los ex miembros de la Tate no Kai (La sociedad del escudo), un grupo paramilitar no armado fundado y financiado por el escritor, y que lleg¨® a tener unos noventa socios. Seg¨²n el diario Tokyo Shimbun, cuando se dirig¨ªan a un entrenamiento en un campamento militar, uno de los novatos deseoso de halagar a Mishima le dijo que estaba leyendo El rumor del oleaje. ¡°Pero no avanzo mucho pues su obra, maestro, es muy dif¨ªcil para m¨ª¡±, a?adi¨®. Mishima solt¨® una sonora carcajada y le espet¨®: ¡°Por eso os he escogido¡±.
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