Aumenta el escepticismo en torno a la conferencia sobre Rodesia

Las conversaciones preliminares sobre Rodesia se iniciaron ayer por la tarde en Ginebra con una entrevista entre el primer ministro del Gobierno blanco de Rodesia, Ian Smith, y el presidente de la conferencia, el embajador brit¨¢nico en las Naciones Unidas, Ivor Richard, quien por la ma?ana hab¨ªa inspeccionado la sala del Palacio de las Naciones de la citada ciudad, donde se van a llevar a cabo las conversaciones.

Mientras se espera la llegada de los dirigentes nacionalistas africanos, aumenta el escepticismo sobre los resultados de las reuniones ginebrinas. El primer ministro rodesiano el primero en llegar a Ginebra, declar¨® a los periodistas que las posiciones de los nacionalistas amenazan los resultados de la conferencia.Seg¨²n la interpretaci¨®n de Smith, tanto Gran Breta?a como Estados Unidos han apoyado la f¨®rmula global del plan que ¨¦l dio a conocer al Gobierno y al Parlamento rodesiano y lo considera como ?no negociable?. Pero los dirigentes nacionalistas africanos han introducido modificaciones en el mismo relativas a la composici¨®n del Gobierno de transici¨®n, negando las pretensiones de Smith de que los blancos se reserven las importantes carteras de Defensa e Interior, as¨ª como sobre el papel que debe desempe?ar el Consejo de Estado que Smith pretende presidir y dotar de poderes superiores a los del Gabinete de transici¨®n, cosa a la que naturalmente se oponen los l¨ªderes africanos rodesianos.

Tanto Estados Unidos como Gran Breta?a consideraron como justificadas estas modificaciones que pretenden llevar a cabo los nacionalistas y las consideran como una base de negociaci¨®n en Ginebra.

No piensa as¨ª Ian Smith, para quien el acuerdo alcanzado con Kissinger es global y por tanto o se acepta en bloque o se rechaza. Smith dijo el mi¨¦rcoles a los periodistas que las modificaciones planteadas por los nacionalistas suponen un desglose en el ?paquete? de lo acordado con Kissinger, y que si se entra a discutir cada parcela del conjunto, entonces el plan global habr¨ªa quedado vac¨ªo de contenido.

El primer ministro, que se mostr¨® seguro de s¨ª mismo ante los periodistas acreditados en Ginebra, declar¨® que las modificaciones que plantean los nacionalistas pueden provocar el fracaso de las conversaciones. ?Esto puede llevar a una situaci¨®n en la que la concepci¨®n que tenemos del acuerdo global quede socavada y que entonces no sirva para nada continuar aqu¨ª.?

Por su parte, el embajador Ivor Richard, presidente de la conferencia, que lleg¨® a Ginebra seis horas despu¨¦s del dirigente racista, declar¨® a los periodistas que intentar¨ªa que la conferencia fuese un ¨¦xito.

Richard dijo que aceptaba el hecho de que las distintas delegaciones llegasen a la ciudad suiza con posiciones firmes, aunque matiz¨® que ¨¦l no las consideraba como definitivas. ?Creo que mi funci¨®n es escuchar todas las opiniones y ver hasta qu¨¦ punto hay una base de acuerdo?, dijo a los periodistas, a los que a?adi¨®: ?Si es necesario sugeriremos f¨®rmulas de aproximaci¨®n para llegar a un acuerdo global, aunque conseguir esto ¨²ltimo no va a ser f¨¢cil.?

Para el embajador brit¨¢nico va a haber una fase inicial en las negociaciones, que durar¨¢ una semana o diez d¨ªas, en la que los participantes se dedicar¨ªan a esbozar sus posiciones globales. Despu¨¦s vendr¨ªa una nueva etapa en la que se entrar¨ªa en las cuestiones de detalle. Seg¨²n Richard, esta fase ser¨ªa -mucho m¨¢s larga, sin precisar su duraci¨®n.