La situaci¨®n interna de ambos pa¨ªses, tratada por Juan Carlos y Giscard

Los Reyes de Espa?a partieron ayer, a la una y diez de la tarde, del aeropuerto de Barajas con direcci¨®n a Par¨ªs, en un avi¨®n Mystere de la Subsecretar¨ªa de Aviaci¨®n Civil. Les acompa?aban como s¨¦quito, en otro aparato que parti¨® minutos antes, el ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, el embajador de Espa?a en Francia, marqu¨¦s de Nerva, y otras personalidades. Los Reyes llegaron a las pistas del aeropuerto a las doce y cinco, en helic¨®ptero, y fueron despedidos por el Gobierno en pleno y el Consejo de Regencia.

El avi¨®n Mystere aterriz¨® en el parisino aeropuerto de Orly a las tres de la tarde. Al pie de la escalerilla, los Reyes fueron recibidos por el presidente franc¨¦s, se?or Giscard d'Estaing, y su esposa, as¨ª como los embajadores de Espa?a en Par¨ªs y de Francia en Madrid.Seguidamente, ambos jefes de Estado escucharon los himnos nacionales de los respectivos pa¨ªses, y a continuaci¨®n pasaron revista a las tropas que rend¨ªan honores, compuestas por miembros de la Guardia Republicana y de los tres ej¨¦rcitos franceses. Mientras tanto, la Reina y la se?ora Giscard se dirigieron al sal¨®n de honor del aeropuerto.

El presidente franc¨¦s pronunci¨® unas palabras de recibimiento, que comenz¨® recordando c¨®mo Francia acogi¨® a los pr¨ªncipes de Espa?a hace tres a?os, tras lo que afirm¨® que, al recibir a los Reyes, su pa¨ªs recibe en sus personas a Espa?a, de la que Francia se siente muy pr¨®xima por vecindad, cultura e historia.

Dijo despu¨¦s que Francia desea desarrollar y profundizar la cooperaci¨®n con una Espa?a pr¨®spera por su propio esfuerzo y que hoy levanta el soplo de renovaci¨®n y libertad.

Habl¨® despu¨¦s don Juan Carlos, quien expres¨® su deseo de aprovechar la visita para renovar sus contactos con los gobernantes y la sociedad francesa, tras lo que se?al¨® que era l¨®gico que su primera visita como Rey de Espa?a un pa¨ªs europeo fuese a Francia, con la que tantos lazos de todo orden -dijo- nos unen. Salud¨® despu¨¦s al pueblo franc¨¦s y expres¨® su deseo de tomar contacto con ¨¦l durante su estancia en Par¨ªs y en algunas de las regiones del pa¨ªs.

Minutos despu¨¦s, ambos jefes de Estado subieron al helic¨®ptero Carrousel, de la presidencia de la Rep¨²blica, en el que se trasladaron a la explanada de Los inv¨¢lidos, en el centro de Par¨ªs. En esta plaza se hab¨ªa montado un fuerte servicio de seguridad, al igual que en todo el recorrido, que los Reyes y el matrimonio Giscard hicieron en autom¨®vil hasta el palacio de Marigny, residencia oficial de los visitantes, situada frente a la Presidencia de la Rep¨²blica. Hab¨ªa un agente de polic¨ªa cada quince metros y tiradores especialistas en los tejados. El p¨²blico no fue autorizado a acercarse a la comitiva, escoltada por la Guardia Republicana a caballo y destacamento de polic¨ªa motorizada.

Ya en el palacio, ambos jefes de Estado intercambiaron regalos y condecoraciones. Despu¨¦s, y tras retirarse sus respectivas esposas, ambos celebraron su primera entrevista, que se prolong¨® por espacio de algo m¨¢s de una hora. A su t¨¦rmino, se anunci¨® que el tema del coloquio fue una exposici¨®n rec¨ªproca de la situaci¨®n interna en Francia y Espa?a.

Don Juan Carlos recibi¨® despu¨¦s a los embajadores hispanoamericanos y al de Filipinas acreditados en Par¨ªs. En nombre de los plenipotenciarios habl¨® el representante de Venezuela, Manuel Rivero, quien record¨® las palabras que el Rey de Espa?a pronunci¨® en el homenaje que rindi¨® en Venezuela a Sim¨®n Bol¨ªvar y expres¨® sus deseos de que la tarea del monarca espa?ol sea fruct¨ªfera.

Por su parte, don Juan Carlos resalt¨® la unidad de Espa?a con los pa¨ªses all¨ª representados y termin¨® agradeciendo el recibimiento que los embajadores les dispensaban a su llegada a Par¨ªs.