La Escuela Taurina ya tiene detractores

No va a ser un camino de rosas el que acaba de emprender la Escuela Nacional Taurina. Nada m¨¢s crearse ya tiene detractores, y desde varios frentes -todos ellos inmersos en el bunker taurino, que ah¨ª est¨¢- van a actuar de forma que los objetivos profesionales y sociales de la escuela se vayan diluyendo hasta quedar en nada.Pero su peor enemigo es la incomprensi¨®n. Hay quienes combaten a la escuela no con argumentos sino con t¨®picos. Muchos que presumen de defensores de la Fiesta la han confundido con una suma de t¨®picos, de manera que defienden lo que no conocen sino por la periferia, quiz¨¢ porque no se han molestado en penetrar hasta su entra?a. O acaso no est¨¢n capacitados para ello. Y como la escuela no se corresponde con los t¨®picos, que rechaza de plano, entre ¨¦sta, con sus promotores, y aquellos hay una clara disociaci¨®n.

A¨²n no se sabe cu¨¢ntos ser¨¢n los alumnos que seguir¨¢n este a?o los cursos, pues la mayor parte de ellos proceder¨¢n de fuera de Madrid y las peticiones de plaza se reciben estos d¨ªas por correo. Hay de momento unos 120 matriculados, de los cuales 56 son miembros de Conadeto, la cooperativa en cuyo seno se ha creado la escuela, y los restantes de nuevo ingreso,De estos ¨²ltimos se supone de antemano que algunos no servir¨¢n para el trofeo, en ciertos casos porque llegan pasados de edad y en otros porque no parece que sus condiciones sean id¨®neas, pero quienes han de efectuar la selecci¨®n definitiva prefieren esperar un tiempo, a Fin de que no se produzcan errores por precipitaci¨®n.

Los alumnos de provincias, en su gran mayor¨ªa, van a tener un problema de ocupaci¨®n, que la escuela acoge como propio, y sus rectores hacen ahora gestiones para encontrarles alojamiento y empleo, aunque sea eventual.