El apoyo a la libra, clave para el Gobierno laborista
Las medidas excepcionales tomadas por el Gobierno brit¨¢nico para detener la inflaci¨®n pueden tener consecuencias pol¨ªticas decisivas si se confirman las esperanzas conservadoras de una pronta consulta electoral. El ministro de Hacienda tratar¨¢ de defender la situaci¨®n en un debate parlamentario el pr¨®ximo lunes.
Para evitar el deterioro de la econom¨ªa y la convocatoria de elecciones, el Gabinete de Callaghan sigue confiando en sus aliados internacionales, el m¨¢s poderoso de los cuales, el Fondo Monetario Internacional, parece que ha reaccionado favorablemente a los ¨²ltimos movimientos antiinflacionarios brit¨¢nicos.En Manila, un portavoz del FMI declar¨® que la subida del tipo de inter¨¦s bancario -de un 13 a un 15 por 100- decidida anteayer por el Banco de Inglaterra es un paso positivo de cara a la estrategia que tiende a revalorizar la libra.
En Alemania, el canciller Schmidt, buen amigo de Callaghan ha dicho que la esterlina est¨¢, como dice el ministro de Hacieda brit¨¢nico, por debajo de su valor real y que la presi¨®n internacional sobre est¨¢ moneda no tiene ninguna justificaci¨®n.
Ni el Fondo Monetario ni Helmut Schmidt han podido evitar que las medidas gubernamentales contra la depreciaci¨®n progresiva de la libra hayan ca¨ªdo como un jarro de agua fr¨ªa sobre la mayor¨ªa de los brit¨¢nicos, a los que ahora les resulta extremadamente caro pedir prestado.
Esta circunstancia ha sido aprovechada por el Partido Conservador para reiterar sus apetitos electorales. Sin embargo, en c¨ªrculos econ¨®micos independientes se estima que una Administraci¨®n conservadora poco podr¨ªa hacer para detener el proceso inflacionario por otros medios porque no contar¨ªa con el apoyo sindical y porque tambi¨¦n se ver¨ªa forzada por sus propios simpatizantes a levantar el actual control de precios.
El Gobierno laborista espera que la subida del tipo de inter¨¦s bancario fortalezca a la esterlina, gane la confianza exterior en la econom¨ªa brit¨¢nica y le permita olvidarse por un tiempo de esta crisis monetaria.
Seg¨²n algunos de los delegados laboristas que hablaron en la conferencia de Blackpool, el origen de esta crisis est¨¢ en el recelo con el que se ve internacionalmente la actitud del laborismo, que ha vuelto a pedir nacionalizaciones bancarias y que fuerza a su Gobierno a controlar m¨¢s directamente las actividades financieras que se llevan a cabo en este pa¨ªs. El propio Callaghan ha dicho que a ¨¦l no le preocupan excesivamente los altibajos de la libra, porque cree que son artificiales y dependen del mejor o del peor humor de los que est¨¢n encargados de comprar o vender esterlinas en el mercado mundial.
Investigaci¨®n
La ra¨ªz de las ¨²ltimas cat¨¢strofes de la libra est¨¢ en la decisi¨®n del ejecutivo y luego, de la asamblea laborista de pedir la nacionalizaci¨®n de los Bancos principales del Reino Unido. A pesar de que Callaghan desaconsej¨® una pol¨ªtica en ese sentido, la resoluci¨®n fue aprobada en Blackpool y formar¨¢ parte de cualquier pr¨®ximo manifiesto electoral. Para el primer ministro, esa perspectiva significa la seguridad de un fracaso en una futura contienda con los conservadores.A cambio, Callaghan hab¨ªa pedido que los laboristas de la izquierda se conformaran con una investigaci¨®n sobre las actividades de las entidades financieras brit¨¢nicas que operan tanto en el Reino Unido como en el exterior.
La investigaci¨®n se va a hacer para que no se repitan los casos de corrupci¨®n que al parecer afectan desde el Banco de Inglaterra hasta otros grupos de la City de menor significaci¨®n. El presidente de la comisi¨®n que va a estudiar el tema es sir Harold Wilson, el ex primer ministro.
Wilson, que se retir¨® en marzo de este a?o, es contemplado por sus colegas como un moderado cuyas conclusiones van a satisfacer muy poco a la izquierda, que pide no s¨®lo una revisi¨®n de la Banca sino que exige que el Estado se la adue?e.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.